The Purge || Cache

VI

-Under the rain-

[Poché POV]

No podía distinguir el brillo de sus ojos, no sabia si eran lágrimas de tristeza por lo ocurrido, o lágrimas de agradecimiento hacia mí. Su fina sonrisa me hizo decidirme por la segunda opción. Nos quedamos un largo momento abrazadas, en completo silencio. Nadie quería romperlo, tampoco era necesario, así que simplemente nos quedamos en silencio. Hasta que el celular de Oliver empezó a sonar de manera molesta, haciéndome retroceder para mirar la pantalla. Mí corazón casi estalló al ver el número desconocido de Johann, no tardé en contestar.

-¿Pochas?¿Donde mierda estas? llevo siglos intentando encontrarte-

-¿Tienes a Adrián?-

-Pensé que lo tenias tú...- Dijo con una fina voz casi inaudible, y un nudo se me formó en la garganta. Incapaz de contestar tragué saliva y respiré hondo.

-Lo encontraremos, estoy en una gasolinera cerca del Bronx-

-Mándame la ubicación, no tardaré-

-¿No encontró a tú hermano?- Preguntó Daniela depuse de unos segundos en silencio, asentí despacio antes de suspirar y subir la mirada hacía ella.  

Sus ojos eran aun brillosos, pero con una intensidad diferente, el color de sus ojos cambiaban su emoción. Cuando la encontré atada, eran oscuros, poco a poco se iban aclarando. Con Oliver se volvieron a oscurecer, y ahora de nuevo se volvían a aclarar, convirtiéndose en un color avellana precioso. Sus labios eran finos, cono una pequeña curva en el lado derecho cada vez que notaba mis atentos ojos observando cada detalle de su rostro. Su piel blanca, pero no como los muertos, era de tono pálido con las mejillas sonrojadas que la convertían en la persona más adorable que hubiera visto en toda mi vida.

-Me estas observando...- Susurró antes de dejar escapar una pequeña y dulce risa que se convirtió por un instante en el sonido más hermoso que había escuchado en todo el día, tal vez hasta en toda la semana.

-No, solo te estoy admirando- Contesté haciendo que su sonrojo se volviera aún más fuerte.

-Observando- Repitió riendo después de unos segundos.

-¿Te molesta?- Pregunté frunciendo las cejas antes de sonreír unos segundos.

-No- Contestó en seguida que mi pequeña sonrisa desapareciera, por un momento quise acercarme y besarla.

Sus labios rosados, su respiración controlada y su cuerpo llamándome a gritos, y tal vez lo hubiera echo si el motor de un auto no me hubiera cambiado las ideas al instante.

-¿Tu amigo ya ha llegado?-

-Aun no le he mandado la ubicación- Susurre haciendo que temblara y se pusiera mas recta. 

Pose mi mano sobre su cadera y la empuje suavemente para que se pusiera detrás de mí. Le susurre que se guardará silencio y que se quedará ahí. Sentí su mano agarrar con fuerzas mi chaqueta haciéndome voltear.

-Ten cuidado-

Me quede unos segundos mirándola antes de coger la pistola que había tirado a un lado al matar a Oliver y en silencio abrí la puerta.

El motor del coche fuera se apago dejando el silencio aun mas incomodo. Las luces del carro se apagaron y la puerta se cerro, los pasos eran de una sola persona, eran pesados, eran de un hombre... Un hombre fuerte y probablemente alto. 

Cerré los ojos unos segundos antes de mandar con rapidez la ubicación a Johann, añadiendo un ven pronto. 

Me asome despacio para poder tener un campo de visión algo superior al que tenia el hombre. Como dicho, era alto, pelirrojo y fuerte. Debía se ser de las fuerzas armadas....Mínimo. En otras palabras no tenia oportunidad alguna contra el cuerpo a cuerpo, tenia que elaborar un plan en menos de dos minutos o moriría hoy mismo.

Lo escuche escupir antes de entrar en la tienda bostezando, el ruido de sus botas daban miedo. En realidad todo de él daba miedo. Decidí retroceder y volver al baño donde Daniela me esperaba sentada en un rincón, levanto la cabeza sonriendo pero se borro al verme cerrar la puerta con seguro. 

-Tenemos que salir de aquí, ya- Dije con prisas y me miro asustada antes de asentir.

-¿Por la ventana?- Pregunto señalando la pequeña ventana a lo alto de los baños.

-Podemos pasar por ahí-

-Si, pero ¿Cómo llegamos hasta ahí?-

Me quede unos segundos mirando hasta entrar en una de las puertas de los baños y subirme sobre el retrete.

-Te hare la escalera, ven-

-¿Y tú?-

-Soy acróbata, ya me las arreglo, ven- Me miró con desaprobación pero al oír como el hombre intentaba abrir la puerta de los baños no dijo nada y la ayude a subirse a la ventana.

La empuje suavemente hacia arriba, y uno de mis dedos se deslizo sobre la zona de su trasero, haciéndola voltear hacia mí totalmente sonrojada.

-Perdón- Susurre sonriendo.

Una vez arriba, paso su brazo para ayudarme a subir, y escale la pared cogiéndome a los pequeños cachos de pared sacados por lo podrido que debía de estar el lugar. En apenas cinco minutos estábamos ambas fuera del lugar.

-¿Y ahora?- Pregunto sacudiendo sus pantalones.

-¿Corremos hacia el auto?- Dije antes de notar una gota de agua caer sobre mi nariz, haciéndola reír -La noche no pudo ser peor...-

-Si, podría ser mucho peor- Dijo sonriendo antes de guiñarme el ojo.

-Es verdad-

Ambas escuchamos el motor del carro de aquel hombre encenderse y salir de la gasolinera haciéndome suspirar.

-Acabo de escalar un baño medio podrido para que este idiota se vaya tan tranquilo, y encima llueve- Me queje con una mueca haciendo reír aun mas fuerte a Daniela quien estaba mas tranquila después de haber visto desaparecer aquel tipo raro.

-Enserio la noche podría ser muchísimo peor- Dijo una vez su risa desaparece.

Después de unos cinco minutos riendo, estábamos ambas totalmente empapadas, y era impresionante que mojada me pareciera aun mas guapa. Tenia el pelo mojado, el maquillaje corrido, la ropa chorreando u una hermosa sonrisa en los labio.

-Daniela- Susurre acercándome a su rostro, demasiado tal vez.

-Dime...- Dijo antes de cerrar despacio sus ojos sabiendo lo que haría tan cerca.

Roce su mejilla con mi pulgar, y con mi otra mano acaricie su pelo, la admire unos segundos antes de sonreír y acercarme lo bastante como para rozar sus labios.

-Pochas- Grito Johann saliendo del auto, haciendo que Daniela diera un paso hacia atrás y Johann me abrazara.

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