Cap. 5

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Deku se sorprendió al ver al cenizo entrar al comedor, pues en verdad se lo notaba sin ánimos de nada esta mañana, pero parece que Ochako supo convencerlo.

—¡Kacchan! —exclamó con felicidad disipando la aura oscura que lo rodeaba —¡Me alegra que hayas decidido acompañarnos!

—Tsk, callate nerd, solo baje porque tenia hambre. —declaró tomando asiento junto al fantasma.

—Igual me alegra que estés aquí. —expresó el ser translucido con total honestidad, sin dejar de sonreir —Y... ¿Qué quieres comer?

Katsuki guardo silencio por unos segundos y luego respondió con asco.

—Carne, carne cruda... —ser un hombre lobo era tan desagradable.

—¡Pues estas de suerte! —respondió Ochako, la cual salia de la cocina con una bandeja llena de carne que escurria sangre y al rubio se le hizo agua la boca —¡Mande a Shotō de cacería en cuanto el sol se oculto y trajo mucha carne!

En cuanto la castaña coloco la bandeja frente a el ojirubi este atacó el plato como todo un animal salvaje, salpicando la mesa y a Ochako con un poco de sangre. No sabia tan mal como creía que sabría pero sin dudas le faltaba salsa picante al plato.

Una vez que termino de comer se sintio de "mejor humor" y con más energía.

—¡Muy bien! —exclamó la bruja mientras limpiaba de su vestido la sustancia rojisa con olor metálico utilizando un simple hechizo —Ahora que ya has comido podemos empezar con las clases. —informó con una sonrisa.

—¿Clases?

Katsuki frunció el ceño con enfado, ¿para qué mierda va a necesitar él clases? Era un hombre lobo.

—Pero que perro más tonto. —dijo Shinso, quien acababa de ingresar al comedor.

Katsuki le gruñó listo para darle un buen golpe al papel higiénico andante pero fue detenido por el peliverde, quien lo sujeto del brazo.

—Hay muchas cosas interesantes sobre la especie de los licántropos a si como también sobre otras criaturas, pero ahora mismo tú eres un cachorro. No sabes lo necesario como para andar por ahí sin supervisión, ya que puedes causar algún problema. —explicó ignorando el ambiente tenso entre el rubio y el pelimorado.

—¡Yo no soy un cachorro! —gruñó el rubio con voz arisca —A parte, ¿qué me puedes enseñar? A perseguir mi cola. —dijo con sarcasmo y la castaña sonrió.

—Bien, ya que eres un expeeerrrtooo en la materia pregunto... ¿Cómo se llama la clase de mordida un hombre lobo?

—Mordida del infierno (?.

—¡Mal! —exclamó golpeando al rubio en la cabeza con un periódico —Mordida de tijera. —corrigió la chica —¿Qué ingredientes cicatrizan la mordida de un hombre lobo?

—Popo de vampiro (?.

—¡MAL! —volvió a golpearlo en la cabeza —Emplasto de polvo de plata y díctamo. —contestó —¿Un hombre lobo puede cambiar de forma a voluntad?

—¡Esa si me la sé! —gritó el ojirubi con energía mientras se levantaba de su silla —No, solo cambia las noches de luna llena.

—¡ERROR! —dijo dandole otro golpe más al lobo gruñón.

—¡AHH! —exclamó con indignación, ¿cómo era posible que hubiera errado? ¡Esa respuesta era más que obvia, todos lo saben!

—Eso solo pasa si un hombre lobo decide vivir en el mundo humano, lo cual es una estupidez, pues la luz de la luna de ese mundo hace que pierdan su lado racional durante la transformación. —explicó —Aquí puedes cambiara de forma cuando quieras, pues siempre hay luna llena, sin perder la cordura.

—La gravedad no es la misma aquí que en la luna. —se burló el pelimorado saliendo del lugar.

Katsuki gruñó con fastidio, al parecer que tenia mucho que aprender.

—Tranquilo Kacchan. —dijo el pecoso al notar la frustración del rubio —Te ayudaremos y aprenderás todo sobre tu especie.



Katsuki caminaba rumbo a la oficina del chupa sangre, en sus manos un libro con haspecto antiguo era celosamente resguardado, habia encontrado algo que le habia llamado la atención entre todas esas páginas amarillentas y necesitaba que alguien le explicara mejor todo aquello.

—¡Ey, mitad y mitad! —gruñó al entrar a la oficina mirando con seriedad al bicolor que estaba sentado frente a su escritorio —Necesito que me expliques algo.

El heterocramatico miro el libro que tenia el ojirubi entre sus manos y suspiro.

—Eres consciente de que soy un vampiro, nuestras razas son enemigas desde tiempos antiguos. —comentó dejando de lado los papeles que estaba revisando —¿Por qué siempre me pides que te explique estas cosas?

El rubio camino hasta el escritorio y tomo asiento quedando frente al mitad albino.

—Tú lo dijiste, somos enemigos. —dijo con indiferencia abriendo el libro en una pagina definida par luego pasarselo al vampiro, este le hecho un vistaso.

—¿Y por qué te interesa saber sobre esto? —interogó alzando una ceja.

—Creo que lo encontré... —respondió y un silencio incomodo los invadió.

—Pues felicidades. —contestó con duda mientras cerraba el libro para luego devolviendoselo al rubio —Ahora fuera de aquí que tengo cosas que hacer.

—¡Ahh! ¡Pero si nisiquieras me has ayudado con esta mierda! —gritó con irritación lanzando el libro contra la rata con alas súper mutada.

—¿Qué quieres que te traduzca? —dijo el mitad albino intentando concervar la paciencia.

—Pues... ¿Qué tengo que hacer?

—Los licántropos son una especie que se guía principalmente por sus instintos. —le recordó —No es necesario que te explique nada, solo sigue a tu lobo o algo por el estilo.

—Aggg, eres un asco para estas cosas, mejor le pregunto a la bruja. —dijo recogiendo el libro y saliendo del estudio dando un portaso.

—Un gusto haberte ayudado. —susurró el vampiro volviendo a fijar su vista en los papeles que estaban sobre el escritorio.



¡Fin del capitulo 5!

Espero disfrutaran de su lectura.

Halloween. [KatsuDeku] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora