Decisiones

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Adrien todavía no lo podía creer, se quedó pasmado un momento, pasó una mano por su cabello y una risa nerviosa salió de su garganta sin poderlo evitar.

-Está viva...- murmuró mirando a su padre que no demostró algún signo de mentira o siquiera bromear con algo así de delicado, pero era su padre así que lo último quedaba descartado.- ¡Está viva!- se levantó de un salto del sillón casi tirándolo al suelo.- ¡No lo puedo creer! ¡Bridgette está viva! Debo llamar a Mari y decirle, estoy seguro que se desmayará o ¿debería llamarle para que regrese y así pueda ella verla?- mientras su hijo divagaba Gabriel miró al exterior por la ventana de su estudio con semblante pensativo, ya era de noche y las luces de la ciudad mostraban un hermoso paisaje de la vida nocturna.

-Aun no debes decirle a la señorita Dupain-Cheng.- Adrien se detuvo y miró a su padre como si hubiese dicho alguna locura.

-¿Por qué no papá? Marinette estará eufórica, después del accidente quedó destrozada pensando que se había quedado sola. Ahora puede estar con Bridgette de nuevo. Como una familia.

-Félix no tiene dudas de que sea ella pero pedí que realizara unas pruebas de ADN por si acaso.

-Bien, pero si todo concuerda con que es Bridgette, Mari debe enterarse para...

-No Adrien. Así menos puede saber que su prima está viva. Al menos de momento.

-Pero ¿por qué?- su padre no voltea a verle pero es notoria la tensión en el hombre.

-¿No crees que es demasiado extraño? Primero dicen que murió pero no es así, sino que es enviada a otro lugar, y no solo eso, después entregan a la señorita Dupain-Cheng una urna con sus supuestas cenizas. Entonces...

-¿Qué rayos ocurrió en ese hospital?- Adrien cae en la cuenta de lo que dice su padre, aun podía recordar los gritos de Marinette cuando se enteró que sus padres y Bridgette no habían sobrevivido al accidente en la van de la panadería, estaba destrozada y como una broma cruel por un supuesto error del hospital le entregaron las cenizas de su familia, un error que provoco que Marinette se desmayase al no tener tres cuerpos sino tres urnas que enterrar.- Recuerdo como sufrió Marinette... un simple tecnicismo según ellos y su familia fue cremada. Fue un desastre tras otro...

-Un día negro que la marcó sin duda. Pero eso no explica cómo puede ser que la señorita Bridgette esté viva, haya despertado fuera de Paris y con amnesia.

-Esto no puede ser un error como con las cremaciones.- dijo Adrien ahora tan serio como su padre.- Tienes razón. Hay algo muy extraño en todo esto.- de repente alguien toca a la puerta del estudio.

-Adelante.- dice Gabriel y Natalie entró algo apenada.- ¿Qué ocurre Natalie? Debiste haberte ido hace una hora.

-Así es señor pero llegó la señorita Bourgeois y busca al joven Félix. No quise interrumpirlo en la charla con su hijo.

-La señorita Bourgeois...- dijo con cierto fastidio colocando dos dedos sobre el puente de la nariz.- Dile que Félix no la atenderá hoy.

-Se lo dije. Y le dije que tampoco estaba pero insiste que no se irá hasta verle.

-Yo la despediré padre.

-Por favor.- gruñó su padre. La verdad era que esa joven lo tenía harto. Maldita fuera la hora que quiso emparentar a sus hijos con esas locas. Gracias al cielo abrió los ojos e impidió a su momento cualquier tipo de promesa o compromiso con esas señoritas, aunque eso no impidió que la hija mayor del alcalde siguiera con sus constantes acosos, por suerte su hermana menor no siguió sus pasos y dejó a Adrien en pa. Adrien en cambio al bajar las escaleras tomó aire al ver que Claudia Bourgeois estaba allí. La hija mayor del alcalde era joven hermosa, con su cabello rojo anaranjado con las puntas desperdigadas hacia los lados, de ojos de un verde apagado con sombras difuminadas, de delgados labios pintados en fucsia, vestida en un entallado vestido verde esmeralda corto que exponía con su amplio escote su cuello y hombros, con altas zapatillas de tacón de agua negros, sus grandes aretes de oro que hacían juego con su collar y brazaletes de esmeraldas te decían que era una chica más que privilegiada, deseable para muchos hasta que la conocían, para Adrien era insoportable y ella parecía no entender que Félix nunca podría interesarse en alguien que no hubiese sido Bridgette. Ahora agradecía a cualquier fuerza divina por ese milagro para su hermano o estaba seguro se hubiese quedado solo y amargado para siempre.

vivir, amar, recordar Donde viven las historias. Descúbrelo ahora