𝐆𝐇𝐎𝐒𝐓𝐈𝐍 | Midoriya Izuku [EDITANDO]

❝ 06 ❞

Vaya noche larga había tenido Izuku. A pesar de lo cansado que había quedado, sabía que en el futuro habrían cosas más difíciles y largas, por lo que aún así quería acostumbrarse a ello.

Por un breve momento pensó en eso, en lo agotado que estaba su cuerpo por la gran pelea que tuvo contra el villano Stain para proteger y salvar a su amigo. De solo imaginar lo que hubiera pasado si no llegaba a tiempo lo ponía bastante nervioso y angustiado.

Podía intentar evitar seguir pensando ello, claramente habían muchas cosas que podían pasar por su cabeza, pero apenas fijó su mirada en el móvil que se encontraba a su lado, dio un respiro fuerte por sentir que quería usarlo para hacer una llamada.

Si tan solo Erika estuviera viva, la llamaría...

Bajó la vista por sentir esa inquietud de querer salir de ahí y de alguna manera buscar a la joven, pero claramente por su estado era preferible esperar para recuperarse. Dio un pesado suspiro, lo cual fue suficiente para que sus amigos se fijaran en él.

- Midoriya, ¿estás bien?

Esta pregunta de parte de su amigo con la mitad de su cabello albino le sacó de su trance, haciendo que de inmediato lo mire y le dé una suave sonrisa.

- Oh, sí. Un poco cansado, eso es todo -a pesar de dar esa respuesta, su otro compañero de clase se preocupó. Vaya, hasta ellos lo notaban algo distraído.

- Te ves algo impaciente -confesó el que poseía lentes, por lo que la sonrisa de Izuku se debilitó un poco mientras su mirada bajaba nuevamente, esta vez observando su mano.

Tal vez no veía su palma para sentirse seguro, podría haber otra razón, como un deseo que lo sentía inalcanzable. La cerró suavemente en una clase de puño, como si quisiera dejar de lado ese pensamiento que solo trataba de ella.

Volvió a ver a sus amigos, dándoles una segura y calmada sonrisa mientras con el movimiento de su cabeza afirmaba.

- No se preocupen, estoy bien.

Estos pudieron notarlo mejor, por lo que lo limitaron con la suave curva en sus labios. El de orbes verdes podía sentir aún el pequeño dolor y molestia en su brazo, por lo que darse cuenta de eso fue suficiente para sentir la necesidad de recostarse en la, para nada, cómoda camilla.

Iba a descansar como se debía, pero por inercia subió su mirada hacia la puerta de la habitación, que por alguna razón estaba abierta, para justo sentirse por un momento como en el cielo.

Podía reconocer esa cabellera blanca como una nube, esa fina nariz y la cansada mirada que no paraba de pasar por su cabeza, esos pasos tan ligeros pero pesados que daba la joven...

¿Era ella?

Realmente no quería equivocarse, pero si en realidad era esa fantasma que tanto deseaba ver... No quería perderla de vista, mucho menos que se alejara lo suficiente como para nuevamente no saber nada de esta.