Trenzando memorias

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La nieve brillaba bajo el sol del mediodía, Ubbe estaba en el establo acompañando a Athelstan que se encontraba cuidando de las cabras y las ovejas. Ubbe amaba cuidar de los animales, realmente disfrutaba de acompañar al monje en su tarea de alimentar, esquilar y ordeñar a las ovejas. Ese mediodía  Ubbe había logrado escaparse de la mirada de su madre (no era que le resultara muy difícil cuando su madre pasaba todo su tiempo mirando a Ivar) y se había unido al inglés aprovechando para jugar con los animales. Estaba acariciando a un cabrito cuando observó a lo lejos que Hvitserk  venía corriendo hacia él. 
-¡Ubbe!- Le llamó con una sonrisa en su rostro, mientras agitaba sus manos. El mayor abrió sus brazos esperando al menor para que este se tire a sus brazos. 
-¡Hvisterk!¿ dónde has estado? -  Pregunto curioso, mientras lo abrazaba con cariño. 
-Hemos ido con Björn a casar-Le respondió con una sonrisa dijo girándose para buscar a lo lejos la figura del mayor.  
- ¿ha ido bien? -  Le consultó con amabilidad, llevando su mano al cabello del menor notando que había algo extraño en el peinado. - ¿Y esas trenzas? -  Le preguntó acariciando con suavidad para no desarmar el intrincado peinado. 
-Björn las ha hecho- Le contesto el menor mirándolo a los ojos.- ¿ Te gustan?- Dijo con una sonrisa enorme en su rostro. Ubbe lo observó unos  segundo su cabello se  veía realmente precioso, la complejidad de las trenzas que portaba el menor eran admirables, debió llevarle un buen rato a Bjorn peinarlo de tal modo. Quería realmente, quería sentirse feliz por su hermanito, pero no podía. No cuando  había sido el mayor quien se las había hecho, porque él era el que se  encargaba de peinar a Hvitserk. Siempre había sido él, él le había hecho sus primeras  trenzas y no iba   permitir que ahora  llegará  Björn y le quitará su  tarea. 
-Si, están bonitas- Dijo con desgana soltando al menor, a la vez que se paraba  de la piedra en donde estaba  acercándose lentamente a donde Athelstan  alimentaba a las gallinas mientras Björn conversaba con el. -estúpido Björn, estúpidas trenzas.-  bufo por bajo   Ubbe.  Él quería a su hermano mayor, que no se malinterprete. Él realmente  lo quería y admiraba las  habilidades de este. Björn Ironside  era un excelente  guerrero, un  magnífico cazador, era genial cuidando de la granja, era buen hijo y por supuesto un hermano perfecto, siempre cuidando de ellos, enseñándoles y  brindándoles cariño. Ubbe realmente lo admiraba por eso,  él veía a su hermano como un dios porque Björn era perfecto ante los ojos de Ubbe, pero el que   él mayor  fuese perfecto  no lo habilitaba a querer  robarle a  Hvitserk.  
-Ubbe- lo llamo el menor  al alcanzarlo-  ¿Te enojaste?- 
-No ¿por que lo haría?- Le contestó, pensó en apoyar su mano en la cabeza del otro para mimarlo, pero rápidamente  se arrepintió. 
-No lo sé-Dijo el menor confundido-... pero lo pareces- 
-No, no lo estoy.  No te preocupes- Le dijo regalándole una suave sonrisa. Hvitserk lo miró unos segundos desconfiando pero luego aceptó las palabras de su hermano, él nunca le ocultaba nada. 
-Björn me ha mostrado cómo  disparar una flecha y que está de justo en la cabeza del conejo- Le comentó con orgullo. 
-mhm… que bueno-  Dijo con un poco de asco,  siempre le había dado un poco de impresión la  caza. Sabía que era necesario hacerlo, pero no le resultaba del todo agradable  y bueno la  mención del mayor tampoco ayudaba. 
-Ubbe-  Lo saludo Björn cuando llego a su lado  revolviendo  sus cabellos.-  ¿ Has estado ayudando al monje?-  
-Si- Dijo de mala gana, sin siquiera mirarlo. 
- ¿Te ha contado el cachorro, que logró cazar 2 conejos?  Su puntería ha sido excelente-  le comentó con orgullo mirando a Hvitserk. 
-Felicitaciones- Dice Athelstan con una sonrisa cálida. - Prepare conejo asado esta noche,  les encantará. ¿Lo llevarías a la cabaña ?- Le pregunto a Hvitserk, quien con una enorme sonrisa asintió  y  corrió con los conejos hacia  la casa. 
- Me ha contado que le has trenzado el cabello.- Dijo dedicándole una mirada furiosa. Björn lo miró confundido, no entendía a qué se debía el mal humor de su hermano  pequeño. 
-Si, ¿te gusta?-   
Ubbe miró a su alrededor  y cuando vio que el menor estaba lo suficientemente lejos habló. 
-Las odio - le dijo parándose frente al mayor y escupiendo  las palabras a la cara.- Solo yo puedo peinarlo.-  Le dijo con tono amenazante. Björn lo  miró sorprendido, no podía creer las palabras de Ubbe. Ubbe que siempre había sido un niño tranquilo y pacifico,  Ubbe que prefería jugar con los animales a cazarlos,  que siempre era cortés y amable le  estaba  diciendo que no podía peinar a Hvitserk por celos. 
- ¿Estas celoso? - Pregunto lo obvio Björn.- ¿Sabes que no voy a quitarte a tu hermano?- Le dijo con ternura. 
-Es obvio que no lo harás Hvitserk me quiere a mi…- le dijo con prepotencia. - Así que aleja tus sucias manos de su cabello-  Le dedico una pequeña sonrisa, cargada de desprecio. 
Björn iba a poner a su pequeño hermano en su lugar cuando  Hvitserk lo interrumpió 
-¡Ubbe!- grito   emocionado  Hvitserk.- Padre dijo que como lo he hecho tan bien en la cacería de hoy, mañana me llevaría a una expedición nosotros solos.- 
La sonrisa del menor era tan grande que no pudo evitar  abrazarlo con fuerza contra tu pecho, sabía lo mucho que  Hvitserk adoraba a su padre, como  quería aprovechar cualquier momento con él, como lo admiraba. No podía evitar sentirse  feliz por el. 
-Eso es  genial Hvitserk- Dijo con una sonrisa en su rostro, mientras apoyaba su frente contra la frente de del menor. estuvieron unos segundos así,  antes de  separarse.  
- Bueno iré a  cortar  madera- Dijo Björn apoyando su mano en el hombro de Athelstan.-  Mas tarde  vengo a darte una mano.- 
-¿Puedo ir contigo?-  Pidió  Hvitserk con un puchero. 
Björn  miró un  segundo a  Ubbe con la intención de invitarlo  a ver que el menor  se había  ido molesto con unas ovejas, decidido ignorarlo.-  Seguro, cachorro.-  le contestó  apoyando  su mano en el cabello del menor.-  Vamos, voy a enseñarte algo que te encantará.-   
Dijo antes de alejarse con el menor.   Athelstan se quedó unos segundos  viendo  como el rubio se alejaba, había notado que  la actitud  de  Ubbe lo había  afectado. Armándose de paciencia decidió que lo mejor sería hablar con  el pequeño, aunque no sería tarea sencilla los hijos de Ragnar eran  tan tercos. Eran iguales a su padre en ese sentido. 
-No es correcto el modo  con el que has tratado a Björn ¿Lo sabes no?- Le  regaño  Athelstan con tono dulce, buscando que reconsidere la forma en la que actuó. 
-El no debió tocar lo que no le pertenece.- dijo  Ubbe mirándolo enojado. 
-Hvitserk no es una cosa Ubbe, no puedes  simplemente adueñarte de él, eso no está bien.- Le explico con paciencia , mientras se arrodillaba en el suelo  para desenterrar un par de papas. 
-Pero… Él es mi hermano- insistió el menor  frunciendo el ceño. 
- también es su hermano… pequeño y  si no lo fuese también tendría derecho a quererle.- -Hvitserk es un niño adorable, es  divertido, cariñoso y valiente  es comprensible que  sea  amado … ¿ Tú no quieres que  Hvitserk se sienta amado?- 
-El me tiene a mi…- Dijo el menor. 
-¿no puede sentir el amor de otros?- Preguntó el monje. 
-yo…- 
-Ubbe es hermoso sentirse querido. Mira la  felicidad con la que te ha contado hvitserk que   a compartido ese  momento con  Björn.- 
- No quiero que lo prefiera a él…- 
-¿Ese es tu miedo? Ubbe, Hvitserk te ama… eres  especial para él. No debes preocuparte por ello.- Le dijo con una sonrisa pequeña. 
-Pero él prefirió las  trenzas de Björn. Son más  bonitas… y fue  a cazar con él… a  mi no me  gusta cazar.- 
-¿ Él te ha dicho que las prefiere?...¿ Te han gustado? puedes pedirle que te enseñe a hacérselas…- Dijo Athelstan.- No tienes por que cazar con él puedes compartir otras cosas Ubbe.- 
-yo…- 
- Mírame…- Le dijo Athelstan agarrándolo de las mejillas para que le mirase.- El amor viene  de tantas formas maravillosas  y únicas…  hay tanto en  nuestros corazones,  si algo he aprendido  cuando vine aquí es que hay  tanto amor Ubbe… no lo limites- 
- Pero … no quiero que me lo quite.- dijo en un susurro avergonzado. 
-Habla con el… veras que nadie quiere quitarte nada…-  Le  explicó el  monje -Björn los  ama, son sus hermanitos…-  
-Pero Hvisterk… - 
-Ubbe…- dijo Björn apareciendo desde atrás en el granero. 
El menor lo miró con odio mal contenido.  
-Ubbe- lo reprendió Athelstan.  
-Hvitserk dice que   tienes un truco con el hacha. - Dijo con una sonrisa enorme. -  Que tengo que verlo- Agregó mientras terminaba de cerrar la brecha que los separaba- ¿Nos acompañas? - 
- ¿Quieres que vaya con ustedes? - Preguntó emocionado el menor. 
-Claro, pequeño- Dijo el mayor revolviendole el pelo. 
-Pero te trate mal. - 
 Björn negó con la cabeza restándole importancia al asunto.  Ubbe  vio como Athelstan le sonreía y le asentía para que acompañe al mayor. 
- ¿Seguro? Pensé que solo querías ir con Hvitserk.- Volvió a decir Ubbe. 
- Entiendo si prefieres quedarte con Athelstan cuidando del rebaño, por eso no te invite a cazar hoy… Hvitserk me dijo que no te gusta hacerlo. - Explicó el mayor.  
Las mejillas del menor se tornaron de un color rosado producto de la vergüenza, por su comportamiento anterior. Björn estaba siendo tan amable con él después de lo mal que lo había tratado. 
- ¿No te molesta? - Le pregunto a Athelstan, quien negó con la cabeza con una sonrisa pequeña mientras recogía un par de bolsas de arpillera llenas de semillas. Al ver el esfuerzo del monje por levantar la carga Björn le quitó varias de las bolsas. -  Ubbe porque no vas, yendo con el cachorro ahora voy. - 
Ubbe dudo unos segundos mirando al mayor para luego asentir y salir corriendo para encontrarse con su mejor amigo. 
-Gracias - dijo Athelstan con una sonrisa pequeña. 
-Gracias a ti, por hablar con Ubbe…- Le responde el rubio camino a la casa. 
-Son preciosas las trenzas que le has hecho a Hvitserk.- Comentó el monje mientras caminaba hacia la casa.- muy delicadas, me sorprende. - 
- ¿quieres que te las haga a ti? -  Preguntó mientras tocaba uno de sus mechones. - tu cabello se vería aún más bonito. - 
Athelstan negó con la cabeza y sonrió. 
-No necesito verme aún más femenino, ya soy lo suficientemente delicado como para ser el hazme reír de medio kategatt como para darles más razones. -  
- Es una pena… avísame si cambias de opinión. -  Dijo depositando las bolsas en el piso una vez que habían llegado a la casa. -Te verías precioso. - insistió el rubio acariciando con delicadeza el cabello moreno, a la vez que achicaba la brecha que los separaba. 
-Tus hermanos te esperan- Dijo en un susurro contra el rostro de Björn. - No dejes que  Hvitserk se llene el estómago con bayas, he visto a  Ubbe guardase varias. -  
-Aburrido- Le contestó el rubio mientras depositaba un beso en su frente y se iba con sus hermanos. 
-¡Hvitserk!- le reprendió al ver las mejillas del menor cubiertas de líquido rojo era obvio que había estado comiendo bayas hasta atragantarse con ellas.  
- Ubbe me las ha dado. -  Dijo el menor con su mejor cara de niño bueno, mientras le dedicaba una sonrisa enorme. -  Están buenas ¿quieres una? - 
-Dame una… pero no le digas a Athelstan que te deje comer. - dijo aceptando uno de los pequeños frutos. 
-Ohh… alguien le tiene miedo a Athelstan. - bromeó Ubbe. 
- Tiene miedo que si no, no le deje darle besitos. -  Dijo mientras imitaba el ruido de los besos asegurándose ser lo más desagradable posible. 
- Idiotas. - Dijo Björn con una sonrisa mientras golpeaba con el hacha un tronco. 
- Ven aquí mi querido monje- Dijo Ubbe  con voz impostada, mientras tomaba la mano  Hvitserk y lo estrechaba en un abrazo. 
- ¡Oh, Björn! - Contestó el menor de forma dramática continuando el juego de su hermano. -Amado mío. - 
- Voy a llenarte de mi amor. - Dijo repartiendo besos por todo el rostro del más pequeño. 
-Oh... Björn- dijo soltando risitas por las caricias de Ubbe. 
-Ya paren ustedes dos, idiotas- Dijo riendo Björn. 
- No puedes detener nuestro amor- Contestó Ubbe  intentando imitar la voz del mayor. Hvitserk aun en sus brazos rio. -  Ni los dioses han podido separarnos… - 
-Idiotas. -

Bueno... no tiene   mucho sentido... solo quería escribir algo de estos  tres compartiendo momentos.

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