Relatos Curiosos

Proyecto Cucaracha

—Recordad llevar las gafas puestas—les ordena una chica que lleva un traje rojo.

—Capitán, hemos encontrado a tres más. —señala el chico del traje azulado, con temblores, hacia donde se encontraban dos personas comiendo del suelo.

—Tranquilo Hibiki son civiles... o en su defecto zombies; que para los ojos de la compañía es lo mismo. —le explica la chica del traje rojo.

—Lo sé jefa Kusumoto, pero todavía no me acostumbro a disparar a los civiles.

—Vamos Hibiki no seas un llorón. —le responde el chico que lleva un traje verde—. Si Yuu puede, tú deberías poder.

—Eso—el chico aludido sonríe y asiente y después al darse cuenta del matiz de las palabras se le quita la sonrisa— ¿por qué dices eso?

—Porque es evidente. Los jefes llevan el color rojo y los que tienen el rango más bajo llevan el blanco.

—Ven aquí Kaede, veamos si sigues tan gallito después de que te pegue—le espeta muy fuerte Yuu al chico de verde.

— ¿Podéis callaros? Os recuerdo que estamos en Minamata.

Ambos se callaron y escucharon crujidos.

—Preparad las pistolas—ordena la mujer sin un atisbo de duda.

Los cuatro sacan sus armas: la de rojo dos revólveres, verde y azul sacan una pistola, por último el de blanco se prepara el rifle para mirar por la mirilla.

«Arrg», se escucha un alarido y de los escombros sale un animal que medía igual que un humano, pero tenía patas en vez de piernas y brazos; exactamente tenía seis en total. Los cuatro comenzaron a disparar en la dirección a la que se dirigía aquel animal; pero lograba esquivar las balas, cayendo estas al suelo.

Aquel animal, que parecía un insecto, saca de su espalda dos alas. Vuela y con la fricción del aleteo hace un ruido molesto.

—E-eso, ¿es una cucaracha? —pregunta Hibiki lleno de miedo al ver un insecto que media lo mismo que él o más.

—Hibiki relájate, Chiso ya nos informó en los documentos que pedí que os leyerais —sobre este lugar y la extraña enfermedad.—, antes de venir aquí.  —la general se acerca al insecto y dispara con ambas manos sin éxito.

Por su parte, el insecto baja unos metros y golpea a la chica de rojo. Ella cae y se le resbala de ambas manos los revólveres.
Los soldados seguían disparando a ese ser pero la mayoría de disparos no le daban, y los que sí acertaban no le hacían gran cosa. La chica aprovecha que el bicho está entretenido para arrastrarse hasta las armas. El insecto mueve sus antenas y para sorpresa de la comandante, gira su atención hacia ella. Salta y se lanza encima de ella. La chica pega un grito agudo de dolor, aún con esas intentó guardar la compostura; su cuerpo le pedía constantemente vomitar, al notar las patas de ese engendro sobre su cuerpo. Pero se contuvo.

Yuu llevaba desde bastante rato mirando el patrón de ataque que hacia ese bicho parecido a una cucaracha y ahora que estaba quieto. Es la oportunidad perfecta. Respira profundamente y con el catalejo apunta hacia la cabeza. Acerca sus dedos a la zona del gatillo, y con determinación dispara.
El proyectil sale con rapidez hacia el insecto; que movía sus antenas alerta. Pero cuando se percató del disparo, la bala impacto en su cara. Haciendo que explote y suelte un líquido viscoso de color verde sobre la general.

—Gracias Yuu, disparaste bien. —premia al chico mientras se quita todo el pringue de la cara.

—No es nada Akemi

—Yuu ten más respeto, soy tu superior— expone la chica moleta, quitándose el pringue del traje.

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