Capítulo 12: Invierno

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Llegaron los últimos meses del año, estábamos en Octubre. Casi llegando el invierno. Había cambiado todo en 2 meses. Damiano y yo ya no seguíamos juntos. Éramos amigos. No habíamos hablado sobre ese tema desde el día del aeropuerto. Todos estábamos bien. Los chicos aún no sabían nada de que habíamos estado juntos. Y tampoco sabían por qué estábamos más distantes. 

Poco después llegó la ruina, la ruina que siempre hay en invierno. Es cierto, cuando llega el invierno todo se destroza. Cambia. Ya no vuelve a ser lo de antes. 

Me enteré de que Giorgia y Damiano estaban juntos, y de que cuando Gorgia se presentó en su casa, no era solo para hablar. Me mintió. Había vuelto con ella. Desde el día que me sentí libre, desde ese profundo beso, en el que podía volar, en el que me sentía protegida. En el que solo estábamos él y yo. Desde ese día me había mentido. Desde el día que dijo que me amaba. 

Éramos amigos, pero me sentí como cuando alguien te clava una estaca en el corazón. Todo lo que viví con él esos días fue una mentira. Giorgia se fue de gira con ellos, yo no lo sabía. Nadie me dijo nada porque pensaban que yo lo sabía y porque no tenían ni idea de que yo estaba con Damiano. Él no lo sabía, no sabía que yo sabía que me había mentido. Me sentí destrozada. Me distancié del grupo sin dar explicaciones. Me inventé que eran problemas familiares pero no era así.

Nadie sabía nada. Pasé esos meses como si no hubiera pasado nada. Como si todo fuera bien, nadie sospechó nada. Yo fingía. Se me daba muy bien. Era otra persona. Cambié. Vivía con miedo a que me volviesen herir. Necesitaba a alguien a mi lado, me estaba derrumbando, estaba perdida. 

Celebré el año nuevo con mis familiares y amigos. Había perdido el contacto con todos los de la banda. Ya casi no miraba las noticias, ni las redes sociales. Seguían siendo número uno. Yo estuve componiendo, tenía que liberarme de ese dolor. Anuncié un álbum nuevo. Salía a mediados de enero. Toda la rabia y el dolor que sentía lo reflejé ahí. 

Al día siguiente de publicar el álbum, me llegaron muchos mensajes de felicitación. Tenía llamadas de familiares, amigos. Fans que me encontraba por la calle me dieron mucho amor y acogieron muy bien el álbum. Muchos de ellos se sentían reflejados. 

Una llamada, inesperada. Vi el número en pantalla. Era Victoria. Me felicitó por el álbum nuevo. No me lo esperaba. Tanto tiempo sin saber de ella. Me comentó que estaban a punto de lanzar un nuevo álbum. 

-¿De dónde has sacado esa letra?, es como si la rabia y el dolor de alguien se haya reflejado ahí. Me parece realmente increíble lo que has hecho- comentó.

-Oye está aquí Damiano, ¿quieres hablar con él?- añadió

Negué. No me apetecía.

-Ya le llamaré más tarde, estoy ocupada con todas entrevistas, ya sabes- comenté

En verdad no quería hablarle, no estaba preparada para hablar de eso. Además él no sabía que yo lo sabía por lo tanto esperé al momento oportuno.

-Bien, pues ya le llamarás, está un poco preocupado, solo quiere saber si estás bien, hace mucho que no sabe de ti y bueno... ya sabes como es.- comentó

-Sí, se como es- reí , pero de forma sarcástica. 

Me despedí de ella. Tenía una entrevista. Fue una de las entrevistas más escuchadas a nivel nacional.

En ella hablé del álbum. Me preguntaron de donde había sacado esa rabia, ese dolor. Yo contesté.

-Sinceramente, esto lo he sacado de mi interior- dije sin escrúpulos. - Ese dolor viene de mi experiencia, cuando empecé a componer, lo hice porque me habían dañado. - añadí

No dije nombres, solo expliqué como me sentía cuando las compuse y como me sentía ahora.

-Después de sacar el álbum, ha sido como expulsar todo eso malo que estaba dentro de mi. Estoy muy contenta.- concluí. 

El resto de la entrevista, estuvieron preguntando por mi paso de eurovisión, por la banda, si había alguna razón por la que ya no estaba tan unida a ellos. Esquivé las preguntas como pude. Comenté que me había llamado Victoria para felicitarme, y así ahorrar historietas de la gente. Me preguntaron por Damiano. No contesté. Cambié de tema rápidamente sin que se notará. 

Estuve todo el día con entrevistas de un lado para otro. Llegué a casa. Me tumbé en el sofá. Y sonó el teléfono. Era él, Damiano. No respondí. No me apetecía discutir, estuvo toda la noche llamándome. 

A la mañana siguiente llamó Victoria, se lo cogí, pero no habló ella. Era Damiano. 

-¿Por qué no me has cogido el teléfono? preguntó preocupado.

-Ayer llegué muy cansada a casa. Ya le dije a Victoria que te llamaría- contesté un poco borde.

-Estás bien, me da la sensación de que te pasa algo conmigo- comentó

-Sí, estoy bien. Y ahora no quiero discutir eso. Prefiero hablarlo en persona.- dije

-Hablar el que. ¿T/n, que te ocurre?- preguntó preocupado

-Mira ya hablaremos de esto. Prefiero hablarlo en persona.- Colgué. Dejé que solo hablará el silencio en mi habitación. Se me empañaron los ojos. 

Un silencio agradable estaba en mi habitación. De repente sentí como un recuerdo de Shawn se apoderaba de mi. Hace unos años entré en una crisis existencial, no paraba de criticarme, de odiarme. Shawn apareció y me repitió que todo estaría bien, que era importante, que si algún día alguien me despreciaba me acordase de que yo era fundamental en la vida de una persona. En su vida. Dejé de llorar. Sonreí. 

Necesitaba alejarme de todo. Estar sola, buscarme a mi misma. Necesitaba irme lejos y desconectar de todo, de la familia, de mis amigos, de las redes sociales. Necesitaba estar sola, sin compañía.
Solo yo. 

Continuará...

Él y yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora