nueve

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Los siguientes dias fueron llenos de preguntas sin respuestas y noches donde sólo lograba sufrir en silencio, aún no lograba comprender porqué había ocurrido todo ello, a dónde había ido Felix.

Ya no podía verlo en sus sueños, lo buscaba por todos lados y nunca estaba en ninguno de ellos, se sentía abandonado, hasta lo había esperado por semanas completas si llegaba aparecer en la calle o en cualquier otro lugar, pero ello nunca ocurrió.

Sentía que nada tenía sentido ¿Por qué se fue de esa manera?

▪︎

Un día en el que iba camino a la casa de Ethan, vió aquellos cabellos blancos en medio de la gente a unos metros de distancia, Chan no dudó un segundo en ir tras él, tomando un impulso corriendo hasta llegar a su lado y tomarlo de la muñeca para verlo a los ojos.

Cuando éste gira, aquellos ojos que deseaba ver no eran los mismos, Chan soltó del brazo de aquel extraño y se disculpó tantas veces antes de salir de ahí. Corrió avergonzado hasta un pequeño parque cercano, donde logró sentarse y pensar en lo que había hecho, nunca pensó perder la cabeza de esa manera.

Pero ese chico realmente tenía una contextura similar a Felix, haciéndole perder la cordura y mientras intentaba olvidar aquel mal momento de su mente, se recostó sintiendo el frío del pasto en su espalda, ese frescor reconfortante que lograba calmarlo en cosa de segundos, y con el paso de las respiraciones más tranquilas comenzó a pensar.

Y lo primero que llegó fue en lo mucho que le gustaba ese chico, el rostro de Chan comenzaba a tornarse de un lindo tono rosa mientras recordaba cómo se sentía tomar de su mano ese día, su corazón roto comenzaba a sentir esa calidez que lograba aparecer sólo por pensar en él.

Sonriendo al darse cuenta de lo joven que era y ya sentía cosas así por alguien más, no tenía idea alguna de lo que era el amor, nunca había pasado por su mente ese tema y no había tenido el tiempo de siquiera fijarse en alguien.

Con el paso del tiempo comprendió al fin que a pesar de que quizá no volvería a verlo nunca más, él le había regalado los mejores momentos, aceptando que realmente estaba agradecido de ello, esa tarde Chan se fue a casa con una sonrisa que no se veía en su rostro desde hace algunos meses desde ese día.

El rubio se acostó acomodando sus manos bajo su nuca, mirando el techo de su habitación, sonriendo como un bobo y cerró sus ojos, el sueño no tardó mucho tiempo en llegar a él.

▪︎

Chan abrió los ojos viendo el menudo cuerpo del chico a unos metros de distancia de él, al entrar en razón no podía creerlo, él estaba ahí a unos cuantos pasos, y en medio de toda confusión y asombro el rubio se detuvo a mirar su rostro.

Los ojos azules del chico comenzaban a inundarse y a derramar pequeñas lágrimas que rodaban por su hermoso rostro, la expresión de Felix parecía triste mientras hipaba.

—Te estuve esperando—Dijo casi con la voz rota, y Chan vió cómo esos hermosos cabellos blancos corrían hacia él.

Felix estampó su cuerpo contra el suyo en un abrazo que parecía ser lo suficientemente real para Chan, llevando su mano a su estrecha cintura apresándola, mientras su derecha se dirigía a sus suaves cabellos que habían crecido desde la última vez que lo vió y los acariciaba con cariño, él realmente estaba aquí.

Lograba escuchar sus sollozos cerca de su cuello, e intentaba calmarlo, pero en realidad su corazón se encontraba de la misma manera, sus ojos también comenzaban a humedeserse pero se negaba a llorar, no ahora que volvía a tenerlo entre sus brazos.

SWEET DREAMS | chanlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora