Darling

UN GUSTO

 CLARISSA FAIRCHILD
Estaba confundida, se acabó de producir una laguna en mi mente y trataba de descifrar en mi mente qué había ocurrido o mejor dicho trataba de recordar pero me era imposible. No podía evitar sentirme abrumada, con cierto temor y la duda de qué había ocurrido y por qué no puedo acordarme persistía invadiéndome por completo. Llegué a casa, toqué solo por instinto y Pete me exalta cuando habla. 

- ¿En donde carajos te metiste Clay? - sonriendo a la bolsa de comida -  Muero de hambre - agrega ansioso quitándome la bolsa

Este notó mi estado de shock y me mira extrañado por unos instantes que no puedo decir si fueron largos o cortos porque yo seguía en mi nube de pensamientos y eso era en lo único en lo que mi cabeza podía pensar. 

- ¿Estás bien? - da un leve golpecito en mi hombro lo que provoca darle mi atención nuevamente - Clay 

- ¿Eh? - Bajé de mis pensamientos - ¿Qué me preguntaste Pete? - lo miro con mucha confusión 

- Que si estás bien - repitió viéndome ya con el semblante preocupado y no lo disimula para nada

- Claro, solo que me venían persiguiendo un tipo desde el local y me asusté - mentí - Todo en orden - 

- Siempre hay un perverso, no debí dejarte ir sola - suelta indignado mientras me da un abrazo

- Descuida, todo está en orden - sonreí - ¿Comemos? - pregunté para cambiar el tema

Nos adentramos a la casa luego de que Peter deje de lamentar haberme permitido ir sola a comprar la comida, mi tía May prepara la mesa y nos sentamos los tres a compartir en lo que conversamos de lo que fue el primer día y de las sensaciones... claramente me guardé las sensaciones que tuve por Kol Mikaelson ya que me daba un poco de vergüenza. 
Después de cenar me fui a mi cuarto, hice mi ritual post ducha y me envolví en las sábanas de mi cama... pero no podía dormir, tenía insomnio.  

KOL MIKAELSON
Toda la maldita noche estuve pensando en una adolescente de secundaria, invadió mi mente como nunca nadie y eso me molestaba mucho... Clarissa Fairchild, era la dueña de mis pensamientos y la causa de mi insomnio. Jamás me pasó y eso era algo que me daba temor, a la mañana siguiente el sol molesta en mis ojos y hace que me los refriegue. 

- Idiota, ya se te hace tarde - habla tan dulcemente con su agresividad pasivo agresiva Rebekah 

- Buenos días - me quejé - Ya lo sé - empujé violentamente mis sábanas resignando a levantarme

La dejé sola en mi habitación y pude sentir su satisfacción por arruinar mi sueño y sobre todo saber que eso me molesta mucho. Me bañé y me cambié y bajé a desayunar una bolsa de sangre ya que me sentía demasiado hambriento y con mucha ansiedad. 

- Buenos días madre - saludé molesto por la forma en la que me despiertan 

- Hola Kol - responde mientras trataba de leer el diario pero claramente no se concentraba por mi manera de desayunar tan ansiosa

- ¿Qué pasa? ¿Te sorprende que tu hijo sea un vampiro? Tu me hiciste esto - le prendí la televisión para deje de leer ese diario 

- Puedo sentir tu ansiedad Kol - me mira - Y es evidente que no has pasado una buena noche - no estaba equivocada - ¿Hay algo que te quita el sueño? 

¿Cómo te lo digo? Una chica me quita el sueño _ 

- Si - la miré - Iré a la escuela, al menos allí me entretengo un poco con los patanes - solté tomando otra bolsa de sangre y ella me ve sorprendida