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Personalmente, cuando una madre intenta ser amiga de sus niños, llega a ser de las cosas más idiotas que puede hacer un ser humano.
Una madre decente no está para hacer amiga de sus hijos, está para ser la principal figura de autoridad que tiene un ser vivo, por ende, debe ser amada, temida, respetada y honrada al mismo tiempo. Y aunque suene tedioso, es posible.
Eran virtudes que Leina no podía ver en Leni.
¿Y como le hizo para crecer de una manera agradable y estable?... La tuvo fácil porque creció con 9 tías distintas entre sí, pero ojo, no tuvo a una como su favorita, tomó varias cosas buenas de cada una de ellas y las aplicó en si misma para poder mejorar como persona, siendo actualmente una señorita amable y bondadosa aunque un poco seria.
Sin embargo, no era su culpa que Leni fuera así, siempre fue muy despistada, tanto que era ridículo, pero a pesar de todo que no le gusta de su madre, la quería mucho y tenía la esperanza que algún día podría madurar.
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Era un lindo sábado mañanero y muy agradable para Leina, debido a que todas las semanas del mismo día, se dedica a cuidar las plantas del invernadero localizado a un lado de la entrada trasera de la cochera.
La botánica es la única actividad que podía relajarla aunque las niñas hicieran escándalo afuera. Y si no lo dejó claro, para ella cultivar flores, frutas y vegetales eran lo máximo, ya que lo mucho que cosecha eran para la cena y/o desayuno de su amplia familia.
Ninguno de los primos/hermanos se metía a ese lugar porque tenían el temor de explícitamente cagarla. No querían hacerla enojar porque ella era la única en toda la casa que sabía hacer galletas y tenían el temor que no las volviera hacer, aparte, de ahí venía casi todos vegetales que consumían.
Cuando terminó de tomar el último tomate maduro de la planta del invernadero, llevó la canasta llena con otras frutas y vegetales a la cocina, donde se tomó su tiempo en lavarlos y guardarlos en el refrigerador para su póstumo consumo.
Mientras continuaba regando las plantas de la cocina, tenía la compañía de su padre, quién hacía waffles para el desayuno debido a que cada sábado, un adulto tenía que hacer para todo el mundo, sin excepciones. Lo digo porque Lincoln estaba crudo, ya que salió con sus amigos a divertirse después de tanto tiempo de no verlo, sin embargo, pudo levantarse temprano porque un paracetamol y un café podían llegar a ser un levanta muertos.
— Oye Leina, ¿Podrías ayudarme a llevar el desayuno a las mesas, por favor? – dijo Lincoln con un plato repleto de waffles en sus manos.
La rubia silenciosa aceptó con gusto.
Cuando colocaron los waffles en la mesa de poco a poco todas en la casa iban a desayunar. Algunas adultas estaban medio dormidas y tenían una pizca de mal humor, sin embargo, se alegraron porque el albino les sirvió una taza de café.
Antes que desidiera sentarse en la mesa, Leina fue por Loan para que no acostumbrarla a qué desayunara sola. Con mucha tranquilidad, veía tan todos sus primos juntos en la mesa, desde Lulú en el banquito para bebés tomando su biberón con leche achocolatada, hasta Laika después de haber ido a correr sus 10 km semanales. Y Sonette, quien había una pijamada la noche anterior con Lyra, además, la castaña compartió su parte del desayuno para que pudiera comer con ella.
Unos minutos después, Leina se percató que su tío Lincoln estaba regando las plantas que le faltaban en la cocina mientras tenía una taza de café en la mano.
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Seguro Que Pierdo {Loudcest}
FanficDesde que tienen memoria han sido criadas por sus madres de una forma relativamente bien, pero no la correcta. Una madre puede criar a sus hija ellas solas, sin embargo, tiene sus consecuencias y más siendo las hermanas Loud. Las hijas del pecado te...