Capítulo 2

480 96 10
                                    

No puedo creerlo, ¿en qué diablos estaba pensando? Lo acabo de conocer y permito que pase esto y para colmo de males le digo que ha sido el mejor sexo que he tenido. ¡Arggg! ¡Qué vergüenza!

No soy un promiscuo que se acueste con cualquiera, jamás había tenido sexo en un lugar público y menos con un extraño, definitivamente ese chico me ha vuelto loco. Maldito Ty, por su culpa estoy en este problema, si tan sólo hubiese mostrado un poco de arrepentimiento por haberse acostado con mi examigo New, tal vez no hubiese estado tan descontrolado.

Por lo menos me queda que fue un buen momento, nunca me habían provocado un orgasmo tan fuerte, y es que esa boca, ese cuerpo, su manera de moverse dentro de mí, es como si estuviese hecho a mi justa medida. Llegó a los puntos más sensibles de mi interior haciéndome jadear de placer... uff ¿hace calor aquí o soy solo yo?

De momento creo que lo mejor será evitarlo, no puedo seguir haciendo cosas como éstas, aunque no me importaría repetir... NO Fluke céntrate y vuelve a la cordura, me digo a mí mismo.

Hoy he llegado temprano, así evito que el profesor vuelva a regañarme, pero parece que no he sido el único en pensar de ese modo.

-Buenos días Ohm – le digo cuando lo veo entrar por la puerta, ¡mierda! ¿Por qué es tan atractivo?

-Buenos días – me mira de arriba abajo y sonríe, en sus ojos puedo ver el recuerdo de lo que pasó ayer y me quiero morir de vergüenza.

Yo finjo que estoy estudiando, clavo mi cabeza en el libro tanto que no veo bien las letras de lo cerca que lo tengo para ocultar mi cara.

-Vaya parece que tienes la habilidad de leer al revés – me suelta.

-¿Qué? – mierda, efectivamente el libro está de cabeza. ¿Por qué nada me sale bien?

-Eh... claro – balbuceo sin atreverme a mirarlo.

-Fue un placer – me dice en un tono bajo tan cerca de mis labios que podría...

En ese momento empiezan a llegar varios compañeros y se rompe la intensidad del momento, realmente es muy ágil porque sin darme cuenta, de nuevo ha vuelto a su lugar. Es frustrante ver como parece que nada le afecta mientras yo me siento como un idiota.

La clase se me ha hecho eterna, he intentado concentrarme en lo que decía el profesor pero soy demasiado consciente de los ojos de Ohm sobre mí. Por eso nada más suena la campana salgo disparado del salón.

El campus es bastante grande así que no creo encontrármelo por lo menos en un buen rato, y cuando pensaba que podía tener un poco de tranquilidad una voz familiar me llama a gritos.

-¿Dónde te has metido? Te he estado llamando desde hace días y no me contestas – genial justo lo que necesitaba.

-Tú y yo no tenemos nada que hablar Ty – le respondo dándome la vuelta para irme lo más lejos posible, pero él me agarra con fuerza del brazo impendiéndome la huida.

-Te he dicho que tenemos que hablar Fluke – me dice mientras me arrastra hacia vete a saber dónde.

-¡Yo no quiero hablar contigo, suéltame ahora mismo me haces daño! – le grito intentando zafarme de su agarre.

-Te ha dicho que lo sueltes – le espeta Ohm llegando hasta nosotros.

-No te metas en lo que no te importa, y más te vale largarte de aquí – le responde Ty tratando de arrastrarme con él otra vez pero Ohm le corta el paso.

-Me importa más de lo que crees – le responde fulminándolo con la mirada.

Ty se gira y me aprieta contra su cuerpo.

-¿Quién es este? ¿Tú nuevo amiguito? Dile que se pierda Fluke – me exige mientras me zarandea de un lado a otro.

Ohm lo aparta de mí de un empujón y lo agarra de la mano haciendo a Ty gritar de dolor.

-Te dije que lo soltaras – Ty se retuerce hasta que cae al suelo de rodillas. La cara de Ohm se ha transformado en una máscara de ira, si sigue así le partirá el brazo.

-Ohm, no vale la pena, por favor suéltalo – le pido mirándole a los ojos, su respiración se ha vuelto acelerada, pero le sostengo la mirada hasta que poco a poco va aflojando su agarre sobre Ty.

Cojo su mano hasta que por fin suelta a Ty y se aleja un par de pasos de él.

-Si vuelves a tocarlo te arrepentirás ¿me entiendes? Fluke ahora es mío – le advierte acercándose a su cara para que no le quede duda de que habla en serio.

Se levanta, agarra mi mano y me lleva con él, estoy tan sorprendido por lo que acaba de decir que no opongo resistencia.

Estamos ya bastante lejos cuando por fin se detiene, he tenido que correr para adaptarme al paso de sus largas piernas.

-¿Por qué no me dijiste que tienes novio? Si lo hubiese sabido jamás te habría tocado, no me meto con la propiedad de otro – me dice con un tono enojado que saca lo peor de mí. ¿Pero qué se ha creído?

-Yo no soy propiedad de nadie y aunque no tengo por qué darte explicaciones, Ty ya no es mi novio, si lo fuese nunca me habría acostado contigo. Te agradezco que me hayas ayudado antes, pero eso no te da derecho a tratarme como a un cualquiera, tú no me conoces. Y ahora si me disculpas tengo cosas que hacer – le suelto y me doy la vuelta dispuesto a irme, pero él me agarra del brazo.

-No te he dicho que puedas irte – me mira intensamente con esos ojos suyos tan hermosos.

Entonces me arrastra de nuevo y yo me dejo llevar. ¿Pero qué coño me pasa? Nunca he sido de dejarme llevar, de hecho soy bastante salvaje, pero con Ohm es diferente, como si tuviera un extraño poder sobre mí y no puedo sino obedecer su voluntad.

Me lleva detrás del gimnasio, me siento como si flotara, me estampa contra la pared y comienza a besarme, sus labios son tan deliciosos que me pierdo en ellos. Sus manos acarician mis costados y aterrizan en mi culo tirando hacia delante para pegarme más a él. Puedo sentir su erección frotándose con la mía, es demencial, no puedo pensar con claridad.

Una de sus manos se cuela debajo de mi camiseta y sube hasta mi pecho pellizcando mis pezones sin piedad.

-Ohm... ummm – no puedo dejar de gemir es tan abrumador.

Entonces sube mi camiseta por encima de mi pecho y muerde uno de mis pezones hasta que está duro y enrojecido, el aire frío hace más intensa la sensación.

No, esto no está bien. Me prometí a mí mismo que no volvería a pasar. Intento apartarlo de mi cuerpo, pero Ohm es un muro sólido como una roca.

-Ohm detente por favor, no podemos... - le suplico tratando de hacerme oír.

Él sigue su ataque intentando entrar en mis pantalones. Yo aparto su mano, pero él atrapa las mías por las muñecas inmovilizándolas por encima de mi cabeza. Lo miro a los ojos y lo que veo en ellos me deja perplejo, son dos pozos negros insondables, no hay rastro del hombre que ayer me hizo el amor.

-¡Por favor para! Me haces daño. ¡Ohm! – le grito sin parar, pero él sigue sin oírme, su respiración está agitada y su expresión me aterroriza.

-¡Me estás asustando, para ya! – le grito mientras lo empujo con todas mis fuerzas. Entonces él parece despertar de su trance y me mira con la culpa y el horror reflejado en su cara.

-Lo siento Fluke, no quise hacerlo, no quiero asustarte... - balbucea arrepentido de su desliz. Después me mira con pena y sale corriendo dejándome allí con mil preguntas en la mente. Me ha asustado ver la intensidad con la que me ha atacado, pero a la vez sé que nunca me hubiese hecho daño. ¿Me estoy volviendo loco?

Lo único que sé es que Ohm es peligroso para mí, no controlo mis sentimientos ni mi cuerpo cuando estoy con él y será mejor mantener las distancias, por un tiempo al menos.

Instinto y deseo - OhmFlukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora