VI.- Contradictorio

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De todas sus primas, Liby era la más opuesta a su madre en el sentido psicológico superando a Lupa porque por lo menos la albina tenía una que otra cosa en común, pero Liby no.

Por ejemplo, en la comedia, Luan se reía de los chistes clásicos y típicas rutinas de payasos de una manera sana y divertida, pero Liby veía a Carlos Ballarta, con eso le digo todo.

Comprando al resto de sus hermanas, Luan es la única que jamás intentó que su hija fuera como ella porque sabía que le traería consecuencias catastróficas como le pasó a Lori con Loan. Siempre vió con buenos ojos los pasatiempos de su hija, sin embargo, no la comprendía.

Su relación de madre e hija no era ni buena ni mala, era más bien simple que solo cumplía con lo básico. Luan y Liby se respetan por quién son para ellas y nada más.

Hazte cuenta que el nivel de relación maternal esta divida por niveles. El primero, el más chingón le pertenece a Lucy, el segundo a Lisa, tercero es de Luna y Lynn, el cuarto a Lana, el quinto que era la mitad le pertenecía Luan, sexto a Leni, el séptimo está desocupado y por último, Lori y Lola se pelean por el noveno puesto que era el peor de todos.

Luan siempre quiso mejorar su relación maternal como el que tiene Lucy, pero sentía que era imposible, ni siquiera podía llegar al de Lana y eso que tenía muchas fallas.

Pero tanto Luan como Liby hacían lo posible que su relación fuera mejor ya que, les encantaría pasar más tiempo juntas aunque fuera viendo la televisión.

•~{ ❀ }~•

Antes de entrar a su habitación, Liby encontró a su tío sentado en un sillón besando con mucho amor y pasión a su madre mientras que esta se encuentra sentada en el regazo del albino.

Sin dejar de besar a Lincoln, Luan movió su mechón alrededor de su oreja y vió por un instante a su hija, pero Liby se movió a un lado escondiéndose de la vista de su mamá.

— ¿Qué diablos? — dijo la adolescente en un estado de incertidumbre.

Liby se asomó y vió a su madre sentada en el sillón dándole mantenimiento al Señor Cocos con un desarmador.

— Mamá...

— ¿Qué sucede Liby? — Luan preguntó con una sonrisa haciendo a un lado su muñeco de ventrílocuo.

— ¿No estabas con el tío Lincoln? — preguntó entrando a la habitación un tanto nerviosa.

— No... A esta hora todavía se encuentra trabajando, ¿Quieres hablar con él? — dijo de una manera sensata y tranquila.

— Solo quería hablar contigo...

— Claro.

— Mañana cerrará una librería y estarán rematando los libros, ¿Me llevarías?

— Por supuesto Liby.

Después de esa conversación hubo un silencio incómodo que duró por un minuto que eterno. Y lo peor, intentaron no mirarse a los ojos porque eso empeora su situación.

— Bueno... Ya me voy... — dijo Liby en un intento de escapar del incomodo silencio.

— Claro, portate bien...

Antes de salir, Liby miró debajo de la cama y no vió nada, después abrió el armario y tampoco encontró nada. Le parecía extraño haber visto a su madre y su tío en esa situación tan comprometedora. Acto seguido, salió de la habitación cerrando la puerta.

Luan se acercó a la puerta y le puso seguro sintiendo que el pánico desaparecía de su cuerpo.

Intentando controlar su respiración, la comediante abrió un baúl de un show de magia donde estaba escondido Lincoln.

Seguro Que Pierdo {Loudcest}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora