TE FUISTE

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Me di cuenta de una cosa, se fueron.
Este dolor que siento se volvió como un fantasma, la sangre siento que deja de correr y por ende ya no me interesaba tanto, y el: Kol, solo se desvaneció. Tengo más que decir, mucho, de hecho pero siento que me desvanezco como el. 
Las cosas suceden, muchas veces no podemos controlarlas aunque pretendamos que si pero suceden, solo que no siempre como queramos o como necesitamos que sucedan. 
Quisiera volver en el tiempo, y tomar mis sentimientos por Kol aquel verano donde nos encontramos, y tratar de cruzar la brecha y contra todas las probabilidades y toda lógica... sanar. 

Me dejé caer de rodillas al suelo, llorando y arrancando el collar de mi cuello, liberé la tensión que me oprimía. Con un grito, con llanto, con el alma desnuda me dejé caer derramando y poniendo frente a mi cada una de mis emociones, chocando frente a frente mis sentimientos y ese poder florecía de mi, imanaba de mi. Realmente se sentía bien, se sentía un desliz, un escape. 

- Me voy a querer - dije cuando una pequeña corona se formó en mi cabeza - Hasta que voy a olvidar porque dejé de hacerlo - me prometí 

Dejé aquel collar tirado en el suelo, y volé hasta casa. A pesar de la tensión que liberé, me sentía un poco triste pero quien dijo que el amor propio vuelve o viene de repente? Me dejé caer en mi cama, y por mi desgaste de energía, terminé rendida. 

NARRA KOL 
Volvimos a Nueva Orleans, estaba acomodando las cosas en la sala con mis hermanos en cuanto sentí algo en mi pecho que me hizo clavar de rodillas, casi dejándome sin aire. 

- Kol, qué tienes? - Elijah corrió a mi 

- Debe ser Clary, es ella, está en peligro? - miré a madre 

Freya se puso a mi lado y fue cuando ella habló. 

- Es Clary - afirmó 

- Qué ocurre con ella? - Rebekah se preocupó 

- Está liberando tensión, ella te está soltando Kol - me miró 

Me estás soltando Clary? Dime que puedes con esto, por favor, no hagas una estupidez. 

NARRA CLARY
A la mañana siguiente me levanté, y pensaba en lo de anoche y como avanzar. 
Para ser una buena persona, hay que pensar como una. Las emociones dan asco, y son la mayor causa de los problemas y son las que complican todo para uno cuando quiere atravesar la brecha. Algunos dicen que se pasa como un duelo, otros, con el alcohol y otros, llorando. 
Pero si algún día planeo ser una médico cirujana, me gustaría describirlo con estos términos: cortar, suturar y cerrar. 
Pero en este momento siento que estoy ante una herida que no sana, y ese es el problema. Kol era esa herida, herida que cuando la pienso, sus puntos se abren. 

- Cielos que si estás pensativa hoy - dijo Katherine detrás de mi 

- Entraste a mi a mente - la acusé

- Eres intensa, quizás eso sea de tu padre - se me acercó 

- Entraste a mi mente - repetí 

- No tienes la verbena - indicó que ya no traía el collar 

- Solo, buscaré algún accesorio que me agrade y le pondré verbena - dije 

- Entiendo que no sea fácil todo esto - me miró 

- No lo es - admití - Trato de intentar 

- No me caben dudas - tomó mi mano - Cómo te sientes?  

- Como si por un tiempo voy andar caminando sin rumbo - describí mientras jugaba con mis dedos 

- Se va aplacar en un momento - dijo sentándose en la cama junto a mi 

DarlingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora