You Are My Love

Capítulo IV

POV SEUNG RI.

Ella continuó en la posición de no querer subir al auto. Abrí la puerta y el perro entró inmediatamente. Ella se quedó quieta.

-Lo siento pero no puedo aceptar su oferta. No quiero que tenga problemas. Duma bájate del auto -dijo.

El perro la miró pero no le hizo caso.

-No me vas a meter en ningún problema. Por favor. Confía en mí –dije intentando convencerla.

Ella pareció dudar, pero terminó subiendo al auto al lado de su perro.

-Pero sólo serán unos días, hasta que mi muñeca esté sana.

-Claro. No te preocupes.

Arranqué el auto antes de que se arrepintiera. Llegamos a casa. Ella bajó del auto y miró al edificio sorprendida.

-¿Aquí vive? –preguntó.

-Sí, mi departamento está en este edificio.

Entramos, llegamos a mi departamento, la hice pasar.

-Su departamento es enorme.

-Un poco. Ven -dije señalándole el camino-, esta será tu habitación.

Entró en ella, su perro se quedó en la entrada de la casa.

-Gracias.

-Ya te dije que no tienes nada que agradecer es para que yo me mantenga tranquilo. No me gustaría que te pasara nada por mi culpa.

-¿Por qué sería su culpa?

-Porque estuve a punto de atropellarte, además eres mi responsabilidad hasta que estés completamente sana. Descansa un momento, prepararé la cena.

-Oiga -dijo antes de que saliera.

-¿Qué sucede?

-Voy a quedarme con una condición.

-¿Cuál es?

-Cuando comience a causarle problemas me iré.

-Hecho.

Salí de la habitación, ella era una buena persona, fui un tonto al sospechar de ella. Cualquiera en su situación no hubiera dudado en pedirme dinero pero ella ni siquiera lo pensó. Me sentía muy bien de tener un invitado en mi casa. Duma estaba echado en la terraza disfrutando del sol.

-¿Te gusta la casa? -me acerqué a preguntarle.

Él movió la cola, supongo que eso era un sí.

Me fui a la cocina y comencé a preparar la cena, tenía mucho tiempo que no cocinaba pero creo que lo hice lo mejor que pude. Ah Jung apareció en la cocina.

-¿En qué lo ayudó?

-En nada, tú eres mi invitada.

-Lo siento, señor Lee pero a mí me enseñaron que siempre debo ayudar aunque sea una invitada.

-¿Por qué me hablas de usted?

-Porque lo acabo de conocer.

-¿Y eso qué? Tengo veinticuatro años, no es tanta la diferencia así que llámame por mi nombre.

-Está bien SeungHyun.

-Dejaré que me ayudes. ¿Qué te parece si tú haces la sopa y yo hago el plato fuerte?

-Me parece bien. ¿Puedo darle agua a Duma?

-Claro, ahí -dije señalando la alacena- hay recipientes, elige el que quieras.