Capítilulo 21

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No me di cuenta que me había quedado dormida hasta que abri los ojos y vi por la ventana de mi habitacion un cielo obscuro. Me incorpore lentamente y fui hacia el baño de mi habitación, abrí el grifo y lave con agua fria mi rostro, me miré en el espejo y vi en el unos ojos inchados y rojos, mi cara estaba demacrada. Tocaron tres veces a mi puerta pero no pensaba abrir, no quería que nadie me vierqa así.

-Soy yo hija, tu madre- al insatnte en que dijo que era ella, corri a abrirle, queria su apoyo y su consuelo, a pesar de todo lo malo, siempre la querria y siempre seria mi madre, mi amiga...mi confidente.

Cuando abrí la puerta y me lance a abrazarla, ella me  correspondio el abrazo de inmediato.

-Todo está bien, Sia.- trato de consolarme,  pero era absurdo. Nada podía consolarme en estos momentos.

Hice que mamá estará en mi habitación, se sentó al igual que yo y le conte todo, no me interrumpió en todo momento que yo hablaba, sólo me escuchó, atenta a mis palabras, me dio unos consejos que sé,  me servirán de mucho.

-Gracias por escucharme, mamá.

-No agradescas nada, te quiero.

Y salió de mi habitación, en el momento en que lo hizo me sentí muy sola, y así estaba.

Tenía que ir al baile, siempre quise ir, y no por eso me detendre, ire a como de lugar, pero eso si, no iré con el imbécil de Ernesto. El baile sera dentro de nada, y tengo que estar con la frente en alto, pero ahora que lo pienso, Kevin se ha vuelto mi único y mejor amigo. Comprendía a Thomas, creo que yo igual hubiera reaccionado de igual manera, oero ya, lo hecho, hecho está.

Ahora que lo recuerdo, sé con quién puedo ir al baile, con una persona que me ha tratado de lo más lindo, que ha estado ahí, que sé que si lo llamó ahora vendrá corriendo, Manuel, ire con la persona que me quiere de verdad.

Tengo que llamarlo mañana para ver si puede, creo que tengo ideas precipitadas, sé que irá, pero aún así tengo que llamar. No quiero confirmar nada.

Después de pensar las cosas y tener ideas locas, bajé a cenar,  me encontré a mi Bonita y me preparó algo, al final tuve que contarle todo, al fin y al cabo ella siempre me ha escuchado y me ha apoyado en todo, cuando terminé, subí de nuevo a mi habitación y me puse ropa más cómoda, me metí en las cobijas y me quede dormida, pero antes de hacerlo, una lágrima resbaló de mi mejilla al recordar como Thomas dio media vuelta y se marchó...eso me mato.

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