William y katherine se llebaban muy bien desde pequeños, jugaban, reían, habeses peleaban pero apesar de las peleas ellos se mantenían unidos.
Al cumplir los 10 años William , le dijeron sus padres qué eran adoptados, en ese momento su hermana Katherine tenía 8 años así qué los padres le dijeron a William qué no le dijera nada a su hermana porqué aún era muy chica.
William se había quedado en shok y no podia imaginar lo qué su hermana sentiría al saber qué eran adoptados, y sólo sentía lastima por ella.
Al cabo de un par de años, los padres de William desidieron desirle la verdad a su hermana, ya ella había cumplido los 10 años.
-Katherine, tú padre y yo queremos decirte algo-miraban seriamente a katherine lo cuál hacía que ella se preocupara.
-¿Qué pasó madre? - contestó algo nerviosa, ya qué no sabía lo qué pasaría en ése momento.
-Queremos desirte algo importante sobre ti y tú hermano-la sentaron en el sillón y la miraron a los ojos. Ella preocupada cada vez más no sabía que desir.
-Pero,¿qué es lo que pasa?-los padres se miraban entre sí
-Hija, tú y William son adoptados- los padres suspiraron al desirle eso qué se habían guardado por mucho tiempo.
-¡¿Qué?! -fue lo único que logró desir, antes de salir corriendo al cuarto de William.
-¡William, William!-gritaba por el pasillo mientras llegaba al cuarto de su hermano.
-¡¿Qué te pasó?! -sorprendido de ver a su hermana llorando la abrazó.
-William, mis padres dijeron que no somos hermanos,¿eso es cierto?- Lo miró fijamente a los ojos.
-Si Katherine, es cierto- afirmó abrazandola más fuerte.
