VII.- Prohibido

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Era casi una costumbre para Lizy despertar en su habitación con los rayos del solo en su pequeño rostro.

La pequeña rubia llamó a su mamá, pero no la encontró durmiendo en su cama. Preocupada, bajó de su cama y salió de la habitación buscando a su madre.

Bajó con cuidado las escaleras y vió una escena que jamás había visto por ser tan temprano para ella.

Vió a su tía Lori con una sonrisa mientras le hacía el nudo de la corbata a su tío Lincoln. Cuando terminó, le dió un kiko en los labios para luego salir a trabajar.

Lizy le pareció más importante buscar a su mamá, así que siguió buscándola.

Cuando llegó a la cocina pudo oler que alguien estaba preparando pancakes justo como lo hacía mamá. Antes que dijera una palabra, Lana abrazó a su hija por detrás y la levantó llenándola de amor y apapachos como a ella misma le gustaría que la trataran.

— ¡Feliz cumpleaños mi amor! — decía Lana mientras hacía reír a su hija. — Te hice tu desayuno favorito.

Lana sentó a su pequeña frente a la mesa de los niños en la cocina. Le sirvió en plato para niños un par de pancakes con una carita sonriente con frutas y crema batida y también le preparó un poco de chocolate caliente, todo hecho con mucho amor especialmente para su hija.

No era raro que Lana le preparara el desayuno a su hija porque lo hacía casi todo el tiempo, sin embargo, jamás le cocinaría al resto de su familia y si eso sucediera le daría insectos del patio directo de un charco de lodo.

Dejando de lado esto último, Lana se sentó junto a su hija desayunando junto a ella sin importar que la mesa para niños fuera incómoda para ella.

•~( ✾ )~•

Lana le preparó una pequeña fiesta de cumpleaños en casa.

Todos los niños de la casa jugaban de un lado a otro por el lugar sin importar ser escandalosos. Lyra invito a Sonette a que viniera a divertirse un rato con ella y la otaku acepto encantada trayendo como regalo un peluche de dinosaurio que puede hablar. Loan solo pudo bajar a la fiesta estando al lado de Leina en todo momento ya que siempre fue un amor con ella apoyándola todo el tiempo. Laika le cuenta a Liby las historias más macabras que se sabía de su país de orígen dejándola sorprendida por cada palabra que salía de la boca de la pelirroja.

Los adultos platicaban de sus chismes más chingones que se sabían, bailar, Lana se movía de un lado a otro asegurando que la fiesta de su hija no se saliera de control, pero Luna y Lincoln se encontraban en el sillón haciendo lo que un adulto responsable haría, beber cerveza en una fiesta infantil teniendo cuidado que no los descubrieran.

Después de soplar las velitas del pastel, Lizy comenzó abrir sus regalos de todos...

Aquí vamos... De Lori recibió ropa de su talla, Loan un tamagotchi, Leni unos cepillos especiales para el cabello, Leina una pequeña planta artificial en forma de dinosaurio, Luna una armónica, Lyra un peluche de cocodrilo, Lemy un Decepticon que se convierte en dinosaurio, Sonette el peluche de dinosaurio parlante, Laika unos pantuflas de dinosaurio, Luan una caja de sorpresa de Trex, Liby un libro para niños de dinosaurios, Lynn una pijama de dinosaurio, Lacy una cabeza de dinosaurio de juguete para niños, Lynn III una marioneta de que creen de dinosaurio, Lucy varios rompecabezas de dinosaurio, Lupa una máscara de finofaurio, Lana un juguete de dinosaurio, Lola un lindo vestido verde con dibujos de dinosaurios, Leia una gorra roja de dinosaurio, Lisa un resto fósil de una pequeña cabeza de un velocirraptor y Lulú un dibujo hecho por ella misma de Lizy arriba de un dinosaurio.

El único que no le entregó regalo fue su tío Lincoln.

— Oye Lincoln — habló Lori. — ¿Se te olvidó regalarle algo a la niña?

Seguro Que Pierdo {Loudcest}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora