Un pequeño rincón de Suiza

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-Bella, siento haberte hecho esperar.-dijo un muchacho con el pelo alborotado y ojos castaños.
-Dos minutos.-dijo Bellatrix mirándolo con una sonrisa.- Podré superarlo.

El muchacho sonrió ante eso, desde el baile ambos mantenían una relación a espaldas del resto de miradas.
-Señorita Black, ¿Dónde le gustaría ir hoy?,¿Tal vez París, América o a una isla remota?.-dijo el muchacho ofreciendo su mano.
-Sorprendame Señor Blyde.- dijo Bellatrix aceptando su mano con una sonrisa.

Ambos se cogieron de la mano y aparecieron en una hermosa urbanización mágica de Suiza. Se respiraba paz y tranquilidad.
-¿Qué sitio es este?.- preguntó Bellatrix mirando a sus alrededores.
-Es un pequeño rincón de Suiza mágica y muggle, ambas conviven en paz. No hay guerras, solo personas que buscan un lugar donde refugiarse y ser felices.- dijo Alexandre observando las calles.
-¿Cómo lo descubriste?.- preguntó sorprendida.
-Un mago jamás revela sus secretos.- dijo con una sonrisa.
Bellatrix levantó una ceja con una pequeña sonrisa.
-Venga, dímelo.- dijo ansiosa.
-Espera impaciente. Primero quiero enseñártelo todo así que guarda la varita y disfrutemos del viaje.

Pasaron por diferentes calles y Alexandre le explicaba como funcionaban las tiendas muggles y a interactuar con ellos sin necesidad de usar Imperio.
Todo era un paraíso, el paraíso en la tierra. Las calles eran amplias con mucho ambiente entre magos y muggles. La pareja pasó todo el día visitando sitios que a Bellatrix jamás se le hubiese ocurrido visitar. Hasta que cayó la noche y Alexandre la llevó una amplia casa que se encontraba en una colina.
-Y ¿Esta casa?.- preguntó Bellatrix con sorpresa.
-Te diré mi secreto. Esta casa pertenece a mi padre pero hace años que no viene y un día me contó acerca de este sitio y decidí venir a verlo por mi cuenta y también limpiar y ordenar la casa.- dijo Alexandre con las manos metidas en los bolsillos.
-Es increíble.- dijo Bellatrix dándose la vuelta para mirar a Alexandre. Acercarse a él y darle un suave beso en los labios.
-Por mucho que me guste esto.-dijo con ambas manos en la cintura de Bellatrix.- Cámbiate que vamos a cenar fuera y también iremos a un sitio donde los muggles se divierten.
-Ufff...Está bien, soportaré juntarme con tanto muggle.
Ahora Bellatrix entiendendía porqué Alex le pidió que llevase ropa abrigada muggle.
-A mi no me molesta si te cambias aquí mismo.- dijo Alex con una sonrisa pícara.
-Piérdete Alexandre.- dijo Bellatrix riendo de camino a una de las habitaciones.

Cinco minutos después Bellatrix bajaba con unos pantalones negros elegantes y unos botines altos seguido de una camiseta de manga larga también elegante con un escote pronunciado.
Alexandre la observó embobado, ambos estaban en sexto año y se sentía afortunado pues Bellatrix Black era simplemente hermosa.
-Vaya, que elegante Señor Blyde, por cierto, debería cerrar la boca o le entrarán moscas.- dijo Bellatrix una vez estuvo frente a él.
-Tan hermosa y elocuente como siempre.- dijo Alexandre sonriendo y colocándole su abrigo de color gris.
Ambos salieron de la casa y cogidos de la mano se adentraron en las calles tranquilas de ese rincón de Suiza hasta que llegaron a un restaurante.
-¿Que es una pizza?.- preguntó Bellatrix.
-Oh, querida, te voy a enseñar el maravilloso mundo de las pizzas.- dijo Alex con una sonrisa.
Ambos entraron y pidieron. Cuando Bellatrix vio por primera vez la pizza se quedó dudosa. Empezó a coger el cuchillo y el tenedor.
-Alto. No cometas ese sacrilegio.- dijo Alexandre riendo.
-¿Cómo se come esta cosa redonda entonces?.- dijo Bellatrix con algo de fastidio.
-Observa bien.- dijo Alexandre cogiendo un trozo con la mano y llevándoselo a la boca.
-Eso es una guarrada Alex, ¿La comida con las manos? No somos bestias.- dijo Bellatrix escandalizada.
-Sabía que no te iba a gustar la idea pero piensa que aquí nadie nos conoce, adelante amor mío .- dijo Alex con una sonrisa.
-No pienso comer con las manos.- dijo Bellatrix.
-¿Manos de princesita tal vez?.- dijo Alex intentando picarla, pues sabía que Bellatrix odiaba que le dijeran princesa.
Ella frunció el ceño y lo miró desafiante.
-No vuelvas a decirme así.
-Pues adelante, demuéstralo, coge un trozo y llévatelo a la boca directamente como he hecho yo.- dijo triunfante.

Alargó la mano y cogió un trozo ante la mirada sonriente de Álex y con cuidado de que no se cayese se lo llevó a la boca.
-Oh, por Merlín, que cosa más rica.- dijo Bellatrix con emoción, haciendo que algunos comensales mirasen donde estaban ellos.
-Te lo dije, una vez que entras en este mundo, no sales. ¿Brindamos?.- dijo Alex sonriendo.
-Sí. Si Cygnus y Druella me vieran comer con las manos me matarían.- dijo Bellatrix riendo .
Ambos rieron y pasaron una velada estupenda, brindaron por la pizza recientemente descubierta por Bellatrix y también por ellos.
Cuando salieron del local, Alex le dijo a Bellatrix de tomar una copa en un antro cercano.
Cuando entraron la música de jazz sonaba y las luces eran tenues, había muchas personas ahí disfrutando de las copas y de la música.
-Me gusta este sitio.- dijo Bellatrix sentándose.-¿Que música es esta?
- Se llama jazz. Se dice que si preguntas qué es el jazz es que no lo entiendes.- dijo sentándose junto a Bellatrix.
-Pues a pesar de no entenderlo me gusta y me relaja.- dijo Bellatrix mirando fijamente a su amor.

Ambos disfrutaron de la música y de la noche sintiéndose felices. Más que nunca. Ninguno quería volver a la realidad y deseaban quedarse para siempre en ese lugar tan mágico.

Bellatrix sonrió por el recuerdo de la primera escapada que hicieron ella y Alex con ayuda de sus hermanas para poder cubrirla. Siguió mirando la foto que tenía guardada como un tesoro de ella y el amor de su vida. Él único recuerdo que tenía de él. Dió la vuelta a la foto y en letra cursiva ponía : En un pequeño rincón de Suiza. Levantó su varita y la dirigió a su sien y sacó ese recuerdo para introducirlo en la foto.

Un ruido en su puerta la sacó de sus pensamientos.
-¿Quien es?.-preguntó Bellatrix guardando la foto.
-Soy yo mamá.-dijo la voz de Hermione detrás de la puerta.- ¿Puedo pasar?.
-Claro, pasa.
La puerta de abrió dejando pasar a una Hermione cansada y con miedo en sus ojos.
-¿Que te pasa hija? Te noto asustada.-dijo Bellatrix preocupada.
- Sé que me he comportado como una cría pero...¿Puedo dormir contigo esta noche?.- dijo Hermione con temor.
-Claro, mi niña. Ven aquí.- dijo Bellatrix dando unas palmadas a la cama para que Hermione se tumbara.
Enseguida la niña se tumbó y se hizo un ovillo.
Bellatrix se preocupó por ese comportamiento tan asustadizo de su hija, algo ha tenido que pasar.
Con la luz de la lámpara de noche encendida, Bellatrix se tumbó con la cabeza apoyada en su mano y con su otra mano dió suaves caricias a la espalda de Hermione.
-¿Te encuentras bien? ¿Ha pasado algo?.

No le contestó enseguida, al poco rato se dió la vuelta y miró a su madre a los ojos.

-Voldemort fue a verme a mí habitación.

Mi Pequeña Niña (Bellatrix Lestrange)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora