III.- Gustos simples

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Sonette fue una chica retraída, nunca mostró signos de querer empatizar con alguna otra persona de su edad.

Desde que entró a la preparatoria, no tenía la atención de formar una amistad porque desde siempre sus compañeros piensan que era rara solo porque le gusta el manga, usar cubre bocas y vestirse con suéteres o ropa holgada y perdón por la palabra "Kawai". Durante las clases hacia lo posible en no llamar la atención y no destacar de alguna manera.

Se puede decir que en sus primeros años se sintió muy relajada y tranquila sin tener alguna anécdota interesante, pero cuando entró en el último grado escolar, conoció a la primera chica con la única intención de ser su amiga, es chica se llamaba Lyra.

Durante las primeras semanas, Sonette siempre veía a la misma chica sentándose junto a ella, Lyra siempre le hacía plática en momentos libres y a veces se ayudaban mutuamente en alguna duda que tenían. La otaku al principio se sintió incomoda porque jamás había recibido una atención similar y que con el tiempo logró acostumbrarse.

A veces, Lyra le preguntaba si quería salir con ella alguna parte después de la escuela, pero siempre le decía que no, y prefería irse a sus horas libres a la biblioteca a leer mangas, sin embargo, un día fue diferente.

Ambas chicas e incluyendo a toda la clase esperan a que la maestra llegara al salón o le diera hueva venir, lo que ocurra primero.

— Sonette, desde que te conozco he querido preguntarte algo — dijo Lyra sentada a un lado de la otaku apoyándose en la mesa sin dejar de formar una sonrisa con sus labios.

— ¿Qué cosa? — decía Sonette sentada derecha mirando a Lyra.

— ¿Sabes por qué compartirnos el mismo apellido?

— No, no sabría decirlo.

Cuando se conocieron, notaron que compartían el mismo apellido, pero cada una tenía su propia duda, una no sabía la razón y la otra de quién.

Pasaron unos minutos y como era de esperarse a la profesora si le dió hueva ir y dejó la hora libre, chingón porque tenían dos horas seguidas.

Cuando salieron del aula, Lyra llamó la atención de Sonette tocando ligeramente su hombro.

— Oye ¿Quieres ir conmigo al comedor? — comenzó a hurgar en su morral. — Ayer mi prima hizo mucha pizza casera y traje lo suficiente para que comamos las dos juntas — le mostró un topper con varias rebanadas de pizza.

— Lo siento Lyra, pero no...

Esas palabras desilusionaron a Lyra, pensó que proponerle comer juntas seria una buena idea y más por ser pizza hecha en casa, pero terminó recibiendo la misma respuesta de siempre.

— Está bien — Lyra volvió a guardar la comida. — Nos vemos mañana...

Lyra tomó camino hacia la comedor de la escuela, intentó no sentirse triste, pero no pudo, tan solo se fue mirando el suelo perdiendo el apetito. Y Sonette se sintió un poco mal por lo que dijo, pero decidió en no pensar en ello y se fue a la biblioteca.

•~{ ❁ }~•

Sonette tiene una gemela.

Una gemela que no se parecía una chingada a ella, pero cumplía los requisitos mínimos de serlo.

Desde niñas, las gemelas siempre fueron alegres y risueñas a pesar de verse tan diferentes de una de la otra, pero todo se fue al diablo antes de cumplir los diez años de edad. Sonette recibía bullying constante tan insoportable que la hacía llorar y única que podía defenderla de las burlas era gemela mayor, Cleo.

Seguro Que Pierdo {Loudcest}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora