Capítulo 9

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La luz se filtra poco a poco por mis párpados. Estoy desorientado, ¿por qué estoy en el suelo? ¿Me he dormido? Eso es imposible, yo no duermo.

Me siento y una sábana se desliza por mi pecho, estoy desnudo. Miro a mi alrededor y entonces lo veo. Fluke está sentado en el sofá con la cabeza apoyada en sus rodillas flexionadas, parece que está durmiendo. De repente los recuerdos de lo que ha pasado me atraviesan, su cuerpo bajo el mío, sus gemidos, el placer del orgasmo, su deliciosa sangre en mi boca... ¡No!... ¿Pero qué he hecho?

Me levanto de un salto cubriéndome con la sábana, me giro para verme en el espejo y la imagen que me devuelve me hace temer lo peor. Sangre seca alrededor de mi boca, su sabor exquisito todavía en mi lengua, es como un golpe. Me limpio cómo puedo, esta vez no fue una visión, ha sido real. Lo miro con miedo y puedo sentir que su corazón todavía late, está vivo.

Por un momento he temido haberlo matado y que por mi poco control haberlo convertido en alguien como yo. Al contrario de lo que la gente piensa, los humanos no se convierten porque un vampiro los muerda, tienen que darse ciertas circunstancias, pero sí pueden morir en el proceso, por eso no me alimento de esa forma.

Afortunadamente cuando un mortal es mordido por un vampiro no puede recordar nada, y con un simple gesto podemos hacer desaparecer la herida de su cuello, de esa forma nadie se entera de lo que ha pasado realmente.

-¿Estás bien? – la voz de Fluke me saca de mis pensamientos, estaba tan absorto intentando asimilar la situación que no me había dado cuenta de que se había despertado. Su cara es de total preocupación, pero no veo ni rastro de miedo, su pulso y su respiración son normales.

-Sí, ¿y tú? – le pregunto intentando parecer lo más normal posible.

-No lo sé, dímelo tú – me dice inclinando la cabeza exponiendo su cuello donde dos incisiones son totalmente visibles. ¡No es posible, no debería tener esas marcas!

-Tranquilo, no me duelen – me dice tratando de calmar mis nervios - ¿Qué va a pasarme ahora? – me pregunta con más curiosidad que temor.

-¿Qué quieres decir? – debo tener cuidado, no sé cuánto recuerda y no quiero ponerlo sobre aviso.

-Ohm, lo vi todo, tus ojos rojos, tus colmillos enormes – me dice señalándome la boca.

No debería recordar nada, esto es algo inaudito. ¿Por qué no está asustado? ¿Por qué no ha huido si tenía la oportunidad? Tengo que arreglar este desaguisado, me arrodillo frente a él y lo agarro por la barbilla.

-Mírame pequeño. Todo lo que viste y lo que sentiste nunca existió, solo fue un sueño – le ordeno concentrándome en su mente – Solo recordarás haber venido, que hicimos el amor y que fue maravilloso – seguidamente acaricio sus heridas y las hago desaparecer. Sus pupilas se dilatan y eso me dice que ya está hecho.

-¿Te gustó? – le pregunto sacándolo del trance, él parpadea varias veces antes de contestar.

-Sí, mucho – me contesta mientras me sonríe con esa forma tan tierna suya que me hace volver a desearlo con fuerza, pero no puedo arriesgarme hasta que me sienta seguro con él, debo entender que tiene Fluke para que mi control flaquee de esta manera. Hasta ahora he tenido suerte, pero en algún momento puedo perder la cabeza por completo y hacer algo de lo que me arrepienta toda la eternidad.

-Ven aquí – le digo acurrucándome junto a él, es tan dulce y tierno. No quiero renunciar a esto que siento cuando estamos juntos, pero antes debo encontrar la manera de controlar mi sed de su sangre.

Después de pasar la tarde abrazados y besándonos en mi casa dejo a Fluke en la suya y doy un paseo por la ciudad. Necesito despejarme un poco, los acontecimientos del día han sido muy intensos. Primero pierdo el control y muerdo su cuello sin miramientos, después me desmayo y hay un lapsus de tiempo que no recuerdo, eso jamás me había pasado y tengo que averiguar por qué.

He pasado mala noche y las clases de la mañana no ayudan. Estoy deseando ver a Fluke, no puedo sacarlo de mi cabeza y hoy no hemos coincidido en lo absoluto.

-Hola Ohm – oigo a Yoo Han saludarme, lo que me faltaba hoy.

-Hola Yoo Han – la saludo fríamente esperando que pase de largo, pero parece que no voy a tener suerte.

-Hace días que no te veo, pero creo que me debes una explicación y una disculpa – me dice con tono enojado, pero coqueto a la vez, esta chica es imposible.

-Yo no le doy explicaciones a nadie, en cuanto a la disculpa tienes razón, perdona por haber ido a tu casa, fue una mala idea – le suelto.

-Eres un patán, pero a mí nadie me trata así – me dice roja de rabia, pero se da la vuelta y se va por donde ha venido.

Sé que no he sido considerado ni amable, pero ahora mismo no tengo cuerpo para aguantar tonterías, solo quiero encontrar a Fluke y besarlo hasta la inconsciencia.

El aula está vacía, la clase empieza dentro de media hora y preferí llegar un poco antes para esperar por él, ojalá llegue puntual.

Han pasado casi diez minutos cuando lo veo entrar, está hermoso, mi cuerpo no puede evitar reaccionar a su cercanía. Él me mira y sonríe mientras se sienta en la silla contigua a la mía.

-Hola precioso – lo recorro de arriba abajo, es deliciosamente sexy.

-Hola – me responde con sus mejillas sonrosadas.

-Hoy estás jodidamente hermoso – le susurro en su oído mordiendo el lóbulo de su oreja.

-Tú también – me dice y sorpresivamente su mano baja hasta mi entrepierna y se entretiene acariciando mi polla que está más que contenta con sus atenciones. Cuando intenta quitar la mano no lo dejo, agarro su muñeca y hago que su contacto sea más firme.

-No, pequeño, ahora no puedes irte – le digo besando esa boca jugosa que me tiene loco. Él sigue moviendo su mano, no puedo tener suficiente de él, es adictivo para mí.

De repente escuchamos voces que se aproximan rompiendo el ambiente que habíamos formado.

-Esto lo terminamos más tarde – le digo, después le muerdo el labio inferior y dejo que se siente bien en su asiento.

Segundos después empiezan a llegar los alumnos, entre ellos Yoo Han, que me mira con desprecio sentándose en la fila detrás de la nuestra.

Terminada la clase ayudo a Fluke con sus cosas para que podamos salir más rápidamente de aquí.

-¿Vamos? – le pregunto mirándolo como si fuese mi postre favorito.

-Vamos – me sonríe con picardía.

Entonces Yoo Han se acerca y me detiene tirando de mi brazo.

-Ohm, espera, quería devolverte esto – me tiende un pañuelo con mis iniciales, debió caerse de mi bolsillo el otro día.

-Lo dejaste en mi casa, cuando quieras repetimos – me dice y de repente se pone de puntillas y me besa sorpresivamente. Me mira con odio y le guiña el ojo a Fluke ante de desaparecer por la puerta.

Fluke se queda pálido, en sus ojos la decepción más absoluta me deja sin aliento, esto no puede estar pasando. Fluke me da la espalda y sale disparado hacia la salida.

-¡Espera! – lo alcanzo antes de que llegue a la puerta.

-¡Suéltame! – me grita mientras se deshace de mi abrazo.

-Tenemos que hablar – le pido.

-Déjame en paz y vete a la mierda – me suelta rojo de la ira.

-Ya escuché suficiente – le espeto y me acerco para mirarlo directamente a los ojos.

-Mírame, cálmate y quédate conmigo – ejerzo mi poder sobre él, enseguida deja de forcejear y se calma.

Le pido que se siente en la silla que le indico y que escuche lo que tengo que decirle.

-De eso nada Ohm, esta vez tu truquito de la hipnosis no te va a funcionar, no borrarás mi memoria como hiciste ayer – me suelta.

-¿Qué? ¿Cómo sabes eso? – tartamudeo, no es posible que recuerde nada.

-Lo recuerdo todo, eres un bastardo, no eres mejor que Ty – me dice y sale corriendo dejándome pasmado en mi lugar.

¿Qué mierda está pasando? 

Instinto y deseo - OhmFlukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora