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El enclave de Romixa, amanecía un soleado día más, de nuevo sin sufrir ningún ataque de monstruos.

Axlin llevaba ya un buen rato despierta asi que se incorporó en la cama con precaución de no despertar a Xein, pero el Guardian, siempre alerta, se percató al instante y entreabrió los ojos, adormilado.

Axlin se maldijo en silencio por su torpeza, pero el Guardian no parecía enfadado en absoluto.

-Buenos días Axlin- dijo el chico con una amplia sonrisa.

Axlin le sonrió a su vez mientras comenzaba a vestirse.

-Buenos días, ¿Qué tal has dormido?

El chico se estiró como un felino dejando escapar un bostezo.

-He dormido muy bien, junto a ti. - dijo mirándola fijamente- No sabes lo que te he echado de menos Axlin...

Axlin se acercó a Xein y lo besó con cariño.

-Yo también te he echado de menos Xein.

Los dos cruzaron una larga mirada en la que se lo dijeron todo, pero entonces alguien empezó a llamar fuertemente a la puerta con insistencia interrumpiendo el momento.

Axlin se acercó a la puerta y la abrió.

- ¡Buenos días compañera!

-Por todos los monstruos Loxan - contestó Axlin- ¿A qué viene tanto escándalo?

Loxan le dedicó una amplia sonrisa llena de dientes.

-Tienes que venir ya- contestó Loxan- Tu y Xein también. Tenemos que decidir entre todos que rumbo tomar.

Loxan tenía razón.

Los ocho Guardianes del enclave de Romixa habían logrado arrojar el bestiario al Manantial y los monstruos habían dejado de generarse en su interior.

Ahora debían decidir qué rumbo tomar, como continuar el viaje.

Así que Axlin asintió y salió de la cabaña seguida de Xein y Loxan.

Los tres llegaron junto al resto del grupo.

Ruxus se encontraba sentado en una silla y sonreía más feliz que nunca, a su alrededor, los Guardianes le relataban con todo detalle su viaje a través de la Última Frontera hasta el Manantial.

Axlin, Xein y Loxan se sentaron junto a los Guardianes a escuchar impresionados como relataban con entusiasmo su trepidante aventura.

- ¡Por todos los monstruos Axlin! - exclamó Yarlax- Tendrías que haber visto al rampante, ¡Era inmensamente colosal!

Axlin abrió mucho los ojos extrayendo a toda prisa su bestiario del zurrón.

- ¿Cómo son? ¿Qué forma tienen? ¿Qué tamaño alcanzan? – dijo Axlin acribillando a preguntas al Guardian de ojos dorados que soltó una carcajada divertida.

-Veras- comenzó a relatar Yarlax con entusiasmo- Los rampantes son los monstruos colosales de mayor tamaño que existen, están cubiertos de vegetación verdosa, similar a la de los Musgosos y por ese motivo pueden camuflarse muy bien, tienen las cuencas de los ojos vacías y emanan un resplandor anaranjado un tanto siniestro...-

Axlin, lo anotaba todo rápidamente en su bestiario.

- ¿Podrías dibujarlo? – dijo interrumpiendo al Guardian, maravillada, pero este negó con la cabeza sonriendo.

-Me temo que no nací para dibujar monstruos, solo para matarlos. - se excusó Yarlax encogiéndose de hombros.

-Trae- dijo entonces Lediax pidiéndole el bestiario a Axlin- Creo que yo podría dibujarlo.

ɢᴜᴀʀᴅɪᴀɴᴇꜱ ᴅᴇ ʟᴀ ᴄɪᴜᴅᴀᴅᴇʟᴀ -ɪᴠ- ᴇʟ ᴀᴍᴏʀ ᴅᴇ ʏᴀʀʟᴀxDonde viven las historias. Descúbrelo ahora