-Alejandro Calle-
[Poché POV]
Me quedé largos minutos en silencio. Incapaz de pronunciar ni una palabra. Pero de alguna manera pensé que era mejor así, mejor ahora que más adelante. Me lo dijo de una manera tan burda, tan torpe, tan estúpida y tan poco elegante... Que se llevó así mi confianza rota, rompió mí confianza de una manera en la que nadie jamás podría reparar. Aunque sinceramente, prefería que fuera de esta forma. Ahora, ya. Daniela era la hermana mayor del monstruo que mató a mi hermana, que me llenó de culpabilidad durante un año entero. Ella, la hermosa chica de pelo castaño y ojos color almendra que me enamoró con tan solo verla, era la hermana de Alejandro Calle. Y dolía. Dios, dolía muchísimo.
Suspiré cerrando los ojos durante unos segundos, y cuando los volví a abrir y me fundí en lo profundo de sus ojos almendra me di cuenta que era incapaz de odiarla. Y con razón, ella no había matado mi hermana, ni siquiera era consciente del terrible acto que hizo su hermano. No la odiaba, y no tenia derecho a odiarla.
—Di algo.. Aunque sea un insulto. Por favor, Poché— Suplicó con un vago brillo en los ojos.
—Gracias— Fui la primera palabra que salió de mi boca, y era tan real como sincera.
—¿Gracias?— Repitieron tanto Johann como Daniela, y asentí.
—Gracias por contármelo, por confiar en mi. Tu no mataste a mi hermana, Daniela— Dije, y vi en sus ojos un alivio tan grande que sonreí aunque no fuera el momento ni el lugar para hacerlo.
—Bien.. Después de este.. Maravilloso y encantador momento, creó que es hora de entrar aquí dentro y sacar a Adrián— Dijo Johann cortando ese pequeño pero precioso momento entre María José y yo, y si, a partir de ahí lo odié de nuevo.
—Está bien. Joxy tiene razón. El objetivo es sacar a Adrián de ahí—
—Claro, Vamos— Asintió Daniela y le sonreí.
Se adelantó y tocó dos veces a la puerta, explicó que de pequeña su padre la trajo una sola vez y recordaba que le había dicho que no dejaban entrar a cualquiera, esos golpes eran de los de clase alta, económicamente hablando claro está.
—Bienvenido a.. ¿Señorita Calle? No la esperábamos esta noche, su padre estará feliz de verla entrar en la empresa familiar— Comentó feliz el portero y ella le dedicó una sonrisa.
—Prefiero que mi padre no sepa que estoy aquí, le gustan más las sorpresas. Ya me entiende— Contestó y el portero abrió delicadamente la boca antes de cerrarla, sonreír y dejarnos entrar.
Una vez dentro Johann abrió los ojos como platos, y es que el lugar era muy pero que muy elegante. Y por mi desgracia, también bastante pequeño. Con lo cual seria difícil pasar desapercibidos. De igual manera, nos metimos entre la pequeña masa de ricos y Daniela se sentó en una de las mesas libres, imitándola, Johann y yo también nos sentamos. Pude leer entre sus labios que dijo: "Para no levantar sospechas." Yo simplemente asentí. Las luces se apagaron tan solos cinco segundos después y sentí su brazo coger el mío con fuerza y tirarme hasta otro lugar. Caminé a ciegas entre Daniela y Johann. Hasta que una puerta se abrió cegándonos a los tres, entramos y nos vimos completamente solos, lo que estaba bien.
—Adrián debe de estar junto a los otros niños de la subasta, por aquí— Anunció y la seguimos de nuevo todo el pasillo hasta otra puerta, esta vez algo más pequeña.
Daniela la abrió tan despacio que parecía que no la estaba abriendo, mi paciencia llegaba a su limite. Una vez la puerta abierta nos encontramos con otros dos pasillos y vi como Daniela quedaba confusa, no sabía por donde ir.

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The Purge || Cache
Fiksi PenggemarEstados Unidos - 2023 La tasa de desempleo es menor del 3%. El crimen es casi inexistente, mientras el numero de personas en la pobreza se reduce año con año. Todo gracias a La Purga. "Benditos sean los nuevos padres de la patria por permitirnos d...