Mentes Alteradas (TRADUCCIÓN)

enfrentándose a la verdad

Harry se sintió físicamente enfermo al ver a su padre alejarse, con una actitud despreocupada y arrogante. Un leve suspiro hizo que Harry se volviera para mirar a Severus, el adolescente observaba la espalda de su padre que se retiraba con una expresión de nostalgia.

Merlín... realmente le gustaba mi padre.

Poseído por la necesidad de tocar y gritar al más joven para que no siguiera adelante, para que se olvidara de su padre y encontrara a alguien que fuera bueno con él. Sorprendido consigo mismo por preocuparse, Harry no pudo apartar los ojos de Severus mientras se ajustaba la ropa y salía de la habitación.

El recuerdo se evaporó, los sonidos de lujuria y gemidos llenaron sus oídos. Cerrando los ojos, se negó a mirar el espectáculo que sabía que tendría ante sí. Un largo gemido de finalización resonó en la fría habitación, seguido de la respiración entrecortada de alguien que lucha por no llorar.

"Joder... eso ha estado bien". La voz de James murmuró roncamente, Harry no escuchó ninguna respuesta, "Te dije que te dolería la primera vez". El tono de James tenía un toque poco comprensivo.

La primera vez....oh Dios... le quitó la virginidad a Severus.

Abriendo los ojos, el corazón de Harry se desplomó al ver a su padre subiendo despreocupadamente la cremallera de sus pantalones mientras un Severus sonrojado y molesto yacía en el suelo de piedra. Sus ropas estaban desordenadas, la túnica enrollada debajo de él como una manta improvisada y los pantalones desechados a su lado. Una mancha de sangre le adornaba el muslo, los ojos de Harry se fijaron en ella y también en el hecho de que la polla de Severus estaba flácida y se dio cuenta de que su padre ni siquiera se la había puesto buena.

Asqueado por la de James, Harry descubrió que su cuerpo se tensaba y se esforzaba por no llorar. Todo lo que había pensado sobre su padre se destruyó en un instante. Incapaz de mirar en la dirección de su padre, Harry deseó poder alcanzar y tocar al angustiado adolescente.

"Recuerda lo que dije... no se lo digas a nadie", se mofó James del adolescente de ojos oscuros y propensos, "no permitiré que arruines mis oportunidades con Lily".

"¡Por qué no debería decírselo!" Severus escupió y la cara de James se llenó de rabia, bajando para rodear la garganta de Severus con sus dedos, volando saliva mientras le gritaba.

"Como se lo cuentes a alguien, joder, te echaré encima a Lupin", al ver la angustia y el miedo que nublaban el rostro de Severus, James sonrió: "¡Eso es, esta vez dejaré que el lobo te destroce!".

Harry quiso despertar de esta pesadilla, dándose cuenta de que se había quedado dormido, levantando las manos hacia sus oídos en un intento infantil de bloquear las palabras que caían de los labios de su padre. Las lágrimas empezaron a formarse en los ojos de granito de Severus ganándose una sonrisa burlona de James. Harry vio como el maestro de pociones respiraba profundamente y su rostro cambiaba convirtiéndose en una fría máscara.

"Como si fuera a presumir de tus patéticos intentos de relaciones sexuales". escupió Severus, sus palabras eran odiosas. Harry vio la luz de la inocencia apagarse en los ojos de obsidiana y sintió que se le rompía el corazón.

"Lo que sea Snivellous", el tono de James era burlón y frío, se alejó del adolescente inmóvil, "Nos vemos", sus palabras de despedida resonaron en la sala ahora silenciosa.

El silencio se rompió con los sollozos bajos de Severus, que empezó a llorar, sus hombros temblaban de desesperación y Harry anhelaba abrazarlo.