Julieta es demasiado curiosa y decide explorar los alrededores del castillo, hasta que se topa con un enorme laberinto hecho con arbustos de ixora. Candiles adornan los ductos de cada zona del laberinto, de pronto escucha la voz de un joven. Al parecer debió tener algún accidente con su carruaje, minutos antes se escucho un golpe muy fuerte.
¡Ayuda! – El joven misterioso hablaba.
¿Dónde estás? – Julieta preocupada respondió.
Estoy al final del laberinto, sigue las luces de los candiles y te guiara hacia mí. El carruaje se volcó de lado, tengo atorada una pierna. – Explico el joven misterioso.
Descuida, en un momento llego, no te muevas, tranquilo, ¡te ayudare! – Respondió Julieta.
Desesperada Julieta corre hasta el final del laberinto, se topa con la carretera buscando aquel joven en problemas. Los minutos pasan, hasta que alcanza verlo cerca de un enorme árbol de ahuehuete.
Julieta sin pensarlo, levanta con fuerza la madera rota que tiene atorada aquel joven. El carruaje se desploma, mientras ellos se alejan un poco.
Muchas gracias, me llamo Kaibil Balam (que significa: "El que tiene la fuerza y astucia de dos jaguares"), pero la mayoría me conoce como Jireh. – Habla un poco nervioso Jireh al ver tanta belleza.
¡Oh! Que bonito nombre, pues yo me llamo Julieta, Soy una princesa y pertenezco al linaje español. – Se sonroja al responder Julieta.
Eres muy bonita, ¡sabes! Cuando era muy pequeño sonaba con una niña muy linda. Conforme pasaba los años crecía al mismo tiempo que yo. – Jireh confundido le comenta.
Fíjate que yo tenía sueños parecidos a los tuyos. Con decirte que una vez atravesamos un pequeño lago, besándonos tomados de las manos. Caminando entre enormes arboles en busca de un tesoro. – Contesta Julieta.
Si y al final despertaba, justo cuando teníamos el mapa en nuestras manos. – Sorprendido Jireh cuenta el final.
Te pareces mucho al Joven que vi durante años, cada noche al dormir. – Julieta contesta con firmeza y seducción.
¿Si eres Julieta?, aquella princesa que conocí en mis noches más profundas. ¿Cuál es nuestra frase que usamos cuando subimos la pirámide de Teotihuacán? – Cuestiona Jireh con una sonrisa.
Tu amor es la clave. – Responde contenta Julieta.
¡Es imposible! tantas veces hablé de ti y jamás pensé que se aria realidad verte. – Jireh contesta emocionado.
Tan solo pensé que eran solo sueños. – Responde exaltada de alegría Julieta.
Y donde estuviste todo este tiempo, jamás había escuchado de ti. – Jireh le hace una buena pregunta.
Es una larga historia, pero te puedo decir que de donde vengo no hay nada interesante, como lo es esta noche a tu lado. – Coquetea Julieta con una mirada.
Los minutos pasan, están a punto de darse un beso. Sin embargo, Berenice llama a gritos a Julieta.
Julieta la fiesta a terminado, regresa al castillo cuanto antes, ya es muy tarde para que andes tan cerca del laberinto. – Berenice lo dice a gritos a lo lejos.
Ya voy madre, en un momento por favor. – Julieta le responde disimulando.
Mientras tanto Jireh se siente muy atraído por Julieta, se pregunta en su mente si la volverá a ver. Ya que son de mundo opuestos, la corona española jamás aceptaría al ultimo tlatoani azteca como rey.
Me tengo que ir Jireh, mi madre me necesita en el castillo. Prometo que nos volveremos a ver. – Julieta se lo dice al oído con un dulce beso en la mejilla.
Esta bien, te escribiré una epístola para invitarte a caminar. – Jireh le contesta bien inspirado.
¡Está bien! – Julieta le responde mientras se despide de Jireh con una sonrisa tierna.
Jireh se levanta del suelo, aun se siente un poco adolorido por el accidente, pero conocer a Julieta es lo mejor que le ha pasado. Julieta regresa al castillo, mientras camina pasan mil cosas por su mente, se siente atraída por Jireh. Es algo raro pero muy cierto, sin embargo, la Reyna Berenice le cuestiona.
Y esa carita de enamorada que traes, de ¿dónde la sacaste? – Berenice cuestiona.
No es nada, solo que me sorprendió observar las estrellas al otro lado del laberinto, cerca del enorme árbol de ahuehuete. – Responde disimulando Julieta.
Está bien hija mía, hoy fue una gran noche, ve a tu habitación y descansa. – Habla en voz baja Berenice.
Julieta se prepara para dormir, se despoja de sus ropas, quedando completamente desnuda, imaginando a Jireh en su intimidad más profunda que suele hacer cada noche. Hasta saciar sus ganas de placer y quedarse completamente dormida.
ESTÁS LEYENDO
JIREH Y JULIETA: EL ÚLTIMO AMANECER DE LOS AZTECAS
RomanceJulieta es una hermosa chica, tiene una excelente vida universitaria. Cuando era pequeña solía tener sueños lucidos, pero de poca importancia. Actualmente tiene metas muy definidas en el ámbito laboral, pero todo cambiara cuando descubra el origen d...