Mentes Alteradas (TRADUCCIÓN)

besos y recuerdos llenos de sangre

Los delgados labios de Severus, apretados contra los suyos, hicieron que los de Harry latieran más rápido, lamiendo a lo largo de la costura del labio inferior de Severus suplicando la entrada. Negado por un breve momento antes, se separaron, los dientes mordiendo el labio superior completo de Harry antes de introducir su lengua profundamente en la boca aturdida de Harry, el beso intenso y violento. Los jadeos de Lucius resonaban en la cabeza de Harry, pero parecían muy lejanos mientras Severus empujaba su peso contra el de Harry, hundiendo su cuerpo en el suave colchón. Disfrutando de la fuerza del maestro de pociones, encontrando que su cuerpo respondía inmediatamente al hombre adusto, Harry separó los muslos y gimió al sentir la fricción de su firme polla rozando el material de la túnica de Severus. El calor en la habitación se intensificaba, el cuerpo de Severus contra el suyo estaba haciendo que Harry se sintiera mareado. La ira se convirtió rápidamente en lujuria, el beso se hizo más profundo y Harry se retorció bajo el intenso hombre de ojos oscuros. Las imágenes que tenía en su cabeza del hombre, gloriosamente desnudo, aumentaban el ardor de Harry, con la polla dura como una roca y llena de necesidad. El gemido que brotó de los labios de Harry rompió cualquier hechizo bajo el que Severus se había encontrado, rompiendo el contacto con un mordisco despiadado en el labio, partiendo la tierna carne, la boca de Harry se llenó de sangre mientras era empujado abrupta y viciosamente. Unos ojos oscuros y furiosos le miraban mientras se levantaba de la cama con un áspero grito de furia.

"¡NO!" Los ricos tonos inundaron a Harry, la voz del hombre llena de odio.

El confuso cerebro de Harry se apresuró a ponerse al día, confundido por el repentino cambio en el hombre. Estaba seguro de que por un momento Severus lo había deseado, la pasión en el hombre furioso había sido evidente. Saboreando la sangre en su lengua y sintiendo su goteo en la barbilla, Harry se acercó y pasó los dedos por el fluido pegajoso, llevándolos hacia arriba para mirar las vívidas yemas de los dedos recubiertas. La ira que Harry había sentido anteriormente volvió a asomar su fea cabeza, su voz ronca por el deseo que aún corría por sus venas, pero que rápidamente se cansó de la actitud del antiguo maestro de pociones.

"No has respondido a mi pregunta", tentado de darse una patada por haber presionado deliberadamente el botón del hombre, intrigado por ver la reacción de Severus si el beso anterior había servido para algo, Harry esperaba fuegos artificiales. "¿Conseguiste tu recompensa?".

Lucius se congeló en el acto, los ojos grises heridos se encendieron en Harry por un segundo, se sintió mal por haber molestado al apuesto rubio. Con el cerebro desencajado y aparentemente dispuesto a burlarse de Severus, Harry sonrió al hombre de aspecto atronador con una sonrisa socarrona.

"Bueno, tengo curiosidad... ¿también lo has visto bañarse alguna vez?". La cara de Severus palideció y la de Harry se rió, Lucius confundido ante las palabras.

"¡Fuera!" el estruendo de la voz de Severus habría reducido a Harry a un manojo de nervios, pero una fuerza le impulsaba a provocar una respuesta del hombre distante.

"No... ¿tienes miedo de responderme, Severus?" la malicia goteaba en su voz, Harry sorprendido por sus propias acciones, incapaz de echarse atrás y disfrutando perversamente de la evidente incomodidad del hombre.

Se lo merece... bastardo.

"¡Cómo te atreves!", espetó Severus, con la cara muy roja, "¡Yo nunca me aprovecharía de un alumno ni haría algo así!", su cara palideció cuando Harry le dio un golpecito en un lado de la cabeza.

"Recuerdos, Severus... tengo tus recuerdos. ¿Así que era sólo a mí a quien mirabas y te pajeabas entonces?"

Severus cruzó la habitación que había estado paseando en tres zancadas, con la cara contorsionada de pura rabia. Harry cuadró los hombros, con el corazón retumbándole en el pecho, y se preparó para luchar. No se sorprendió cuando Severus se lanzó hacia él, su peso golpeó a Harry y lo obligó a volver a la cama, Lucius gritó que se detuvieran. Harry apuntó un puñetazo, satisfecho cuando conectó con el lado de la cara de Severus, viendo las estrellas cuando el hombre contraatacó con un fuerte puñetazo en el lado de su cabeza. Se distrajo cuando Severus se empujó hacia abajo para inmovilizarlo, sin darse cuenta de que su ingle, cubierta de ropa, rozaba el eje duro de Harry, un gemido bajo brotó de su labio cortado. Los ojos de obsidiana se iluminaron con sorpresa y luego con un fuego que Harry nunca había visto antes, el destello desapareció tan pronto como había llegado. Un resoplido se le escapó a Severus cuando Lucius lo retiró a la fuerza de encima de Harry, decepcionado por perder el peso del hombre sobre él, Harry suspiró.