Body Language| PJM [#2]✔

┊No es casualidad┊

Capítulo 1.

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Salimos de la clase de estadística rumbo a la cafetería, que hablando claro es como un gallinero, se supone que al llegar a la Universidad los jóvenes deben adquirir cierta madurez pero aquí no vez nada de eso, al parecer la dejaron guardada en la gaveta.

T/n va sumida en su móvil, ajena al mundo como siempre, bueno ahora que anda de novia de Jeon Jungkook se ha puesto mas distraída que de costumbre y ya no pasamos tanto tiempo como antes. Sí, la muy hija de su madre a veces me deja a mi suerte para irse a follar con Jeon. Suerte ella que puede, yo ni me acuerdo la última vez que vi una polla. No la culpo tampoco, la pobre debe aprovechar ese pedazo de hombre que se ha ganado y que, como yo digo ha logrado domesticar. Yo estoy contentísima por ella, ya que a mi me tocó aguantar sus constantes momentos depresivos y crisis existenciales por culpa de Kook.

Aún me pregunto como hizo para atraparlo, tuvo que haberle echo un amarre por lo menos porque anda mas tonto que nunca. Porque sí, la racha de Fuckboy de Jungkook llegó a su fin.

Mi vida en cambio continua igual, bueno a excepción de que Park me persigue más ahora que nunca.

Les cuento, luego de ese dichoso campamento donde la historia de amor de mi amiga dio inicio y donde finalmente se tiró a Jungkook terminó por joder mi miserable existencia. Resulta que la primera noche que dormimos allá, T/n se quedó en nuestra cabaña con Kook haciendo lo que todas sabemos y a mi me tocó, a regañadietas ir a dormir junto a Jimin.

Yo dormí en la cama de Kook pero la cara de alegría y satisfacción que se cargaba Jimin era para enmarcarla, él pensaba que me iba a dejar engatusar tan fácil, pues no, a penas llegué a la habitación de su amigo me encerré ahí.

No pasó nada de lo que pudiera arrepentirme luego.

No es menos cierto que Park me gusta pero no voy darle el gusto de jugar conmigo y ser una mas de sus ligues de una noche. Me quiero mucho a mi misma como para dejarme caer por sus encantos de follador.

Pero desde ese día ,como que sus ganas por molestarme aumentaron con creces y se me aparece por todos lados cual fantasma.

Entro por las grandes puertas de la cafetería, mis tripas rugen un poco por estar tantas horas sin probar bocado, tal parece que se comen a ellas mismas allá dentro por los sonidos que producen, no me sorpendería que las escuchara cualquiera.

Ya con la bandeja en mano busco una mesa alejada un poco del barullo y me siento a disfrutar mi almuerzo.

— ¿Por qué no me esperaste Bibi?

— Ahh! Conchetumadre.—casi se me sale el corazón por la boca por la descerebrada esta— Avisa para la próxima, casi me matas del susto.

— Disculpa, Bi, ¿tan fea estoy?.— dice haciendo un leve puchero.

— No, eres guapísima pero me sales así de repente y hasta el Papa se asusta. — esta niega divertida por mi comentario.— Debería ponerte un cascabel al menos para saber cuando me vayas a salir así de nuevo.

— Yah!, no te pases que no fue para tanto.— reclama una vez colocó su trasero en el asiento.— ¿Y entonces me vas a responder?

— ¿Qué cosa?— contesto llevándome los palillos a la boca con arroz.