CAPITULO VI. LA UNIÓN DE LOS PUEBLOS

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Se dan cuenta de enorme poder que tienen, y comienzan a visitar a todos los pueblos. Ayudándoles con alimentos y algunas plantas medicinales que Jireh conocía. Se hospedan en la rivera maya para hablar con los lideres de todos los pueblos. Lo planes son derrocar el poder central de los españoles, con los mejores guerreros. La primera luna esta por acabar, pero lo están aprovechando al máximo. Julieta decide descansar un poco a la orilla del mar.

Ya está por amanecer, ha sido un día enorme. – Jireh le habla al oído dulcemente.

Claro, que lindo será ver el amanecer desde la playa. – Julieta se siente conectada.

¡Te tengo una sorpresa! – Jireh se porta noble.

¿Qué es? – Julieta cuestiona con emoción.

Te lo diré, pero primero cierra los ojos. – Propone Jireh.

Me parece perfecto. – Julieta se siente enamorada.

Jireh corre con la super velocidad en segundos a Teotihuacán para hablar con Xicalli, y decirle que a platicado con su padre. La relación de novios se termina, porque su corazón le pertenece a Julieta.

Xicalli se le destroza el alma, pero se mantiene fuerte. Sin derramar ni una lagrima, le desea lo mejor a Jireh.

El regresa minutos después a la playa en donde se encuentra Julieta.

Ya puedes abrir los ojos, he terminado mi relación amorosa con Xicalli. – Jireh le dice con voz suave al oído.

Inmediatamente Julieta lo besa apasionadamente, mientras detrás de ellos se ve el hermoso amanecer con el sol saliendo del mar.

Te amo desde el primer momento en que te vi, no me importa nada más que estar contigo toda la eternidad, eres mi otra mitad que me complementa y si todo es un sueño que nadie me despierte. – Julieta se pone romántica.

Todo esto es real, y te prometo que después de la tercera luna nos casaremos. – Jireh la ilusiona.

Pero solo falta dos lunas para perder nuestros poderes – Julieta le dice sonriente.

Hasta ese entonces, ya habremos ganado la guerra. Mi pueblo será libre otra vez como alguna vez lo fue antes de la conquista. – Jireh le promete con besos.

Se desplazan al salto de Eyipantla (Enorme cascada de aguas cristalinas), un banquete enorme los espera con las mejores delicias de la época. La noticia del ultimo tlatoani se esparció rápidamente. Todos los pueblos tienen la esperanza de ganar esta batalla.

Ya es medio día Jireh, hoy será nuestra segunda luna, porque mañana tendremos que levantarnos a derrocar el poderío del imperio español. – Julieta se preocupa un poco.

Tranquila, todos los guerreros aztecas se están reuniendo en Teotihuacán, y desde hay controlaremos todas las entradas de nuestros pueblos vecinos (pueblos Mayas, entre otras), para sacar a los españoles en una misma noche. – Jireh habla con voz tranquilizadora.

Es verdad, juntos salvaremos a todos los pueblos, mejor disfrutemos de este día tan hermoso. – Julieta sonríe.

¡Claro, por supuesto! – Jireh le responde emocionado.

Mientras tanto en Teotihuacán Xicalli usa sus poderes de telequinesis, y obtiene el libro custodiado por la familia de Julieta.

Busca las paginas principales, y activa toda la energía que emergen simultáneamente de las pirámides. Dando paso a una tecnología alienígena muy avanzada como, por ejemplo: naves flotantes, disparadores laser, pantallas (receptores que observan gran parte del territorio), comunicadores (similar a un teléfono), entre otras cosas. Anteriormente solo eran piedras, pero al intensificarse la energía de las pirámides, esto provoco el avivamiento de dicha tecnología, que los antiguos dioses dejaron a sus descendientes para luchar en una guerra justa.

Ya estamos listos para el enfrentamiento de mañana. – Xicalli hablando en voz alta por el comunicador (teléfono).

Perfecto, la luna será testigo de nuestra victoria. – Jireh le responde.

Mandamos un mensaje a la corona española, reclamando nuestro territorio sin derramar sangre o de lo contrario morirán en el enfrentamiento. – Xicalli se exalta un poco.

Julieta intento negociar con ellos, pero fue inútil. – Le confiesa Jireh.

Deberías tener cuidado, capas nos traiciona a todos, jamás debemos confiar en la raza española. – Se expresa con celos Xicalli.

Descuida, ella jamás haría eso... De hecho, al terminar la guerra nos casaremos. – Jireh le comenta.

Pues a ver cuánto te dura la felicidad. – Xicalli se enfada y cuelga la llamada.

JIREH Y JULIETA: EL ÚLTIMO AMANECER DE LOS AZTECASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora