Darling, you're an angel / Klaus Baudelaire

𝗜𝗜. 𝗟𝗼𝘀 𝗻𝘂𝗲𝘃𝗼𝘀

I

Era la tarde, estaban seguros de que nadie vendría.

Valerie estaba sentada en cerca de la ventana cuando escuchó voces, fue más la sensación de que alguien venia que la hizo levantar la cabeza hacia la ventana. Vió a tres chicos caminar por el pasto en dirección a la torre. Caminaban a velocidad normal, tal vez un poco lento. No parecían tener interés real, tal vez solo iban por curiosidad, aunque es muy pronto para juzgarlos. Murmuraban entre sí.

Klaus se acercó a la ventana y también los vió.

-Yo los recibiré. Avisa a Quigley y a los demás. — Le dijo Klaus.

Después de avisarle a los demás, Valerie e Isadora fueron las ultimas en bajar. Cuando llegaron vieron a los tres chicos sentados y a Klaus, Quigley, Duncan, y Violet estar de pie frente a ellos.

Los tres chicos eran altos, a pesar de estar en un hogar si es que a si se puede llamar a un orfanato descuidado, se veían decentes. El primero tenia el pelo rubio y ojos color miel, vestía una camisa y un chaleco, igual que los demás, tal vez era el uniforme del orfanato. El segundo tenia el pelo negro y ojos claros, no se distinguían si eran azules o verdes. El ultimo tenia el pelo castaño y los ojos verdes. En el momento en el que Isadora bajó le llamó la atención.

-Espero que no les moleste, pero, ¿podrían decirnos la razón por la que son huérfanos? —Dijo Duncan.

-Mis padres, murieron en un incendio. —Dijo el castaño.

-Los míos nunca se supo. Unos dices que simplemente no querían una familia, otros que los asesinaron. —Dijo el pelinegro.

Al oír eso se sintieron realmente mal por el. Pero el sonaba que no se sentía triste por eso, como si ya lo hubiera superado.

-Los míos desaparecieron. —Dijo el rubio en seco.

-Nosotros también somos huérfanos. — Dijo Violet.

Los nuevos los miraron, no lo creían. A excepción de ellos mismos, sus demás compañeros del orfanato lucían terrible y parecían unos vagos. Se habían sorprendido.

-Creo que eso explica por que viven solos en una torre alejada de toda la ciudad. —Dijo el castaño.

-¿Ustedes como perdieron a sus padres? —Preguntó el pelinegro.

-En un incendio. —Contestó Klaus.

Los tres nuevos se sorprendieron aun más. Ahora les parecía común hacerse un huérfano por culpa de un incendio.

-La única diferencia tal vez, es que nosotros sabemos perfectamente quien causo el incendio que terminó con nuestro hogar. — Dijo Isadora.

-Esperen, ahora que lo mencionan, ustedes se me hacen muy conocidos. —Dijo el rubio.

Klaus y los demás no entendían.

-¡Sí! En el Daliy Punctilio. Ustedes son los Baudelaire. Hace unos años todos en el orfanato hablaban sobre ustedes. —Dijo el pelinegro.

-Fueron perseguidos por el Conde Olaf. El quería robarles su fortuna. —Recordó el castaño. -Antes de que todo eso pasara el visitó el orfanato. Nos miraba de forma muy extraña. Dijo que no podía esperar a volver. Fue algo muy misterioso.

Eso les llamó la atención. Si que era misterioso.

-Si, el nos hizo pasar por una serie de eventos desafortunados. —Dijo Violet.

-Decían que había una única diferencia. ¿Cuál es?

Todos excepto por los nuevos pensaban que era obvio.