Juicio

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El señor tenebroso fue derrotado por un mocoso y ahora sus seguidores estamos en el ministerio para juzgarnos, sabía que entraría de cabeza a Azkaban por lo que les hice al matrimonio Longbottom pero mi fidelidad al señor tenebroso no cambiaría pero había algo que me preocupaba, Rodolphus, fue asesinado intentando escapar del ministerio, su muerte me dió igual, era un matrimonio de conveniencia para mi suerte o desgracia mi amor desde siempre fue un sangre sucia que conocí en mi juventud en Hogwarts, Alex Blyde, de no ser por él...estaría muerta, me defendió de un auror mientras nos perseguían.
Su muerte me perseguirá toda la eternidad, jamás he llorado por nadie pero por él no pude evitarlo.

Flashback

Corría por las calles de Londres si usaba mi poder volatorio sabía que me atraparía antes, al no poder usar un patronus no tenía manera de defenderme de esos dementores, lanzaba hechizos a esos aurores que intentaban atraparnos.
En un momento estaba atrapada, no había escapatoria si esos dementores me atacaban estaría muerta.
-Especto Patronum.- dijo una voz detrás de mí. De la punta de la varita salió un cuervo brillante que lo espantó.
-Bella,¿Estás bien? Debes huir.- me dijo Alex.
-Sí, no tendrías que haber hecho eso ahora te perseguirán también.- dije llendome a sus brazos, con él era totalmente diferente, no era la Bellatrix sanguinaria de la que todos hablan.
-Me da igual, prefiero que me atrapen a mí a que lo hagan contigo, piensa en el bebé.- dijo él tocando suavemente mi pequeño vientre.
-¿Qué haré sí me atrapan y sin tí? No quiero que nuestro bebé crezca en Azkaban.- dije con lágrimas en los ojos.-pero tampoco quiero que me aparten de él ni de ti, quiero que lo cuidemos juntos.
-Recuerda amor mío que siempre estaré con las dos.- dijo secándome las lágrimas.
-¿Cómo sabes que será una niña?.- dije con una pequeña sonrisa.
-Lo presiento y también presiento que será una niña inteligente y soñadora.- dijo con una sonrisa en su rostro.
Esas palabras hicieron que mi corazón rebosase de alegría y tristeza a la vez, iba a responder cuando un auror se acercó a nosotros.
-Bien, basta de juegos, ahora os venís conmigo al ministerio.- dijo apuntandonos con su varita.
-No lo permitiré.- dijo Alex sacando su varita y poniéndose delante de mí.- Bella tienes que escapar.
-Pero...-fui cortada por él.
-Tienes que irte y cuidar de bebé, recuerda que no os dejaré solas.- dijo mirándome por última vez.
Tuve que salir corriendo, pero me detuve en una esquina, vi como luchaban entre ellos y seguí corriendo hasta que el mismo auror de antes me cortó el camino y me apuntó con su varita.
-Sectum Sempra.- dijo atacandome, pero pude defenderme con un protego.
-Se acabó maldita bruja, ahora vas a pagar.- dijo volviendo a apuntarme .-Avada Kedavra.
Todo pasó muy rápido, vi como Alex, el amor de mi vida y padre de mi futuro bebé se interponía entre el hechizo y yo y cayó muerto a mis pies.
-¡No!,Alex, por favor mírame, no puede ser, esto no puede estar pasando, por favor vas a ser padre no nos abandones.-dije desesperada y moviéndolo aún sabiendo que era inútil.
-Que enternecedor,se acabó bruja,ahora te vienes conmigo.-dijo con una sonrisa asquerosa.
Intenté sacar mi varita pero me desarmó y me capturaron, solo pude mirar por última vez el cuerpo sin vida del que fue el amor de mi vida.

Fin del flashback

Ahora me encontraba en esa jaula ante la mirada de muchos ministros y jueces que me miraban con horror, pues mi reputación de asesina y fiel seguidora del señor tenebroso era evidente.
-Silencio en la sala.- dijo el juez. - Bellatrix Lestrange Black, ha sido acusada por ser seguidora de Lord Voldemort y causante de muchas muertes en su nombre, la más destacada fue el matrimonio Longbottom,¿Es cierto?.
-Lo es.- dije con la mirada muerta.
-Sí te arrepientes de lo que has hecho se te rebajará la condena.- dijo mirándome a través de sus anteojos.
-No me arrepiento y ojalá os hubiese matado a todos.- escupí con rabia.
"¡Asesina!" "¡Que la condenen al beso!", Se oía de fondo, asquerosos, juro que los mataré a todos.
-¡Silencio!.-gritó el juez.- bien, como no te arrepientes y encima tienes la osadía de amenazar de muerte en ministerio serás condenada a prisión de por vida en Azkaban y es mi última palabra.- dijo firmemente.

Algunos se alegraban de que me hayan condenado y otros con rabia gritaban que me lo merecía por todo lo que hice,me sacaron de la jaula encadenada y miré por un momento en el estrado donde estaba el público donde se encontraba mi hermana, ella me miró con lástima y yo le volví la cara y fui a enfrentarme a mi destino.

Pasaron los meses y mi embarazo era cada vez más notable hasta que en una noche tormentosa empecé a sentir contracciones, era el momento de dar a luz, los carceleros al darse cuenta de lo que pasaba me llevaron a San Mungo.
Me dolía horrores, pero sabía que era el momento, las matronas hicieron que la vigilancia que me acompañaba saliese para darnos intimidad.
-Todo irá bien si sigues nuestras indicaciones,¿Vale?.- me dijo la matrona.
Solo asentí con dolor.

El parto duró 2h, cuando oí los llantos de mi bebé, fueron música para mis oídos, por fin iba a tenerlo en mis brazos, oí la voz de la matrona que dijo "es una niña", en ese momento lágrimas salieron de mis ojos, pues Alex acertó era una niña y sería mi niña.
Me pusieron a la niña en mis brazos y la miré con ese amor que solo las madres sabemos tener, a pesar de ser una recién nacida era preciosa, por un momento abrió sus pequeños ojos, eran marrones como los de Álex, estaba segura de que cuando creciera sería su viva imagen.
Me fijé también que en su antebrazo tenía el mismo lunar que yo, su marca de nacimiento.
-Hola mi niña, soy mamá.-dije mirándola con orgullo y con mi dedo tocándole su pequeña nariz.
Acto seguido me agarró del dedo con su pequeña mano haciendo que mi corazón volviese a rebosar felicidad y le di un pequeño beso en la frente.
Al rato entraron los vigilantes y uno de ellos me arrebató a la niña.
-¡No!¿Que hacéis!¡Dejad a mi hija!.- grité desesperada intentando levantarme pero las cadenas de mis muñecas y el dolor por el parto me lo impedían.
-Esta niña no ha cometido ningún delito al contrario que tú por lo que será enviada a otra familia.- dijo sin ningún remordimiento.
-Por favor, es lo único que me queda no me aparteis de ella.- dije con lágrimas en mis ojos.
-Haberlo pensado antes.- dijo dándose la vuelta.

Cuando vi que se daba la vuelta con mi hija en sus brazos, grité desesperada, sentí furia, ganas de matar, tiré de las cadenas y me liberé pero el otro vigilante me sujetó y tuvo que venir una enfermera con una aguja y sedarme.
Antes de perder la conciencia maldije mi vida y a todos, habían matado al padre de mi hija y ahora...se llevaban a mi pequeña..Ya nada me importaba, solo esperaba que el señor tenebroso renaciera y nos liberasen.

Mi Pequeña Niña (Bellatrix Lestrange)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora