8. Movil ; segunda perspectiva

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TaeHyung sentía un gran peso en sus hombros. Desde que Jungkook le había entregado el móvil, dejándolo en una esquina de la ducha de su lugar, en ese especifico sitio donde las cámaras no llegaban. Lo tenía guardado en los pantalones, porque gracias a dios, a él no le prestaban demasiada atención como a su hermano y Alfa.

Era el cumpleaños de Jimin, pero el peli rosado no quería ver a nadie. Tae había logrado conseguir un tinte de cabello por el guardia con el cual Hoseok había hablado, quería ir y teñirle el cabello como todos los años. Pero su hermano se había encerrado en su habitación, haciendo un nido en su cama con las almohadas. No le habían llamado para ninguna prueba esa mañana, y era claramente porque Jimin cumplía mayoría de edad, y la luna nueva se acercaba. Estaba prevista para la noche de su cumpleaños, siendo coincidencia o no, TaeHyung sabía que todo tenía que ver con todo. Querían que el Alfa marcase a su Omega, querían que le anude.

Jodido dios, querían que tengan cachorros para seguir experimentando.

El castaño sintió un nudo en su boca al pensar aquello, las lágrimas saliendo disparadas de sus mejillas rápidamente. Eran unos malditos hijos de putas si pensaban hacer eso con sus sobrinos.

Por eso mismo, era que Hoseok se encontraba fuera. Había sido arriesgado, había salido lastimado y ahora estaba en la enfermería, pero aquella pelea con el guardia, le habían dado lo que necesitaban.

Se fue al baño, fingiendo que iba a ducharse. Prendió el agua, siendo allí donde el sonido de las cámaras dejaba de funcionar. Se arrodillo, en la esquina justo detrás del retrete, y se quitó el teléfono de sus boxes.

Cunado de allí también cayó un pequeño sobre a suelo, del tamaño perfecto para que entrase dentro de la fonda del móvil. La retiro, y guardo el único preservativo que habían podido conseguir en la funda.

No iban a tener cachorros.

Su hermano no iba a quedar embarazado como prueba de un puto experimento, sus sobrinos no iban a quedar en manos de científicos ni ser la primer atracción mundial. Odiaba esto, esa situación. Odiaba que su Jimin estuviera pasado por todo aquello, así que tratan de ayudar a la pareja todo lo que pudieran. Su hermano mayor se había sacrificado todo por todos, todo el tiempo. No iba a sacrificar su vida ahora.

Querían que se aparearan, quería que Jungkook lo anudara y TaeHyung no sabía si eso siquiera era posible. Si bien eran humanos, a parte animal estaba mas que viva.

Aun así, reamente entró a ducharse. El agua no era caliente, pero no le importaba, casi no podía sentir nada. Maldita sea, era el cumpleaños de una de las personas más importantes de su vida y este no quería verlo.

Cuando salió, luego de unos minutos, notó que su novio estaba esperándole en la mesa, vendado y con una pequeña sonrisa.

TaeHyung asintió, y Hoseok sonrió aún más.

_Dijeron que podemos ir a verles, cariño.- dijo el pelirrojo, abrazando a un limpio Omega. Tae asintió, oliendo el aroma de su Alfa. Estaba más fuerte, más picante. Tae sintió su cuerpo temblar, sus sentidos salir a flor de piel y la necesidad de estar pegado a Hoseok lo máximo posible.

¿Por qué de repente se sentía todo más intenso? ¿Por qué, si hace minutos estaba llorando? ¿Por qué ahora parecía como si todos los problemas del mundo tuvieran solución en los brazos de Jung Hoseok?

_Pequeño...- murmuro Hobi, olfateando los húmedos cabellos de su pareja, literalmente. Hundió luego su nariz en su cuello, detrás de su oreja y bajando por la clavículas. - No puedo...eres tan...

_ ¿Qué nos...está sucediendo?

El pelirrojo suspiró, alejándose un poco. El menor sintió esto como un rechazo, su lobo bajó la cola y las orejas, aullando.

A mordidas | KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora