Capítulo 20

20 2 0
                                    

A la salida, como habíamos acordado, Thomas ya me esperaba ahí en la entrada, lo saludé con un beso en la mejilla, el hizo lo mismo.

-Ahora si hablemos, por favor -fue lo primero que dijo, por un momento pensé que preguntaría como me encontraba o algo parecido, pero no fué así.

-Claro, mira sabes que si no estoy contigo es por algo y tu sabes la razón -le dije, ojala entienda la indirecta.

-No te entiendo.

-Te acuerdas cuando...-mire a ambos lados para asegurarme que lo siguiente que le iba a decir nadie lo escuchará. -Cuando te besé...

-Si es por el beso, no tienes porque preocuparte, no quiero perderte por un simple beso.

Un simple beso...para mi no era un simple beso, para mi era especial en todos los sentidos, pero para él sólo fue algo simple, algo que le dio igual, comencé a enfurecer, la verdad es que eso me enfado demaciado.

-No lo entiendes ¿verdad? -él negó con la cabeza. -Me gustas, Thomas. Me enamoré de ti...me enamoré de mi mejor amigo. ¿Ahora entiendes? -una lágrima que intentaba escapar de mis ojos, al final cayó por mi mejilla. Él, en cambio se quedó parado ahí, al parecer no le agrado para nada la confesión.

-No te creo Sia, no puede ser...-se agarró la nuca con ambas manos, estaba tratando de analizar lo que le acababa de decir.

-Pues creelo, porque es la verdad Thomas.

-Lo siento Sia, peri no puedo...no puedo -dio media vuelta y se marchó, no quiso hablar...me dejo ahí parada sola.

Regresé a casa caminando sola, la gente que pasaba al lado de mi me veía como un bicho raro, tenia lágrimas en los ojos, lágrimas en mis mejillas ya secas...no puedo creer que Thomas lo haya tomado así, pero bueno, es obvio. Yo no puedo gustarle a nadie con mi cabello corto, 《igual que un pájaro de Brasil》 aún escucho las palabras de Thomas en mi cabeza.

Cuando llegó a casa, mi Bonita esta observando un vestido que esta colgado, es de un color durazno, mi color y fruta favorita. Pero ahora lo veía mal.

-Mira mi niña, lo que tú madre te ha comprado...

-No lo quiero, no ire al baile -le dije mientras subía las escaleras.

Llegué hasta la entrada de mi habitación, entré y cerré de un portazo. Me tumbe en mi cama baja arriba, las lágrimas no tardaron en caer.

-¿Que es lo que tienes? -dijo mi Bonita mientras tocaba la puerta, no pensaba abrir.

-Déjenme en paz...

-¿Que tienes Sia? -ahora preguntaba mi pequeño hermano.

-¡Saben que no les voy a abrir! -les grite ya enojada.

Sólo quería un momento para mi, llorar por todo lo malo acumulado que tengo, desahogarme, lo que sea...si tan sólo Thomas me amara todo sería diferente.

ÁmameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora