Mentes Alteradas (TRADUCCIÓN)

las recompensas y los sueños de voldemort

El recuerdo se desvaneció, el corazón de Harry palpitaba con fuerza en su pecho ante lo que había presenciado. La mente luchando por despertar, el tacto de las suaves sábanas bajo su piel alertándole de que era una cama cómoda, las voces susurradas perforando su sueño mientras luchaba por mantenerse despierto, el cansancio de los huesos arrastrándose sobre él.

"¿Por qué tienes que luchar contra él a cada momento?" El tono molesto de Lucius cortó el sueño de Harry, un fuerte resoplido fue la única respuesta a la pregunta del rubio: "Necesita nuestra ayuda... Severus... piénsalo, podríamos ayudar al salvador del mundo mágico y demostrar por fin que no somos el enemigo". Harry se erizó ante la insinuación de que la pareja lo utilizara para mejorar la percepción que la gente tenía de ellos, lo único que le impidió abrir los ojos y gritar su ira fueron las siguientes palabras en voz baja del rubio.

"Los dos nos sacrificamos tanto y el Ministerio sigue tratándonos como si fuéramos tierra bajo sus pies... ¡Merlín, Severus, habrías muerto por él!" las últimas palabras se elevaron y Severus siseó para que Lucius se callara.

¡Habría muerto por mí!

Las palabras pronunciadas por Lucius tocaron un nervio en Harry, los ojos se cerraron mientras contenía la respiración para escuchar la respuesta del antiguo maestro de pociones. El silencio resonó con fuerza en la habitación, asfixiando a Harry con su intensidad, con la mente revuelta no sólo por el recuerdo de Severus observándolo, sino por la comprensión de que el adusto hombre había renunciado a tanto para salvar a tantos. Odiado por todos por lo que había hecho, el recuerdo de los torturados pensamientos y sentimientos que Severus había experimentado al haber quitado la vida a alguien que consideraba un padre se quedaría alojado en el corazón de Harry para siempre.

"Cumplí con mi deber, eso es todo", las palabras cortantes estaban desprovistas de emoción, Lucius dejó escapar un suspiro ante el tono. Unos pesados pasos se movieron por la habitación, Harry anhelaba abrir los ojos y ver lo que ocurría. El suspiro llegó de nuevo, esta vez más lejos, y abriendo ligeramente un ojo, Harry contempló al apuesto rubio abrazando al hombre rígido, sus brazos envolviendo a Severus en un cálido abrazo.

"Era más que un deber... no me finjas... debe ser difícil mirarlo", Lucius hizo una pausa por un momento, Severus le frunció el ceño, los ojos oscuros evitaban deliberadamente mirar a Harry, "Se parece tanto a su padre, ¿verdad?".

"Los ojos de Lily, tiene los ojos de Lily". La voz de Severus sonaba extraña, tensa y entrecortada.

"¿Se lo has dicho alguna vez? ¿Cómo te sentías?" Severus se separó del abrazo, con el rostro lleno de furia, encogiéndose del abrazo comprensivo de Lucius.

"El tema está cerrado" La vehemencia de su voz hizo palidecer a Lucius, el rubio asintió con la cabeza. Harry se sintió confundido y sin aliento ante la discusión, el corazón se le aceleró en el pecho.

¿Amaba a mi madre?

Se devanó los sesos, intentando desesperadamente recordar los recuerdos que el hombre le había proporcionado mientras yacía sangrando en el suelo de la chabola. Los sentimientos que había experimentado por su madre eran cariñosos, pero de forma amistosa, Harry no había sentido ningún interés romántico por parte de Severus, un destello de una imagen apareció en su mente, su madre enfadada y con el rostro fruncido mientras gritaba.

La imagen se desvaneció, escurriéndose de la mente de Harry mientras trataba de capturarla. Otra imagen llenó su mente en su lugar, las oscuras paredes de una mansión Malfoy, la larga mesa del comedor acogiendo a la variopinta colección de mortífagos de Voldemort, Harry se estremeció y se rindió a la visión.

"¿Qué noticias del paradero de Harrysss?" Siseó desde la cabecera de la mesa, sentado como si fuera el dueño del lugar. Lucius, pálido y desaliñado, estaba sentado con la cabeza gacha, Narcissa fruncía el ceño a su lado y Draco temblaba ante la presencia del Señor Oscuro. Su pregunta se había dirigido a Severus, el moreno sentado con frialdad y calma a su lado, su rostro mostraba un profundo pesar mientras hablaba en tono apaciguador.