Soy el Seungmin de este mundo - Hyunmin

Capítulo 7 - Primer beso

Definitivamente, Seungmin pensaba que esos cuatro días que había pasado en el palacio eran un verdadero infierno, pero tal vez... no era tan malo.

Todos aquellos días no dejaba de recibir notas y flores exóticas, todo bajo el conocido nombre de Hwang Hhunjin, y trataba, realmente trataba de guardar los gritos de emoción para él mismo, pero le era supremamente difícil y más cuando Jisung era cómplice de todo lo que estaba pasando. Lo había cubierto esa vez en que el mismo príncipe había llegado a su habitación para entregarle personalmente unos hermosos tulipanes y justamente Dahyun vio la escena, Jisung dijo que Seungmin los había recibido por él ya que estaba tomando un baño.

"Era evidente, pero quería asegurarme de que no estuvieras rechazando los regalos de su majestad, además un simple sirviente no puede aspirar tan alto... pero no te sientas mal pequeño Seungmin, aún hay buena gente de pueblo"

Fueron sus palabras y después de eso Seungmin se encerró en el cuarto que compartía con Jeongin, solo saliendo cuando los padres de Jisung lo necesitaban. Claramente el príncipe preguntó por su estado, pero como había dicho Seungmin, le decía que este se encontraba enfermo.

Ah-Ah.

Hyunjin, para nada convencido, se escabulló una tarde a la habitación cuando Jeongin estaba afuera. Lo encontró acurrucado en su cama y con un montón de inseguridades que se encargó de eliminar con besos en las mejillas del menor, quedando este como un tomate andante después.

—No lo olvides, para mi eres más que un sirviente, dije que te lo iba a mostrar y lo haré —de su bolsillo tomó un pequeño objeto —Esta es una piedra mágica, te muestra la imagen de aquello que más deseas y guarda los recuerdos más preciados que tengas. Quiero que la tengas y que juntos podamos recopilar muchos recuerdos.

Seungmin ya estaba seguro que Changbin lo tenía a sus pies.

En ese momento Jeongin casi se ahogaba con su extraña pero muy graciosa risa ¿el motivo? Seungmin le había comentado lo pasado con el príncipe. ¿Cómo Jeongin lo sabía? Todo era culpa de Jisung después de que a este se le escapara cuando los tres estaban abrazados y había dicho:

"¡Voy a luchar por Honnie y Minnie por Hyunjin!"

—Es que —risa —No entiendo —risa.

—Qué no entiendes —terminó para seguir riendo. El tema no le daba gracia, pero la risa de su amigo si que lo era.

Jeongin respiró pesado luego de reírse y carraspeó —Los señores están luchando por algo que nunca va a a suceder... pobres ingenuos —dijo susurrando, quería decírselos en la cara si era posible, pero su puesto nunca iba a permitirlo.

—Y me preocupa, no te lo imaginas ¿Cómo un simple sirviente puede destruir las ideas de la gente que verdaderamente tiene poder? ¡Y ni siquiera lo planeé! —exclamó negando y moviendo sus manos alocadamente.

toc toc

Rápidamente ambos se levantaron de sus camas y alisaron su uniforme, esperaban ver a sus señores, pero en su lugar vieron a tres queridas personas.

—Señorito, joven Lee, príncipe —por inercia ambos dieron una venia leve, después de todo ya se conocían.

—Jeongin, el rey Chan te solicita en su despacho, dice que es urgente —habla el rubio presente.

—¿A mi? —Hyuniin asintió y no pudo evitar no sonrojarse —Pe-Pero los asuntos reales son ajenos a mi —y salió de la habitación.

—No lo arruines Chan —murmuró el hermano menor.

—¿Qué hacen aquí a estas horas? La servidumbre acaba de abrir las ventanas del castillo —Seungmin volvió a sentarse en la cama y la acción fue copiada por Jisung, quien se sentó a su lado, Los otros dos jóvenes también lo hicieron en un sillón largo frente a ellos.

—Buuuenoo, por mi parte quería estar a solas con Honnie, pero mi padre está pendiente de lo que hago, por lo que andar con el príncipe me beneficia —El señorito sonrió coqueto a su novio y este sonrió mostrando su tierna sonrisa y cruzando sus piernas.

—Me ofendes Jisung, me utilizas —Hyunjin se hizo el indignado poniendo una mano en su pecho en señal de dolor y negando con su cabeza.

—Por algo estamos en el cuarto de Min ¿no? —Jisung cruzó sus brazos para demostrar su grandeza al momento de molestar al príncipe y más fue su diversión cuando vio que su amigo se había sonrojado hasta las orejas.

—¡Me voy a encargar de encerrarte en el calabozo! —Hyunjin señaló con su dedo al peliplata que en ese momento casi se moría por la risa siendo respondido por el mismo con un "Enciérrame con Minho"

Después de un rato más de risas, el peliplata con su pareja decidieron que era momento de dejar solos a los enamorados y salieron de la habitación alegando que en el cuarto del mayor no iban a ser descubiertos por el padre del señorito. Cuando finalmente abandonaron la habitación un silencio reinó en el ambiente, ambos hombres se miraban con ojos brillantes. Desde la perspectiva de Hyunjin estaba viendo a su Adonis, hermoso y delicado, su menuda figura le empujaba a querer abrazarlo entre sus brazos y esconder su rostro en su cuello y la perspectiva del menor no cambiaba mucho, no podía creer que aquel hermoso hombre lo deseara y quisiese atesorarlo.

Tanto estaba metido en sus pensamientos que se sorprendió cuando el rubio se levantó de su asiento y se acercó a él.

—¿Tienes la piedra que te di? —susurró muy cerca de su rostro que hasta su respiración chocaba con su boca. El azabache asintió y la sacó de su bolsillo del pantalón, el mayor sonrió satisfecho de que la llevara consigo. La tomó y ésta comenzó a emitir luz. Hyunjin quitó su atención de la piedra al atraerlo de su mentón.

—Recuerda que tu atención debe estar en mi Min, y este es el primer recuerdo que quiero hacer contigo.

Sin más juntó sus labios con los dulces del menor. Al principio abrió los ojos desmesuradamente por la impresión, pero al ver los ojos cerrados del príncipe y sentir los labios decididos sobre los suyos no puedo evitar caer en el hechizo.