Capítulo 20: Sentir

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Me quitó el pañuelo, abrí los ojos. Reí. La miré y la abracé.

-Tenía que hacerlo, sabía que te gustaría cenar Aquí. Cuando te trajé a este sitio se te iluminaron los ojos cuando veías cenar a esa familia. Quedan pocos días y me apetecía hacer algo así - sonrió mientras me abrazaba por la espalda.

-No hacía falta. De verdad, creo que nadie había preparado algo así nunca. - dije.

Estaba impactada por lo que veía. Era precioso. En el mantel había varias velas repartidas, y estaba los platos con la comida que habíamos pedido. Realmente estaba muy alegre. La verdad quería llorar de la emoción. Siempre había soñado con algo así. Y no me esperé que Victoria hiciera algo así. Solo quería llorar y abrazarla. Cenamos, no había literalmente nadie, estábamos solas. Estuvimos toda la noche allí. Sin móviles, sin nadie, charlando de la vida. Recogimos todo y nos tumbamos sobre el matel, los focos se apagaron solo nos quedaba la luz de la luna, la brisa tranquila, el canto de lso grillos y el sonido del río. Lo que sentía en aquel momento era inefable.

No habíamos bebido, éramos conscientes de lo que pasaba en todo momento.

Vic se acercó a mi.

Narra Vic.

La deseaba, estábamos por fin solas, sin nadie a nuestro alrededor, nadie podía entrometerse en nuestro momento. La miré estaba tan feliz. La cena no era en verdad porque me apetecía cenar fuera. Si no porque quería sentirla a ella.

Tenía miedo. Pero la deseaba tanto que ese miedo era mínimo. Era el momento. Me acerqué a ella. La miré, sentí como ella me miraba deseando algo. La acaricié.

Narra t/n.

Se acercó. Me puse nerviosa, sentía algo. No sabía el que. Me acarició. El roce de sus dedos sobre mí piel despertó algo en mi. ¿Había estado todo el tiempo por el camino equivocado? ¿Y si en verdad la deseaba a ella y no a Damiano?.

Quedamos calladas, yo la notaba, ella me notaba. No sabíamos que hacíamos estábamos conscientes.

Narra Vic.

La miré, en su mirada había deseo. El silencio de nuestro alrededor se paralizó. No había nada. Era como estar en una burbuja. Sólo ella y yo.

Sentí como sus manos acariciaba mi pelo, sus dedos fríos pasaban por cada parte de mi cuerpo. Era el momento.

La besé. Un beso cálido y aceptado por ella. Una sensación inefable, sentir sus labios acariciando los míos me provocó locura dentro de mi. Quería más de ella.

Narra t/n

Me besó, me di cuenta de que era a ella a quien la buscaba y no a Damiano. No buscaba a ningún chico. La buscaba a ella. La encontré. Ese besó fue suave, delicado, cálido. Sentí como se apoyaba encima de mi cuerpo. Sentí cada una de las partes de su cuerpo rozándome. Lo deseaba, la deseaba a ella.

Sentía sus respiraciones calmadas. Sentía que ella me deseaba. Y no estaba equivocada.

Narra Vic.

Sentí su cuerpo relajado, estaba apoyada en su pecho. Sentía que todo lo que existía había dejado de existir por un momento. Me deseaba. La deseaba. Un amor puro. Un amor verdadero. Era ella. Éramos ella y yo. Nadie más. Sentimientos que no sabía que existían.

Era el sentir de aquella noche. El tiempo no avanzaba, todo se paralizaba, era una sensación única y desconocida, pero que sin duda no quería hacer desaparecer nunca.

Narra t/n.

Ella y yo.
Sentía cada palmo de su cuerpo rozando el mío. 
Sentimientos intangibles, que nadie había causado en mi nunca.

Era el sentir de su cuerpo y el mío en medio de aquella oscuridad. 

Continuará...






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