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Nunca debí abrir mi gran bocota, ¿verdad? Ahora me arrepiento de las cosas que hago cuando estoy bajo presión.
Amor mío, perdóname por las estupideces que estoy haciendo, perdoname por obligarte a separarte de mí, perdoname por rechazar tus dulces besos con tanta crueldad, perdoname porque no cumpliré nuestra promesa de vivir una vida juntos...
Estoy celoso, muy celoso. Ahora pasas tiempo con MinHo porque yo se lo pido, tú lo rechazas a veces y otras veces te cansas de tanto esperarme que lo único que te queda es aceptar aquellas salidas.
Veo en tus ojos culpa, ¡no, Sunggie! Tú no tienes la culpa de nada. Tú no hiciste nada malo, corazón. El maldito problema soy yo.
Ya no entiendo porqué sigo viniendo a estas quimioterapias. ¡Me voy a morir! ¿O acaso no lo sabían?
Dejar el colegio fue muy duro para mí. Me encantaba el club de baile y ahí estaban flechados mis sueños, junto con los de MinHo.
MinHo... Mi gran amigo. Te amo y odio por aceptar aquellas propuesta. Pero sé que no me arrepentiré. Aún si en mi corazón hay un vacío extenso, sé que al menos mi bella ardillita no sufrirá más y se permitirá enamorar de alguien, ¡ese debes ser tú, Lee MinHo!
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Terminé con JiSung...
Terminamos, MinHo... Ese día tú fuiste su único refugio, mientras que yo sólo tenía a mí almohada, la cual abrazaba y susurraba todas las cosas que había hecho. Me arrepiento de muchas cosas.
Me llamaste y me pediste explicaciones, ignoré eso y te pregunté por JiSung, me dijiste que se había quedado dormido en tus brazos y que estaba roto por dentro. Te envidio tanto, MinHo. Al menos tú podrás vivir hasta tus últimos momentos.
—Lo estás haciendo sufrir... JiSung está sufriendo aún más sin saber que te irás.
Fue lo que me dijiste en la línea. Ya todo está hecho, terminamos... Pero antes de eso nos dimos un beso que nunca podré olvidar aunque muerto esté.
—No importa...— ahora dilo sin llorar, gran cobarde—. Ahora le puedes decir. No hay necesidad de ocultarle las cosas ya...
—Fel-Felix...
Esa era la voz de mi amada ardillita, me pensaba en sus sueños. Mierda. Lo quiero conmigo de vuelta.
—Dile, MinHo. Dile que a pesar de todo... Yo lo seguiré amando.
Tranquilo amigo, ya no me queda tiempo... Es lo único que pude hacer.
Soy Lee Felix y sólo me quedan dos meses de vida. Irónico, ¿no?
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