¡Debo volverme hermosa!

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Capítulo 7: ¡Debo volverme hermosa!

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Caminó manteniéndose alerta sintiendo como unos escalofríos recorrieron su columna vertebral con cada paso que daba.

Se detuvo un momento y miró a su alrededor en un intento desesperado por encontrar a Jay y abandonar el área rápidamente.

También notó que el sol se ponía a medida que pasaban los minutos.

—¡Jay! ¡Jay! ¿Dónde estás?— Grito estremeciéndose cuando escuchó un crujido cerca de él proveniente de las bolsas de basura que estaban amontonadas entre sí.

Levantó los puños levemente, se preparó con nerviosismo para enfrentar a un atacante, pero suspiró aliviado cuando un gato esquelético delgado y callejero salió corriendo.

Olvidándose de aquello, decidió caminar un poco más y preguntarle al vagabundo fumador que estaba algo más al fondo de la calle acerca de Jay, no recibió vibraciones extrañas de él por lo que podía percibir.

—Oye señor, ¿ha visto a mi amigo? Tiene el pelo rubio y puede que haya pasado por aquí.—Preguntó algo tímido, el vagabundo lo observó un poco abrumado por la hermosa vista ante él que lo hizo dejar caer su cigarro aún encendido en el suelo.

—No... si lo veo le avisaré que lo estás buscando. Pero ten cuidado, chico, hay gente mala más abajo en esta área, si yo fuera tú, encontraría a tu amigo rápido y me me alejaría de aquí, no importa si dejaste algo atrás, desaparecerá más rápido que un rayo.–advirtió el hombre y él asintió e hizo una reverencia en agradecimiento.

"¡Si tan solo pudiera encontrar a Jay rápido, él podría estar solo, posiblemente rodeado de matones... o lo peor, podría tener otro ataque de asma y desmayarse cerca de un lugar peligroso para pandillas y vagabundos violentos!" Con el pensamiento dando vueltas en su cabeza decidió caminar más rápido y mirar frenéticamente a su alrededor.

Tan distraído que no vio una figura moviéndose detrás de él.

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—Sed... todavía sed......—murmuraba entre jadeos casi silenciosos, la sangre repugnante no hizo nada por él cuando salió a trompicones del callejón y miró en la dirección en la que juró que vio salir a Daniel.

"No... no debo encontrar a Daniel solo por su sangre... esta parte de la ciudad es peligrosa... saldrá herido si está rodeado... y solo". Pensó al caminar fuera de ahí. Para los demás les parecía que estaba borracho por su extraña forma de caminar cuando en realidad estaba luchando por reprimir su sed ya que cada momento que pasaba se sentía más mareado y fuera de sí.

Sangre repugnante = poca energía, tenía que ser sangre que realmente disfrutaba... ¡ojalá fuera así de mimado! ¿no? Su cuerpo simplemente no podía tomar la sangre de cualquiera y estar bien, solo quería la de Daniel y absolutamente solo la de Daniel.

Sus ansias de sangre que alguna vez habían sido extremadamente raras, que ocurrían una vez cada 2 años, ahora habían sucedido a diario desde que su ahora mejor amigo entró por primera vez al salón de clases en su primer día y se presentó, claramente inseguro y nervioso por estar rodeado de personas que en cuanto captó toda su atención lo acecharon como un lobo a su presa.

Thirst | Lookism En EspañolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora