Capítulo 8

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La cabeza me da vueltas, todo está volviéndose negro, es una sensación aterradora, pero mi cuerpo no me responde.

La oscuridad me rodea, me siento pesado y lento, como ir cayendo lentamente al vacío, pero de repente una fuerza tira de mí hacia arriba a toda velocidad.

Abro los ojos de golpe y tomo aire por la boca tratando de respirar. El movimiento brusco de mi cuerpo hace a Ohm soltarme mientras se aleja a trompicones para caer de rodillas en el suelo frente al sofá donde estoy tosiendo sin parar.

Me incorporo con dificultad, todavía mi respiración es irregular pero logro centrarme. Ohm está de espaldas a mí doblado sobre sí mismo y respira a grandes tragos.

-Ohm... ¿qué pasa? – lo llamo pero no me contesta.

-Ohm, mírame – le pido levantándome cómo puedo y arrodillándome junto a él.

-No me toques... es peligroso... - balbucea y yo sigo sin entender del todo que ha pasado aquí.

-¿Qué te pasa? ¿Estás bien? – le pregunto tratando de girarlo para ver su cara.

-Aléjate de mí, no es seguro, por favor – me suplica, pero no pienso rendirme.

-Ohm – logro moverlo un poco y mirarlo a la cara. Cuando sus ojos se clavan en los míos no son sus bonitos ojos negros, están teñidos de un color rojo oscuro, del color de la sangre que gotea de sus labios entreabiertos. Entonces soy consciente del hormigueo en mi cuello, llevo la mano hasta mi garganta y noto la sangre todavía fresca manchar mis dedos.

-¿Qué me has hecho? – le pregunto retrocediendo hasta que mi espalda toca el sofá de la sala.

-Te advertí que te alejaras – me dice chirriando los dientes.

- ¿Qué? – sigo sin entender nada.

-Vete... no puedo controlarme contigo, no sé qué me pasa – susurra con su voz llena de dolor.

-No, si me voy te quedarás solo, no sé qué te pasa pero cuéntamelo – le pido.

-Tienes que irte, ¡AHORA! – me grita y su voz me traspasa como un rayo.

Tengo miedo, no sé qué mierda está pasando, pero no pienso abandonarlo, él no lo hizo cuando yo lo necesité.

-¡NO! – ahora soy yo el que grita y eso hace que sus ojos se nublen por completo. De su boca descienden dos enormes colmillos y su cara se transforma lanzándose sobre mi cuello.

Cómo puedo mantengo su pecho lejos de mí, apoyo uno de mis pies contra su cuerpo y de una patada lo empujo contra la estantería que tiembla por el golpe. Me levanto lo más rápido que puedo y me alejo hasta la otra punta de la habitación.

-Ohm, no sé qué te pasa, pero puedes controlarlo, por favor – le ruego.

Intento acercarme un poco y él me gruñe alejándose de mí. Su cara está contraída por el dolor, se tira al suelo jadeando mientras se golpea el pecho una y otra vez. Un grito desgarrador sale de su garganta poniéndome los pelos de punta, parece una criatura de otro mundo.

No sé cuánto tiempo pasa en ese estado, pero en un momento dado me encuentro arrodillado junto a su cuerpo y lo rodeo con mis brazos. Ha dejado de convulsionar y parece estar dormido, no me atrevo a moverlo, solo puedo esperar a que despierte y que vuelva a ser el mismo Ohm que conozco.

Mientras espero empiezo a procesar todo lo que ha sucedido. Sus colmillos son enormes, sus ojos del color de la sangre. Toco mi cuello, ya no sangra pero puedo notar dos orificios.

Pero no puede ser, los vampiros no existen. Son seres mitológicos que siempre llamaron mi atención, pero son solo eso, fantasías. Ohm debe sufrir alguna enfermedad rara y no ha querido decírmelo por si lo rechazaba, no es un vampiro, ¿verdad?

¿Me he acostado con un vampiro? Y si eso es posible ¿por qué no estoy aterrado y corriendo lejos de aquí? ¿Por qué no puedo dejarlo?

Lo miro atentamente y su cara ha vuelto a ser la del chico que veo en mis sueños, ese que acaba con mi cordura y hace a mi corazón volar. Busco el miedo, el pánico que se supone que debo estar sintiendo y solo puedo sentir algo cálido y protector en mi interior. Creo que definitivamente me he vuelto loco.

-¿Quién eres realmente Ohm Thitiwat? – le susurro mientras le retiro el pelo de la frente para poder verlo mejor.

Supongo que debo esperar a que te despiertes para averiguarlo.

Instinto y deseo - OhmFlukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora