Seguro Que Pierdo {Loudcest}

XI.- Tedioso y cariñoso

Criar un bebé es un pedo.

Pese a ello, Lulú es una bebé cariñosa y bien portada cuando está con su mamá, pero las veces que ha estado sola aunque sea por cinco minutos siempre hacía una travesura como pegar a Lyra y Leia al techo solo por diversión. Podría ser por los cromosomas de Lisa, ya que en sus 14 meses de vida es mucho más inteligente que Lemy a su nueve años y eso que actualmente tenia nueve años.

Al ser hija y creación de Lisa, las mutaciones genéticas era prácticamente normal en su día a día, pero eso no le quita ser una bebé feliz.

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Cuando la luz del amanecer entró por la ventana directo en su rostro, sabía que era hora de despertarse.

Esa habitación era la más rara de toda la casa, ya que había aparatos científicos y utensilios de laboratorio en un esquina del lugar, y en el lado contrario había cuidados para bebés y juguetes hechos por Lisa para su pequeña creación.

Lulú siempre dormía a un lado de su madre en la misma cama porque antes había una cuna en la habitación, pero siempre se salía para dormir a un lado de Lisa, así que la científica no obtuvo más opción y deshizo de la cuna.

Por costumbre, Lulú pasaba todos los días a toda horas con su madre debido a que era una bebé y Lisa no salía mucho, ya que su trabajo le permitía trabajar desde casa.

Volviendo a lo iba, Lisa se encontraba en un baño de burbujas mientras hacía cálculos matemáticos en una tableta mostrándose en una pantalla de alta definición enfrente de la bañera. (Lisa tiene una televisión en su baño porque podía). Entre sus piernas, Lulú se divertía con algunos juguetes en la bañera mientras que Lisa hacía pausas en lo que hacía para enjabonar a su retoño.

Mientras salía del baño con Lulú envuelta en una toalla, tiró el pañal de su hija a un contenedor rojo de desechos biológicos para después ponerle otro pañal nuevo y ponerle otro mameluco limpió. Después tomó solo se puso un vestido de lana de color verde y luego su bata de laboratorio. Seguido, tomó a su hija y la peinó como siempre.

Bajaron y terminaron de desayunar, sin tomarse la molestia de pensarlo Lisa colocó a su bebé en su cabeza como era de costumbre para después entrar y cerrar el sótano con seguro para continuar con sus investigaciones creyendo que su hija aún seguía en su cabeza.

Digo "creyó" porque en realidad Lulú se había bajado a propósito con la intención de divertirse un rato.

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Con la curiosidad de un gato, Lulú miraba el patio a través de la ventana.

Veía como Lyra encontró una barra de chocolate en la mesa del jardín, ni tonta y perezosa tomó el chocolate para intentar abrirlo y comerlo, pero no pudo. Empuñando una katana de madera, Sonette llegó por la espalda dispuesta atacar a su hermana y mejor amiga, pero Lyra con astucia se defendió usando un escudo y una hacha de madera para detener el ataque, luego se apartó de su amiga rodando con gracia y velocidad.

Sonette marcó con su katana el suelo reclamando el chocolate como de su propiedad, pero Lyra no se iba a quedar de brazos cruzados, se colocó en guardia para luchar lo que por derecho es suyo.

De repente, una claymore de madera cayó a un lado de las adolescentes clavándose en el césped. Ambas observaron que Lynn III había llegado para luchar por la última barra de chocolate, bajó del árbol aterrizando en el suelo para después tomar su arma y colocarse en guardia con gracia y disciplina.

Cada una de las tres mantenían su guardia esperando a la que atacaría primero, pero Lyra decido bajar sus armas.

— Quizás hubo una probabilidad a de alcanzar la paz – Pensó Lulú mientras seguía observando desde la ventana. — Pero la desesperación y la confianza rara vez son aliados.