Por unos instantes sobrevino el silencio.
- ¡Por los ocho fundadores! - exclamó Xein sin dar crédito a lo que veían sus ojos- ¿Qué ha pasado aquí? -
El enclave había sido brutalmente arrasado por los monstruos, la empalizada se encontraba por los suelos y las puertas habían sido derribadas.
Axlin bajó del carro acorazado de Loxan con la ballesta a punto entrando en el enclave.
Xein se apresuró a seguirla a lomos de su caballo alzando un candil para iluminar el camino, pues era ya noche cerrada y la oscuridad era el fuerte de muchas criaturas.
-Axlin, atrás- dijo Xein adelantándose a la muchacha- Voy a rastrear el enclave antes de nada... Sabes que podrían quedar monstruos por alguna parte.
La muchacha abrió la boca para protestar, pero finalmente asintió y subió al pescante junto a Loxan que extrajo su machete de su zurrón preparado para acabar con cualquier monstruo que se cruzara en su camino.
Xario, Rox y Yarlax siguieron a Xein a través del enclave mientras que Lediax, Noxian, Andrex, Trix, Axlin, Loxan y Ruxus aguardaron en silencio en el camino.
Xein volteó su lanza en ese gesto tan característico suyo...
Y entonces se le erizó la nuca con una súbita y desagradable sensación de alerta.
Los tres Guardianes se detuvieron de golpe, alerta.
Xario tensó su arco con su mirada dorada alerta a cualquier señal.
Rox se echó la mano a la espalda cogiendo el hacha que llevaba prendida de la espalda.
Yarlax extrajo sus dagas curvas del cinturón y escudriñó las sombras en silencio.
Y Xein volteó su lanza con la mirada al frente, listo para acabar con cualquier criatura que emergiera de la oscuridad.
Y fue entonces cuando se escuchó un estridente chillido, y un «flap, flap, flap» retumbó por todas las paredes del enclave.
Entonces una criatura se alzó en aire batiendo sus poderosas alas membranosas y emitió un terrible chillido mostrando un hocico verrugoso erizado de colmillos.
El corazón se le detuvo un breve instante.
Pellejudos.
La criatura chilló de nuevo y se abalanzó sobre los Guardianes que no tardaron en reaccionar atacándole al mismo tiempo con esa coordinación tan característica de ellos.
Trix, Andrex y Noxian acudieron en su ayuda al instante blandiendo sus armas.
- ¡Compañera! - exclamó Loxan dirigiéndose a Axlin. - ¡Nunca he tenido el placer de matar a un pellejudo! ¡Esto no me lo pierdo! -
Loxan saltó del pescante echando mano de su machete mientras le giñaba un ojo a la muchacha y se dirigía hacia la criatura preparado para luchar contra ella a brazo partido como siempre hacía.
Axlin se apresuró a cargar su ballesta, pero cuando abrió su carcaj en busca de un virote, calló en la cuenta de que nunca se había enfrentado y no sabía que veneno emplear.
Se giró hacia Ruxus que contemplaba la escena horrorizada.
- ¡Ruxus! - gritó llamando su atención- ¿Que escribiste en el bestiario de Grixin acerca de los pellejudos? ¿Qué veneno es el más adecuado? -
Ruxus negó con la cabeza.
-No escribí nada acerca de venenos, lo siento. - se excusó el anciano girando la cabeza de nuevo para contemplar horrorizado la criatura que él y sus compañeros habían creado un día.
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ɢᴜᴀʀᴅɪᴀɴᴇꜱ ᴅᴇ ʟᴀ ᴄɪᴜᴅᴀᴅᴇʟᴀ -ɪᴠ- ᴇʟ ᴀᴍᴏʀ ᴅᴇ ʏᴀʀʟᴀx
FanficLa continuación de la apasionante saga de Laura Gallego "Guardianes de la Ciudadela" Los monstruos han dejado de salir del Manantial pero todavía quedan muchos en el mundo de Axlin y es hora de acabar con todos ellos. Ahora ya no están tan indefenso...