Capítulo 8

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El miércoles, me levanté temprano y corrí a la cocina, vi a mi Bonita sentada tomando una taza de café.

-Bonita ¡Feliz cumpleaños! -la sorprendí.

-Hay mi niña, muchas gracias -me dijo mientras le daba un abrazo.

Subí a tomar mi ducha mañanera, me vesti y volví a bajar, mi hermano y mi Bonita estaban desayunando.

-Por fin bajas -me dijo mi hermano Sergio.

-Callate menso.

-Bonita, ven -tenía su boleto de avión en la mano derecha escondida en mi espalda. Se acercó y saque el boleto. -Toma, es un boleto de avión para que vallas a San Miguel de Allende, quiero que te distraigas y te destrezes un poco.

-Sia...gracias. -se le salieron las lágrimas. -No se como te lo voy a pagar.

-No me des las gracias, tu avión salé a las 11:45, así que ve a preparar tu maleta. Iré a la escuela, pero regreso como a las 10:00.

Mi Bonita subió a preparar su maleta, mientras tanto, yo sali para tomar mi camión de cada mañana.

Llegué, y en la entrada estaba Thomas y Jenn platicando, maldita, estaba con mi mejor amigo.

-Hola -salude y me puse en medio de los dos, le di un beso a Thomas en la mejilla y Jenn me saludo a mi.

-Hola Sia -dijeron los dos.

Entramos, y Thomas nos fué a dejar al salón, se despidió de Jenn, pero se le olvidó algo, despedirse de mi. Si, me sentí super mal.

Janeth no estaba, pero la insoportable de Andrea si, sentada al lado de Kevin. Me acerqué a saludar a Kevin y mientras, me dijo que Janeth no vendría durante una semana entera. Pero mi pregunta era ¿Porque no le avisó a su mejor amiga? Otro golpe sin puño para Sia. El primero, obvio fue de Thomas.

-¿Me puedo sentar contigo Sia? -se dirigió a mi Jenn, con su cara de niña buena.

No tube que contestarle nada, porque justo cuando terminó de hacerme ésa pregunta, se pasó conmigo. La clase se me hizo eterna, pero mientras tanto, Jenn, me platicaba de su vida personal.

-Mis padres nunca están en casa, tienen entre los dos una empresa de Arquitectura, y la verdad es que eso me molesta mucho, aparte, tengo que lidiar con mi hermano, Samuel, tiene 15 años.

Dios, parecía que me estaba contando mi historia, no puede ser, de verdad que no puede ser, sólo falta que me diga que tiene una Nana.

-¿Entonces siempre están solos en casa? -quise saber, simple curiosidad.

-No, para nada, nos cuida nuestra Nana, se llama Mariela, es tan dulce y tierna con nosotros.

Me voy a dar un balazo, sus padres no están, tiene un hermano que esta en la pubertad igual que el mío, Sergio. Aparte, tiene una Nana, que dulce y tierna como Melissa.《Es tú gemela pérdida》me digo a mi misma. Estaba considerándolo. Estaba loca, como podía considerar algo así, estoy perdiendo la cabeza. Me sentía super rara.

-Cuéntame algo de ti -me dijo Jenn, distrayendome de mis pensamientos.

Estaba pensando que decir, hasta que me decidí.

-Pues mis papás siempre están en casa, comparándolos con los tuyos -mentí, al principio no queria hacerlo, pero creo que pensé bien, no quería que supiera que su historia es igual que la mía. -Tengo dos hermanos, uno de 12 años y mi otro hermano es mayor, él tiene 20 y ésta en España. -no podía creer la cantidad de mentiras que salían de mi boca.

-Hay que padre, quisiera que mis padres también estuvieran en casa todo el tiempo, pero no es así. -comenzó a ponerse un poco triste, pobre chica, ella de verdad sabe que es estar sin el cariño de un padre, pero más el de una madre, ella de verdad me comprendería.

Pero preferí contarle demasiadas mentiras.

ÁmameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora