Body Language| PJM [#2]✔

┊Epílogo┊

Tres meses después...

❁━━━━✧❁✧━━━━❁ 

En el trayecto largo de la vida somos víctimas de numerables obstáculos que nos impiden obtener lo que deseamos. Al final aprendes más con cada tropiezo. Si llegaran a preguntarme si volvería a pasar por todo ese sufrimiento y dolor respondería mil veces que sí, no me importaría repetir la misma historia si eso significa mi propio crecimiento personal.

No haces absolutamente nada con bloquear los momentos dolorosos, al contrario debes sentirte orgullosa de haber salido de ellos con la frente en alto y haber convertido cada obstáculo en un peldaño que te llevaría hacia tu propia felicidad.

Voy en camino a encontrarme con Jimin, mi novio. Sí, luego de haberlo tenido pegado como lapa a cada instante durante un mes rogando que lo perdonara y haciendo lo que yo quería por fin le di su perdón, con la condición de que si volvía a dañarme de algún modo le cortaría sus bolas y se las pondría de pendientes.

Por la seguridad de sus bolas, hasta ahora a cumplido al pie de la letra y puedo decir que estamos en nuestro mejor momento. Ahora ya estamos graduados de la Universidad y por fin estoy haciéndome cargo de la empresa de mi padre y Jimin decidió asumir también su puesto en la empresa de su familia.

En cuanto al baile digamos que no se rindió del todo, esa es una pasión que lleva en la sangre y me aseguró que una vez encaminara la compañía se especializaría en danza. De hecho tiene rentado una pequeña sala de prácticas, ubicada en un gimnasio cercano a su casa en donde ensaya cada vez que siente la necesidad de bailar y de liberar estrés acumulado. 

Digamos que hoy es nuestro "día libre", pues una vez que asumimos nuestras responsabilidades el tiempo no nos alcanza para casi nada. Por suerte cada noche, o yo duermo donde Jimin o él se queda en mi casa, vemos pelis, nos hacemos mascarillas para el rostro juntos y nos contamos cada pequeña nimiedad o acontecimiento que nos pase en el trabajo.

La relación entre ambos está más fuerte que nunca y la confianza también, imagínense que Jimin sabe mejor que yo el día que me llega mi período y prepara todo para que esté cómoda. Si estoy en casa me hace infusiones para el dolor, me da muchos mimos y trae un pote lleno de helado de chocolate.

En cuanto a nuestra vida sexual digamos que super bien, cada noche nos recordamos entre las sábanas cuanto nos amamos.

Llego a la cafetería donde siempre nos reunimos y le veo a través del cristal sentado ya en una de las mesas. Jimin siguió tiñendo de rojo su cabello y la verdad es que le queda muy bien, de hecho todo lo que use le luce fenomenal pero extraño de vez en cuando su radiante pelo rubio.

Traspaso la puerta de entrada y los ojos de Jimin enseguida me enfocan y sonríe cariñosamente. Me apresuro en llegar a su lado y me recibe con un cálido abrazo seguido de un tierno beso, que en un segundo subió de tono y nuestras lenguas gustosas se enredaron en una pelea de puro placer. Sus manos anilladas a cada lado de mis caderas enviaban descargas directas a mi entrepierna, con una pequeña mordida en su regordete labio inferior por parte mía y un leve apretón en el trasero por parte de él nos separamos. Notamos al instante casi todas las personas nos enfocan debido al espectáculo no apto para menores que acabamos de dar pero realmente no nos importa, nunca nos hemos cohibido con nuestras muestras de cariño en público y tampoco noa afecta lo que piensen de nosotros.

— Estás preciosa, mi Bibi.— sus halagos siempre me sacan una sonrisa, sentirte amada y deseada era todo lo que necesitaba en mi vida.