Dejé que mi espalda chocara con el pecho de Yuta, éste parecía no protestar, así que eso me dió pie a no apartarme. Tenía muchas preguntas, quería preguntar por qué me besó, también por qué estábamos ahí, qué quería hablar conmigo, pero me era tan difícil articular alguna palabra mientras él me acariciaba.
ㅡ Yuta. ㅡsusurré, y como por cuarta vez en esa noche, él me volvió a ignorar, solté un suspiroㅡ Yuta, tenemos que hablar.
ㅡ Yo no quiero hablar. ㅡsoltó sin rechistar, no podía negar que eso me hacía sentir un poco enojado.
ㅡ Pero me acabas de besar. ㅡfruncí el ceño, ¡él no sabía lo que estaba causando!ㅡ Yuta, no me ignores.
ㅡ Ya, Sicheng. Fue sólo un impulso, un juego, no dejabas de llorar y eso me desesperó. ㅡfruncí más el ceño, me despegue de él. ¡Es que él no entendía lo que me estaba haciendo!
ㅡ ¡No puedes hacer eso, Yuta!
ㅡ Cielos, Sicheng, sí tanto te molestó, entonces olvídalo y ya. ㅡme levanté de golpe, el chico me miró también con su ceño fruncido.
ㅡ Eres un idiota, Yuta.
ㅡ ¡Wow, gran dato! ㅡrodé los ojos por su sarcasmo, ¿por qué se estaba comportando así? se estaba comportando como un idiota.
ㅡ ¡Me acabas de besar, Yuta! ¿¡eso para tí significó algo!?
ㅡ Si, fue un error besarte. ㅡme sentí dolido, alcé mi barbilla tal cual como si lo acababa de decir no me había destrozado.
ㅡ Y también imagino que tus manos tocando todo mi cuerpo, fue un error. No seas hipócrita. ㅡempecé a caminar para irme a las cabañas, y tuve la más mínima esperanza de que él me siguiera, pero no, se mantuvo ahí sentado, tan tranquilo, sin siquiera hacer el intento de moverse. Eso me dolió aún más, yo no le importaba, yo era como su maldito juguete, y eso no era justo.
Las lágrimas traicioneras escaparon de nuevo, más no sabía si era por las ramas, por el abandono de Yuta, o las dos cosas. Caminé apresurado entre todo el bosque, odiaba la oscuridad, ¡él sabía! más eso a no le importó. El frió volvió a mí, ¿qué tenía Hyuna que no tenía yo? ¿por qué no me amaba?
Tropecé con una rama, haciendo que mi rodilla se raspara, no pude evitar hacer un puchero y empezar a llorar tal cual niño pequeño.
ㅡ ¿Sicheng, Yuta?
ㅡ Soy Winwin, Hyo.ㅡsusurré entrecortado.
ㅡ Bebé, ¿qué te pasó? ¿y Yuta?
ㅡ Ojalá se lo coman los lobos al baboso ese. ㅡhice un puchero y me dejé cargar por Hyojong, quién se mantuvo en silencioㅡ ¿Qué hacías afuera?
ㅡ Ahg, que chismoso. ㅡsoltó divertido, pero a mi ni me hizo cosquillas. Me sentía molestó, dolido, triste, quería irme de la estúpida cabañaㅡ. Ya Sicheng, sólo no podía dormir.
Quise creerle, pero otra parte de mi me decía que no, más tampoco quería protestar, no me sentía de ánimos.
ㅡ Vamos a dormir juntos. ㅡme encogí de hombros, con la última persona con quien dormí junto fue con Yuta, y no, iba a romper esoㅡ ¿Quieres llorar?
Asentí sobando mis ojos.
ㅡ No lo hagas, no vale la pena. Deja que amanezca, que yo voy a golpear a Yuta, no voy a preguntar qué hizo, pero si te hizo llorar, es más que suficiente. Tarado ese. ㅡ solté una pequeña sonrisa.
ㅡ Si no quieres ir, está bien, Winwin. Yo me puedo quedar contigo ㅡrodé los ojos y sonreí de manera apretada.ㅡ Vayan ustedes, yo me quedo, diles que me siento mal, más intenta que no vengan. ㅡJeongin asintió muy inseguro, más soltó un suspiro derrotado, sí él no iba, lo iba a sacar a patadas de mí cabaña.
ㅡ Puedes llamarme, Sicheng. Por cualquier cosa ㅡsiguió Hyojong, asentí rodando los ojos, me trataban como un niño.
ㅡ Ya larguense ㅡJeongin me tiró un beso y se fue con Hyojong. Al cerrar la puerta, me senté en la orilla de la cama, dejándo que mi vista se perdiera en algún punto. No me iba a permitir llorar, ya había llorado mucho anoche, más esa opresión en el pecho no se iba.
Era malo, Yuta tal vez se sentía confundido, pero no había razón de besarme, ni siquiera eso que él me había dicho era excusa, tampoco estaba de excusa el alcohol, cuando no habíamos bebido nada, y sentir su rechazo dolía mucho, ver como no intento ni siquiera impedir que yo me fuera, eso dolía.
La puerta de la cabaña sonó, rodé los ojos, ¿ahora de que se habrá olvidado a Innie? Arrastré mis pies a la puerta con una mueca, ni siquiera planeaba salir hoy de la cama, quería comer todas las golosinas que encontrara y listo.
ㅡ Yuta. ㅡsusurré con confusión, ¿lo había invocado de tanto pensar en él todo el día? ㅡ ¿Qué quieres?
ㅡ Hablemos.
ㅡ ¡Ah, ahora si quieres hablar! idiota. ㅡme cruce de brazos. Se acercó a mí, haciendo que retrocediera, y así, hasta que mi espalda tocó la mesa, me sentía intimidado. Yuta colocó cada mano al lado de mi cintura, dándome a entender que no había escapatoria. ¿Por qué tanta cercania para hablar?
ㅡ Ya, Yuta. Puedes hablar.
ㅡ Perdóname por comportarme idiota, como ayer. ㅡabulte mis labios con molestia, ¿qué? ¿así de fácil? ¿sólo discúlpame y ya?ㅡ Fui un tonto, me sentía confundido, y no controlé mis palabras.
Solté un suspiro, no, no debía ceder. Pero ver sus lindos ojos mostrando arrepentimiento, sus labios en un pequeño puchero, me hacia dar cuenta de mi debilidad con él.
ㅡ Perdóname, Winwin, ¿si?. Soy un tonto, un tonto por ti. ㅡy eso había sido suficiente para tenerme a sus pies de nuevo, mirándolo a los ojos con mucho amor. Él sabía eso.
ㅡ Eres un tonto. ㅡsolté un risa para luego abrazarlo. Ahg, no podía durar mucho tiempo molesto con él.
Y nos quedamos así, en un cálido abrazo. Una vez más la misma pregunta, ¿qué hacía yo con mis sentimientos?
ㅡ Winnie.
ㅡ ¿Uhm?
ㅡ ¿Puedo besarte? ㅡfruncí el ceño, ¿Qué? ¿qué acababa de decir Yuta Nakamoto? deshice el abrazo para mirarlo, tal vez esperando a que dijera que era una broma, pero que al mismo tiempo me dijera que no era una broma.
Y al no contestar, dejé que el chico se acercara a mi, sus manos en mi cintura, nuestras narices rozando, hasta que nuestros labios se tocaron.
Y si no hubiera sido por ese plato quebrándose, no nos hubiéramos separado realmente asustados de saber quien era la persona en la puerta.
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𝐓𝐇𝐄𝐎𝐑𝐘 𝐎𝐅 𝐋𝐎𝐕𝐄 ━━ Yuwin.
Fanfic❲ ♡ ❳ Para Sicheng que estudiaba en la facultad de ciencias de la física, él aseguraba que todo tenía una teoría, y cuando su amigo Yuta le pide ayuda con una chica, se pone una meta de que él sería el primero en descubrir aquella teoría, ¿Y qué más...