Capítulo 08.

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En cuanto JungKook comenzó a llorar, pensé que lo más prudente sería dejarlo solo. No puedo imaginar los sentimientos que estarían rondando en su pecho después de esa información. Yo también me había deprimido un poco, así que salí del hospital y entre a mi auto para volver a casa.

Todavía no conozco mucho de él y no tengo idea que pasó en su vida, pero el echo de que mi jefe lo haya abandonado con un bebé en el día del parto me dice mucho.

JungKook estaba seguro de que podría salir adelante, pero durante su estancia en el hospital. Sus opciones y esperanzas lo fueron dejando, hasta el momento en el que no le quedó de otra que aceptar vivir temporalmente en la casa de un desconocido para poder estar junto a su bebé.

Debe ser una sensación horrible, el perder tantas buenas oportunidades para que luego te digan que la única que te queda puede que no te sirva, su mayor objetivo desde que lo conocí era cuidar de su hijo. Y ahora le dicen que tiene el tiempo contado para estar con el.

Ya mañana en la tarde se mudarán conmigo, debo hacer que se sienta bien estos seis meses. Mañana lo llevaré a casa para que se duche y luego iremos de compras, quizás eso lo anime un poco. También le explicaré que no hay tantas posibilidades de que alguien quiera adoptar a Soobin porque la gente prefiere bebés humanos.

Estacioné el auto frente a mi casa y camine hasta la entrada, a unos paso de la puerta se encontraba un buzón blanco. Era muy común, hace tiempo que quiero cambiarlo pero nunca se me ocurre que puedo hacerle para que se vea bien. Abrí la pequeña caja blanca y tome la correspondencia que había adentro. Miré ligeramente las cartas mientras tomaba la llave de mi bolsillo y seguidamente abría la puerta.

Yeontan me recibió saltando entre mis piernas y agitando su colita muy rápido, aún era un cachorro, por lo que no llegaba a ser del tamaño de mi pie. Espero que se lleve bien con los gatitos.

Me asegure de que tuviera agua y comida  y lo lleve al patio trasero para que hiciera sus necesidades, esperé a que termine y lo deje pasar. Me preparé un té y fui al cuarto de lavado dónde guardaba mis herramientas, tome la caja grande que literal era la única que tenía. No soy una persona que arregla o arma cosas, pero de ahora en adelante eso tendrá que cambiar.

Deje la caja en el piso un momento para poder abrir la puerta de la nueva habitación de JungKook, tome la caja y entré, cerré la puerta y suspiré, delante mío se encontraba una enorme y pesada caja, está me llegaba masomenos a la cintura. Dentro contenía algo que sería más que indispensable de ahora en adelante.

Una hermosa cuna de color marrón.

Obviamente desarmada. No me tengo mucha fé como Bob el constructor pero tendré que intentar. Aquí vamos...

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Ya era de mañana cuando recuperé la conciencia, el sol apenas estaba saliendo y yo me estaba lamentando el haber puesto la maldita alarma fuera de mi alcance, suspiré y abandonando el calor y la comodidad de mi cama me levanté para apagar la irritante alarma que no paraba de sonar.

Hoy era importante levantarme temprano, así que conociéndome a mi y a mí flojera, puse cinco alarmas con la con la diferencia de un minuto. La había puesto sobre la cajonera que estaba junto a la puerta, está era la tercera vez que sonaba y ya me estaba irritado.

Apague la alarma sintiendome muy cansado todavía, pues no había dormido mis ocho horas diarias. Creo que solo llegué a dormir cuatro. Resulta que armar una cuna no es nada fácil, tenía demasiadas piezas y tornillos, y para colmo las instrucciones estaban en chino.

Al principio no le ví mucho problema, solo tendría que seguir los dibujitos, pero me equivoqué, como a la una de la madrugada me di cuenta que había puesto uno de los soportes que iban en la parte superior de la cuna en el lugar de una pata, y al ser ese el tercer intento que tenía tratando de armarla me desesperé y rompí las instrucciones.

En un momento me sentí tan patético que consideré llamar a Namjoon, pero esa idea se fue tan rápido como llegó. Lo último que necesitaba era que algunas de las piezas acabarán rotas.

Me di cuenta que estaba actuando como un idiota cuando Yeontan paso por la puerta y se me quedó viendo, había decidido dejarla abierta la segunda vez que fui a prepararme té. El perro solo estaba ahí parado viendo mi desgracia, seguramente preguntándose porque lo había adoptado un humano tan torpe, eran las dos de la madrugada pero yo jure que ví decepción en su mirada y eso me motivó, está cuna estaría armada para mañana si o si. Cuando Tan se fue decidí calmarme y seguir mi instinto.

No sé porque pensé que eso iba a ser buena idea, claramente no funcionó. Y siendo ya de madrugada, mi cansada mente me dió un momento de lucidez y se me ocurrió buscar las instrucciónes en internet. Para mí suerte si estaban.

Fue mucho más fácil con las letras en español, pude armarla casi completa. Y digo casi porque estoy seguro que en uno de mis momentos de frustración perdí un par de tornillos. No estaban en el suelo ni en la caja. Trate de buscarlos bien pero estaba tan cansado que decidí ir a dormir y dejar la cuna sin un soporte, poniendo como prioridad para mañana ir a comprar más tornillos para que esté lista antes de que llegue su pequeño dueño.

Volviendo al día de hoy.

Aunque la cuna si era mi prioridad hoy, no era esa la razón de mi alarma. Tenía algo importante que hacer antes. Luego de una ducha y un desayuno rápido salí de la casa, no me despedí de Yeontan porque estaba dormido. Igual lo vería más tarde.

Entre a mi auto y arranqué, puse un poco de música y trate de relajarme. Al notar algo en el asiento trasero ví por el espejo, sonreí recordando que ayer había dejado el huevito en donde viajaría uno de mis nuevos compañeros de casa. Hoy mi vida cambiaría drásticamente y por alguna razón yo no podía dejar de estar emocionado, obviamente eso no me quitaba los nervios. Sentía muchos nervios.

Aproximadamente quince minutos después llegué a mi destino. Viendo en frente una de las mansiones más grandes de Seoul, una con la que yo en algún momento de mi niñez y adolescencia soñé con poseer.

La casa de Jeon Dong Sung.

Me acerque a la entrada y baje la ventanilla polarizada para que el portero pueda ver mi rostro, al reconocerme abrió la puerta y se fue a un lado permitiéndome el paso. Entre al terreno y Vi la gran puerta cerrarse detrás mío. Estacioné dónde usualmente lo hacía cuando tenía que venir a buscar a Dong para llevarlo a algún lado.

Tome mis lentes y baje del auto, precioné el botón del seguro y luego de escuchar el típico sonido que indicaba que el seguro del auto había sido activado. Fui directo a la oficina del que pronto sería mi ex jefe.

Así es, yo Kim Taehyung no estaba ahí por ninguna otra razón más que renunciar.

Me encontré con la secretaria de Dong en el camino, una linda chica de pelo rojo y ojos muy brillantes. Pocas veces había tenido la oportunidad de hablar con ella, pero esas pocas veces bastaron para saber que ella es una buena persona.

- Hola Taehyung. - Me saludo en cuanto me vió, yo igual la saludé. Siendo formal.

- Noona, se le ve decaída. ¿Está todo bien? - Pregunté siendo lo más educado posible.

- No te preocupes Tae, estaré bien. El jefe te está esperando así que ve con el. - Luego de pasar por mi lado me empujó un poco por la espalda, insitandome a qué camine hacia la oficina. - Oh, y Taehyung. Lo siento por ti también. -

- ¿Que? - Pregunté, pero ella me ignoro y siguió su camino. Así que di media vuelta y continúe mi recorrido.

Finalmente llegue hasta la oficina que era tan temida por muchos de mis compañeros de trabajo y toque la puerta.

- Adelante. - Entré y lo primero que vi fue a Jeon sentado en su escritorio, anotando algo en su computadora. Aunque no me estaba video hice una reverencia como saludo y me acerqué.

- Señor, yo. - Comencé a tratar de renunciar, pero me interrumpió.

- Antes que nada Kim, te pido disculpas de antemano. Estos últimos meses has sido un empleado ejemplar, te agradezco el compromiso y el empeño que demostraste con tu trabajo y conmigo. - ¿Que carajos esta diciendo? No estoy entendiendo.

- Lo siento Kim, pero estás despedido.-

- ¿Qué? -

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Casualidad. [Taekook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora