—Maldición, Yurim está ahí —susurró Minho —Sólo caminen y no se muestren nerviosos —caminó elegantemente hacia las tres personas y por un momento se paralizó cuando la mirada fría de Yurim le recorrió el cuerpo y se relamió los labios.
—¿Quiénes son ustedes? —Seungmin, que hasta ese momento tenía la mirada fija en Hyunjin la desvió al escuchar la voz de la bruja.
—Somos familiares de uno de los invitados y además, el Rey Chan mandó a llamarles —dijo señalando a los esposos.
—¿El rey Chan? —meditó confusa —Los Han me habrían avisado.
—Se encuentran muy ocupados en la entrada, por eso estamos aquí.
La bruja buscó con la mirada al matrimonio Han y efectivamente en ese momento estaban recibiendo a más invitados.
—Muy bien, pueden ir con ellos —chasqueó sus dedos y en ese instante los jóvenes se movían como marionetas. Minho, Jeongin y Seungmin respiraron hondo y apretaron sus puños.
Pasaron al lado de esta y siguieron a Hyunjin y Jisung hasta por fin perderse en un pasillo oscuro. Seungmin se apresuró a plantarse frente al pelinegro y acunar su rostro. Era él. Se lamentó al verlo como estaba, su piel pálida y sus ojos sin vida, este no se movía y no intentaba escaparse de su toque. Una lágrima traicionera se deslizó hasta caer por su mentón.
Minho también revisaba a Jisung, tocaba sus manos y los costados de la cintura, también su rostro buscando indicios del Jisung que él conocia.
—Vamos rápido chicos, no hay tiempo que perder, no olviden que las pociones no durarán mucho más —tomaron de la mano a los títeres que albergaban a sus amados y corrieron por el largo pasillo, subieron escaleras y continuaron corriendo hasta ver la puerta del despacho de Chan.
—¡Deténganse!
—¡Maldición! ¡Es Yurim! —las grandes puertas del despacho se abrieron y la figura de Changbin apareció. Casi llegaron, pero una bola de luz casi impactó con ellos, haciéndoles caer y dejando un gran hoyo en el suelo.
—¡Corran y entren al despacho! —les gritó Changbin sacando su propia varita y agitándola en contra de Yurim, haciéndola retroceder varios metros. Aprovechando la distracción, los chicos se levantaron y continuaron corriendo hasta que por fin cerraron la puerta.
—E-Eso es tuvo cerca —dijo un agitado Jeongin recargado contra la madera de la puerta.
—Yo que tu, me alejo de ahí —advirtió Changbin con una sonrisa ladina y no lo tuvo que repetir dos veces para que Jeongin se alejara de un salto.
—¿Có-Cómo soportará la puerta?
—Esta es la habitación más segura del palacio y el lugar más seguro del reino, está encantado por mi y en trescientos años nada ha podido romper mi hechizo —Changbin caminó hasta el escritorio de Chan donde habían un montón de frascos de cristal y ramas de todo tipo, también algunos ingredientes que parecían vivos. Como si fuese un experto tomaba cosas, las vertía, cortaba, contaba y media hasta meterlas en dos pequeñas calderas. De su bolsillo sacó las conocidas bolsas púrpuras.
—Esos son de nosotros ¿verdad? —cuestionó Minho como si hubiese leído la mente de Seungmin.
—Sí, el anillo y la piedra, son los elementos principales. Recuperarán la memoria y volverán a ser ellos.
—Les dolerá al principio, los recuerdos no son algo fácil de recuperar ni devolver.
—¿Por qué Yurim le ayuda a los Han? —preguntó Jeongin sentándose en la silla de Chan que estaba en un rincón.
—Es algo... —se detuvo al escuchar a la mujer maldecir al otro lado de la puerta —Complicado. Verán, Heo Soobin era su hermano, esa parte ya la saben. Él era un hombre ansioso de poder y muy territorial. Antes que Jisung naciera, Dahyun cayó gravemente enfermo, médicamente era imposible hacer algo, pero su marido se negaba a dejar ir a su esposo, por lo que recurrió a la magia —tragó incómodo —El humano bajo la desesperación sucumbe a los deseos más retorcidos y Kyungju no renegó cuando Soobin pidió al primer hijo que tuviese el matrimonio con tal de que salvara al amor de su vida —los chicos le miraban expectantes y la puerta retumbaba con los múltiples hechizos que la bruja estaría convocando —Soobin cumplió con su parte, salvó de la muerte a Dahyun y años después nació Jisung, todo fue un caos desde ese instante para la familia Han. En ese momento solo quería que su pequeño hijo fuera feliz y Kyungju contaba los días al lado de su hijo, hasta que la respuesta llegó hacia él —Seungmin se levantó de su asiento.
—Tú —dijo sorprendiendo a los restantes.
—Sí, su respuesta era un matrimonio con la sangre real, así Soobin nunca podría llegar a Jisung —explicó aún concentrado en las calderas —No puedo actuar si es ajeno a la familia real, Jisung siempre estaría bajo mi protección y en ochocientos años, Soobin nunca pudo vencerme. Todo mejoró cuando Soobin murió y nadie lamentó su muerte, a excepción de su hermana que ahora quiere matar a Jisung.
—Nos lo explicaste cuando fuimos por tu ayuda la primera vez, Seungmin tenía algo perteneciente a la sangre real, a Hyungwoo.
Changbin asintió —Decidí ayudarte desde el primer momento en que vi la luz real en tu vientre —miró a Seungmin —Y mientras yo viva, tu pequeño nunca correrá peligro.
Seungmin tragó el nudo en su garganta al recordar la angustia que pasó todos esos meses sin Hyunjin.
—Muy bien, he terminado —el silencio en la habitación fue reemplazado por latente emoción. Minho y Seungmin se posicionaron a un lado del hechicero mientras hacía que los cuerpos de sus amados tragaran el antídoto y no pudieron evitar que sus corazones latieran desembocados. Changbin se alejó un paso y esperó, todos lo hicieron.
"¡Lo lamentarás Seo Changbin!" "¡Rata asquerosa!" "¡Me vengaré por mi hermano!". Eran algunas de las cosas que se alcanzaban a oir, pero en ese instante les importaba menos, ahora estaban concentrados en como lentamente el brillo en sus ojos volvía a aparecer y en como dejaban aquel porte de títere que les causaba escalofríos para parecer más humanos. Pequeños quejidos eran emitidos por los dos y poco a poco la mirada perdida de ellos barrieron la habitación. Hyunjin miraba conmocionado y se notaba extrañado, hasta que sus ojos se detuvieron en Seungmin y en como este le observaba atónito y con pequeñas lágrimas bajando por su rostro.
—¿Min? ¿Por qué lloras, amor?
Eso fue todo para que Seungmin se lanzara a los fuertes brazos de su Hyunjin y este lo apretara contra sí, pasando una de sus manos por la cabellera de su amado.
—Te...Te extrañé tanto —habló entre sollozos presionando sus oídos contra el hermoso compás del corazón del rubio.
—¿De qué hablas Seungmin? Siempre estoy contigo... —obligó al cuerpo del menor a separarse y con sumo cuidado limpió las lágrimas de felicidad, para luego acercarse y calmar el llanto del rubio con una cadena de besos por todo su rostro y terminar con un largo beso en los belfos rosados de Seungmin.
Cuando se separaron ambos se miraron con adoración.
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Soy el Seungmin de este mundo - Hyunmin
Fanfiction¡¿Dónde estaba Seungmin?! ¡Ese no era Seúl! Donde Seungmin tendrá que vivir en un mundo diferente ¡Dentro de una novela romántica! ↬ adaptación AUTORIZADA. ↬ historia original de: @txecute ↬ contenido homosexual ↬ m-preg ↬ portada por @Mo_chu12♡ #현...