SWEET DREAMS | chanlix

cuatro

Una dia en el que Felix ya estaba cansado, ya no quería saber nada más de la existencia, quería cerrar sus ojos para siempre y desaparecer, ya era lo suficientemente duro sentirse sin energías y sumarle el sentirse solo, esa mañana aquel hombre había dejado la cabaña diciendo algo extraño "Hoy es tu día, sólo necesito una cosa más" y salió dejándolo con el cuervo nuevamente.

Felix se preguntaba qué habría querido decir con ese balbuceo rápido sin ninguna expresión en su rostro y dirigió su vista a Matthew que miraba por la ventana como habitualmente lo hacía, de pronto vió cómo comenzaba a sentirse ansioso y a volar por todas partes, Felix empezó a asustarse, Matthew parecía haber enloquecido y no decía palabra alguna.

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—¿Crees que sea buena idea alejarnos tanto? Los demás se preocuparán—Dijo Ethan algo asustado, ya estaban bastante lejos del campamento.

Todo era idea de Chan, él quería explorar el lugar y como siempre estaban juntos, Ethan aceptó, pero ésta parte del bosque comenzaba a darle miedo, era oscuro y húmedo, no habían pájaros cantando cerca, sólo el ruido de las ramas quebrandose bajo sus pies con cada paso que daban.

Chan parecía no importarle nada, él seguía dirigiendo el camino y observando todo a su alrededor hasta que vió una pequeña cabaña escondida entre unos árboles gigantes que casi la cubrían por completo, y como su curiosidad era frágil, no dudó en ningún momento en acercarse.

Ethan le decía que era mala idea, que no se veía agradable ese lugar, que lo mejor era volver y que quizás las personas que vivan ahí podrían molestarse, era peligroso, se negaba rotundamente a avanzar pero el rubio no cooperaba en lo absoluto, Ethan decidió quedarse y esperarlo a que terminara de "explorar" por su cuenta y se sentó sobre una gran raíz de árbol a verlo alejarse.

Chan no le vió problema y aceptó a seguir solo, y tomando su valentía con ambas manos, se adentró entre los árboles caminando por el estrecho sendero de piedras, asomándose un poco por la ventana, pero no logró ver a nadie, adentro era oscuro y parecía abandonado, los muebles se veían sucios y antiguos.

El rubio tocó la puerta despacio un par de veces y esperó a que alguien abriera, pero eso nunca ocurrió. Tal vez necesitaba golpear un poco más fuerte.

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Felix que se encontraba mirando a Matthew volar en círculos sobre él, logró escuchar un tono de voz demasiado familiar para su gusto, estaba cerca, pero ¿Era posible? Y aunque no lograba entender lo que murmuraba a la lejanía, estaba seguro de que era él, era Chan, no podía equivocarse en algo así.

De pronto volvió a la realidad, sintiendo nerviosismo por el inquietante vuelo del cuervo, mientras escuchaba como aquellos pasos se escuchaban más cercanos, comenzaba a sentir el miedo en su interior.

¿Qué tal si lo atrapaban? Eso no podría ocurrir, si en realidad era Chan, estaba en peligro, no debía seguir acercándose, de pronto logra ver esos cabellos rubios asomándose en la ventana y un escalofrío recorrió todo su cuerpo, sus ojos brillaron como si hubiera visto el mismo sol asomarse, sus labios se entreabieron, delante de esa ventana se encontraba el suceso más hermoso que habían visto sus ojos azules.

Él estaba justamente detrás de la puerta, Felix se levantó del suelo usando todas sus fuerzas, que se sintiera sorprendido no quitaba en lo absoluto que el miedo siguiera invadiendolo, y apoyó en el vidrio viendo expectante que Chan no fuera descubierto, queriendo poder gritarle que se fuera y no volviera nunca más, que corriera lejos de ahí y no viera hacia atrás.