Capítulo 4

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Entro en el auditorio que está lleno a rebosar. Han pasado varios días desde que Fluke me prohibió acercarme a él y yo me estoy volviendo loco, necesito aumentar mis niveles vitales o acabaré alimentándome de cualquier manera.

-Hola Ohm – Yoo Han me saluda mientras se sienta a mi lado intentando llamar mi atención.

-Hola – la saludo sin muchas ganas.

-He estado pensando en cosas que podemos hacer a para el trabajo de investigación, necesitamos hablar de ello, ¿no crees? – me pregunta restregando sus pechos por mi brazo sin ningún pudor. Parece que está bien dispuesta por lo que me conformaré con ella por ahora.

-Está bien, ¿dónde y cuándo? – la miro fijamente a los ojos y sus pupilas se dilatan de la emoción, ya es mía.

-Después de clase podríamos ir a mi casa – me dice con un susurro que más parece un gemido.

-De acuerdo – le respondo y la entrada del profesor interrumpe mi influencia sobre sus pensamientos, pero de igual forma no era necesario esforzarme mucho, esta chica está más que lista para mí.

Después de las interminables clases caminamos juntos hasta su casa.

-Ponte cómodo por favor, ¿quieres algo de beber? – me pregunta, pero con ella puedo saltarme los preliminares, es una simple sustituta mientras consigo algo mejor.

La agarro del brazo y la acerco a mí, le beso el cuello y ella enseguida me rodea con sus brazos acercándonos más.

-¡Qué prisas! Me encanta que estés tan ansioso – me dice en tono sugerente.

-Cállate y quítate la ropa – no quiero escuchar su constante parloteo. Le quito la blusa sobando sus pechos, que tengo admitir que no están nada mal.

La tiro sobre el sofá y me voy quitando mi camisa, estoy demasiado excitado, tantos días de abstinencia me tienen al borde. Libre de mi camisa vuelvo a su cuello y voy bajando mis labios hasta sus pechos, retiro el sujetador y lamo sus pezones sin pudor. Ella se arquea de placer, siempre he dicho que si vas a hacer las cosas hazlas bien. Aunque su piel no es como la de Fluke y su olor no se acerca ni lo más mínimo al de él voy a darle tanto placer que la vitalidad que saque de ella me mantenga fuerte por un buen tiempo.

Sigo desnudándola y meto mi mano en su sexo que ya está húmedo y preparado. Me voy a quitar mi pantalón cuando la miro a la cara y no es ella a quién veo, son los ojos de Fluke que me mira con deseo, con sus labios llenos y húmedos llamándome sin parar.

-Ohm, ¿estás bien? – me dice Yoo Han y entonces despierto de mi trance con mi libido por los suelos.

-Lo siento, no puedo – le digo levantándome y colocándome mi ropa como puedo.

- ¿Qué? ¿Estás de broma? – me dice totalmente histérica.

-Es mejor que lo dejemos aquí – le digo cogiendo mis cosas y dirigiéndome a la puerta.

- ¿Es en serio? ¿Vas a dejarme así? – me grita fuera de sí.

Abro la puerta y sin dirigirle la palabra me largo como alma que lleva el diablo. De camino a casa no dejo de pensar en lo que ha pasado, la cabeza me va a estallar. Cuando llego a casa me acuesto en la cama, los vampiros no dormimos, pero me gusta relajarme y pensar.

Desde que conocí a Fluke cada noche he tenido visiones donde él y yo hacemos el amor incansablemente, y cuando me doy cuenta han pasado varias horas. Ese chico me afecta demasiado, nunca me había pasado una cosa así. Nadie había influenciado en mi deseo de esta manera, no puedo sacarlo de mi mente ni cuando necesito alimentarme urgentemente. Odio no tener el control de mí mismo, tengo que averiguar de qué va todo esto, tengo que averiguar quién o qué es Fluke Natouch.

Instinto y deseo - OhmFlukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora