CAPITULO II. UN VIAJE CUÁNTICO

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Julieta espera dormir en la cama como de costumbre, pero todo cambia cuando las luces se apagan y el espejo abre una especie de portal color rosa. El libro aparece de repente convirtiéndose en un medallón dorado, custodiando en él interior una llave para herraduras del siglo pasado. La vestimenta se le empieza a cambiar, a un atuendo colonial de época de la conquista española.

¿Qué me está sucediendo?, apuesto que me quede dormida investigando más sobre el tema. – Julieta murmuro desesperada.

La luz se empieza a desvanecer, sin embargo, Julieta se siente atraída al portal por el medallón dorado, que se ha colgado al cuello. La sensación electrificante es cada vez más intensa cuando introduce sus dedos. De repente se le nublan los ojos y cae desmayada al suelo.

El sol toca sus parpados, el ruido de los pájaros entra a los oídos, la brisa de los arboles la hacen despertar.

Que bonito amanecer, me recuerdan mucho aquellos sueños de mi niñez, lo único que no me explico, es haber despertado cerca de este árbol. – Julieta se habla a sí misma.

¡Julieta, Julieta! – Se oye a lo lejos la voz de una mujer.

¿Quién eres? – pregunta con duda Julieta.

Soy tu madre biológica, hace 17 años desapareciste aquí mismo junto al árbol. Tu padre hizo una gran búsqueda, pero jamás tuvimos resultados. Todas las mañanas vengo a regarle agua a las plantas, con la ilusión de encontrarte viva y regresarte a casa. – Sonriendo y llorando de alegría contesta la Reyna Berenice.

Me está confundiendo señora, claro que me llamo Julieta, pero ¿qué le hace pensar que soy su hija perdida? – Responde Julieta con seguridad.

Pues aquel medallón dorado que cuelgas en el cuello, es la llave del libro sagrado, propiedad de la corona de nuestra familia. Este regalo te lo dimos al cumplir 1 año de vida. – Con voz dulce contesta Berenice.

¡Esta todo raro!, no entiendo nuestra vestimenta. De casualidad ¿vamos a una fiesta de disfraces o aremos un desfilé de moda con ropa antigua? – Se expresa con ironía Julieta.

No sé dónde estuviste todo este tiempo Julieta, pero este atuendo solo pertenece a la realeza. – Se expresa con atención Berenice.

¿Pues en que año estamos? En el siglo XXI, ¿no? – Pregunta Julieta.

Que divertida eres hija – Berenice le contesta sonriendo.

¿De qué te ríes? – Julieta le responde enfurecida.

Estamos en el año 1520 – Berenice le contesta con firmeza.

De dónde vengo ya hay tecnología y una enorme gama de inventos – Julieta se exalta hablando.

No se a que te refieras con eso, pero mejor vámonos a casa, un baile nos espera. – Sonriente Berenice improvisa.

Está bien – Julieta se deja llevar.

Berenice toma de la mano a Julieta, se la lleva caminando por unos minutos hasta llegar al carruaje real, con caballos negros de linaje pura sangre.

La Reyna le cuenta que desde hace unos años comenzó la conquista española y ahora tenían el control total de las tierras aztecas, cambiándole el nombre a "La Nueva España". También recalco en la conversación que ella es hija única, la familia es muy importante en la clase alta europea, ya que sus ancestros tenían demasiado oro. Decidieron mudarse a la nueva España, para expandir cultivos e invertir en proyectos que le generen más riquezas.

Hasta ahora nos ha ido muy bien en las tierras, pero nos gustaría expandirnos al doble. Y como la tradición de nuestra familia indica, tendrás que casarte con un apuesto príncipe, honrando nuestro linaje. – Con voz dulce se expresa Berenice.

¡Claro! – Con voz insegura responde Julieta.

Perfecto. – Sonríe Berenice al contestar.

Llegan al castillo real, todo mundo se pregunta quien es aquella chica tan hermosa. Otros decían que tal vez era la sobrina de la Reyna, pero nadie imaginaba que Julieta había vuelto.

Berenice, dime que ella es mi hermosa hija Julieta – Habla emocionado el Rey Felipe.

Claro que sí, la encontré en aquel árbol en donde desapareció hace años. Logre identificarla fácilmente por su belleza y además por el medallón dorado que le obsequiamos cuando era pequeña. – Berenice responde.

No se diga más, preparen un gran banquete, esta noche tenemos que festejar el regreso de Julieta. – El rey lo dice en voz alta.

Los sirvientes se llevan a Julieta para tomarle las medidas y hacer el mejor vestido para esta gran noche. Donde llegaran personas muy importantes de la Nueva España.

Llegando a la habitación ve a los lejos una caja musical, los sirvientes la dejan sola un momento.

Esta caja musical me trae un montón de recuerdos, siempre pensé que solo eran sueños. Eso significa que el medallón dorado me llevo a la época en que crecí, siendo adoptada por mis ultimas descendientes de mi árbol genealógico. También explica la razón de no tener fotos de mi nacimiento con mi madre adoptiva. – Reflexiona Julieta.

Berenice toca la puerta, sorprende a Julieta con joyas muy finas, para el baile que está por comenzar.

Son las joyas más brillantes que he visto en mi vida. – Julieta se expresa contenta.

Puedes elegir cualquiera, todo es tuyo hija mía. – Berenice contesta con una sonrisa.

¡Gracias! – Julieta agradece agregando una mirada.

Berenice se va de la habitación, los sirvientes llevan lo necesario para vestir a Julieta tal y como el Rey lo ordeno. Sin embargo, a fuera del Castillo han llegado algunos príncipes, condes, caballeros, entre otras personas importantes de la época.

Julieta baja de las escaleras, se convierte en el centro de atención de la noche. Es inevitable enamorarse de esos labios tan perfecto, la silueta de sus caderas, esa cara de porcelana, y esos pequeños pechos bien formados.

El caballero supremo de la guardia real de la Nueva España, se le acerca a la princesa y le concede bailar toda la noche. Todas las doncellas que asistieron al baile deseaban con ansias a este sujeto, ya que era de un parentesco muy atractivo, musculoso, ojos grises cristalinos, cabello dorado y barbilla marcada. Pero en el fondo Julieta se preguntaba, si en esta época podría encontrar aquel joven que veía en sus sueños.

La noche continua como debe ser, todos disfrutando del gran banquete.

JIREH Y JULIETA: EL ÚLTIMO AMANECER DE LOS AZTECASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora