Capítulo 21: Un te quiero por error

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Pasamos toda la noche allí. Nos quedamos dormidas, estábamos abrazadas.

6 de la mañana.

Nos despertó el amanecer, un rayo de luz cegó mis ojos cuando los abrí. Y ahí estaba ella dormida, abrazada a mi. Se despertó, me sonrió y se quedó con la mirada perdida en mi. Yo alcé la cabeza para ver la salida del sol. Se tumbó en mis piernas y lo contemplamos en silencio. Había muy pocas personas a esa hora del día solo había perros con sus dueños. El canto de los pájaros, el sonido del río, y esa brisa de primera hora de la mañana.

Recogimos todo después de ver el solo, estuvimos andando un rato hasta llegar a su casa. Cuando llegamos Vic sacó a Chili y yo me quedé recogiendo las cosas, tenía que tener todo preparado para el día siguiente. Ese día no teníamos preparado ningún plan, la verdad me apetecía descansar antes del concierto. Quedaban apenas horas para este. Sería el último. No había necesidad ninguna de irme de Roma.

Llegó Victoria, aún no habíamos hablado de lo sucedido. Ninguna sacó el tema. Llamaron al timbre.

-SORPRESA! - Era Erik traía un ramo de flores.

-Erik!! - sobresalte - ¿qué haces tú aquí?! - pregunté recogiendo el ramo.

-Bueno me apetecía pasar contigo las últimas horas antes de que te vayas- dijo tímidamente.

-Buenos días- intervino Victoria.

Erik le hizo un gesto con la cabeza.

-Esas flores, ¿para quién son? ¿qué festejamos? - preguntó Vic intrigada.

-Para t/n. Sólo me apetecía traerselas. - dijo sonriente.

-Que romántico, seguro que le encanta las cosas típicas románticas- rió.

La hice una mueca burlona.

Reimos. La verdad que ese tipo de cosas no me gustaba. Era muy típico y muy aburrido el que te trajeran un ramo de flores.
Le invitamos a pasar. Desayunamos. No habíamos programado nada así que no salimos. Ese día llovió por la tarde, por lo tanto vimos una película "Habitación en Roma". Erik estaba en un extremo y Vic y yo en otro. Ella estaba apoyada en mi tripa mientras yo la acariciaba el pelo. Erik no paraba de mirarme con deseo, se le notaba en la mirada. En momentos de la película Vic y yo nos mirábamos y no aguantabamos la risa, nos entendamos perfectamente. Erik no entendía nada.

Cuando terminó la película todos estábamos perezosos, íbamos a cenar aunque no teníamos mucha hambre por las palomitas. Por lo tanto cenamos unos bollos con leche. Cuando terminé me fui a terminar la maleta, tenía que irme a España a la mañana siguiente para dar los últimos conciertos. Me dolía no quedarme allí con Victoria y los demás pero sobre todo con ella.

Erik entró a la habitación. Cerró la puerta de un golpe y me giré. La verdad pensaba que la que había entrado era Vic, pero no.

-¿Qué hac...? - no me dejó terminar.

-Te quiero - dijo mientras se acercaba. - Desde que estuviste en Dinamarca, desde todas las videollamadas que haciamos, desde hace meses. He venido aquí porque te lo quería decir en persona. - Se acercó y antes de yo quedarme entre él y la pared me aparte y seguí recogiendo.

Un silencio corrió por la habitación.

-Lo siento no puede ser. - dije mientras terminaba la maleta.

-¿Por qué? No me digas que lo que hizo el estúpido de Damiano ha conseguido que dejes de... - le interrumpí.

-No, y se llama Damiano. No ha tenido nada que ver sabes. - dije con una mueca gruñona.

-Y entonces ¿por qué no puedes? ¿Hay alguna razón? - Vic abrió la puerta.

- ¿He interrumpido algo? - preguntó dudosa. - Me iba a dormir. - añadió.

-No, pasa. Le acompaño a la puerta. Él ya se iba. - comenté con una sonrisa forzada mirándole.

-Vale amor- sonrió - Pues ya nos veremos. ¿Mañana vas al aeropuerto a despedirte de t/n ¿verdad? - preguntó.

- Sí, iré claro- me miró medio entristecido.

-Bueno me voy a dormir, vienes ahora, ¿no? - preguntó mientras deshacía la cama.

-Sí, ahora voy. - giñe un ojo.

Se rió y me besó .

Si me besó delante de la persona que hacía unos minutos me había dicho que me amaba. A Erik le cambió la cara.

-¿Me he perdido algo? - preguntó secante.

-No, buenas noches. Queremos dormir mañana madrugo. - dije mientras le acompañaba a la puerta.

Cerré la puerta y Victoria me dio un abrazo. Rió.

-Se lo que te ha dicho- sonrió. - Se notaba mucho que te quería, pero te tengo yo- volvió a reírse.

La besé.

Continuará....

Él y yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora