Capítulo 3

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Lo siguiente en su vida parecía un sueño.

Su maestro se dedico a formarlo en educación, estudió fuera del país y aprendió de idiomas; también su maestro insistió que practicara su habilidades sociales, aunque no era el mejor en ello, era torpe e impaciente al principio, pero con el paso de las años supo que el silencio y algunos gestos de cortesía eran mucho mejores que las palabras. Tenía una casa llena de lujos, personas amables a su servicio y cada cosa que él quería se le daría, pero en aquellas tardes cuando se encontraba solo, sentía que no era suficiente. Muchas veces se pregunto por ese vacío y se dio cuenta que nunca tuvo un sueño particular, así que tomar el lugar de su maestro no le pareció tan mal . También sentía culpa por su familia, pero no por haberle hecho eso a su padre si no porque no los extrañaba, en cambio encontraba que lo único que añoraba de su antigua vida era a su pequeño Izuku-chan y a su antiguo jefe de la tienda de autoservicio.

Su maestro, era un hombre de negocios, era un tipo implacable, un hombre que sabe lo que quiere y cómo conseguirlo. Era un empresario con experiencia, su compañía de inversiones absorbía pequeñas empresas en quiebra y después vendía sus activos, con el paso de los años hizo de eso algo muy lucrativo. Tomura se convirtió en su aprendiz. El hombre supo que su intuición con el joven no fallo pues era inteligente y rápido para aprender, aunque Tomura era reprendido continuamente por su falta de convicción.

...

Apenas empezaba el otoño, siete largos años habían pasado y ahora volvía a pisar su ciudad natal. Era extraño ver cómo todo había cambiado en Musutafu. Ahora era un hombre de 24 años, su complexión cambio, ya no era un joven escuálido y bajito, alcanzó el metro ochenta y tantos, su rostro era atractivo y los ojos rojos relucían como nunca aunque las cicatrices lo hacían ver descuidado.

Las enseñanzas de su maestro lo trajeron de vuelta, ahora le tocaba a él emprender por cuenta propia y Tomura decidió que era un buen momento para volver. Había comprado una empresa pequeña que desarrollaba juegos online , nunca dudo que el mundo de los video juegos era su única pasión y ahora estaba apunto de tener su propia marca y todo coincidió en Musutafu.

La nostalgia lo guió por cada lugar que fue importante en su corta vida allí. Desde los callejones hasta el parque de juegos.

— Izuku-chan... —Él era un pensamiento constante siempre, desde que dejó ciudad hasta que supo volvería por un tiempo. Lamentó no poder despedirse y a su vez se preguntaba ¿Qué había sido de él? ¿Era feliz? ¿Cómo se vería actualmente? apostaba que solo se habría vuelto un jovencito apuesto y alegre. Aunque cuando era honesto con el mismo en las noches solitarias se encontraba imaginando su aroma, pensar en las posibilidades le endurecía el miembro y se desahogaba fantaseando mientras se frotaba hasta terminar siempre con el recuerdo de sus ojos verdes. Aunque el final terminaba furioso pues sabía que nunca seria capaz de percibirlo o incluso tal vez ya se lo hubieran robado. Maldecía su naturaleza beta.

Caminó devuelta al hotel. Eran las 6 de la tarde, el sol estaba cerca de ponerse y a unos pasos del cruce de peatones lo vio pasar a su lado, fue como un destello cálido y le fue imposible apartar la vista apenas un mechón de esponjoso cabello verde sobresalió del páramo gris que era toda la muchedumbre. Dio un corto suspiro cuando pasó a tres personas de él, su rostro se perfiló solo un poco, su estatura no cambio mucho, calculó que no pasaría el metro setenta, era esbelto con cintura pequeña y labios bonitos. Hipnotizado, lo siguió con la mirada atónito pero grabando en su cabeza cada detalle hasta que lo vió subir a un autobús y luego solo se alejo a la distancia. Se paralizó ahí mismo, agradeció su suerte y supo que tenía razón, Izuku ahora era un joven apuesto, un omega hermoso, pero se había equivocado en algo, la mirada de su ángel que alguna vez fue resplandeciente ahora era distante y opaca. El corazón se agitó ansioso de saber más.

Mi ÁngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora