Louis, el típico chico rudo y malhumorado es retado a salir con un cartel de "abrazos gratis" y pastelitos por todo un mes. Mantiene la cara de pocos amigos hasta que un chico de rizos desordenados y una visible aura triste aparece un día.
No hay dr...
Harry jugaba con sus deditos mientras pensaba si era correcto pedírselo, nada malo pasaría ¿verdad?, él podría aceptar pero también podría rechazarlo o en el peor de los casos lo aceptaría por pena.
Tomó un respiro algo tembloroso y asintió para si mismo.
—¿Te gustaría acompañarme a... a casa? No tienes que hacerlo si no quieres—declaró al instante—es solo que, no quiero regresar solo y-
Se calló de inmediato al ver que Louis se paraba y le tendía una mano.
—¿Qué haces?
—Aceptando tu fascinante propuesta, ¿no es obvio?—sonrió—aunque suene raro yo también quiero llevarte a casa.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Iban caminando mientras el castañito admiraba el rostro de Harry, el ruido de los autos pasando y el viento algo fuerte lo hacía estremecer pero eso no le impedía ver como la luz de las farolas acariciaban sus rizos y la manera en que bajaba la mirada cada vez que lo atrapaba apreciándolo.
—Harry...
—¿Si?
Louis trató de reprimir una sonrisa ante su pensamiento.
—¿Crees en el amor a primera vista?
—Uh ¿Por qué lo preguntas?
—Porque quería saber si tengo que volver a pasar delante de ti.
Hubo un momento de silencio antes de que la carcajada de Harry rompiera la atmósfera de inseguridad de Louis.
—E-es una frase muy rara para ligar ¿Sabes?
—¿Tienes una mejor?—retó.
Harry se quedó pensando antes de sonreír de una manera muy preciosa.
—Hoy mis amigos llamaron a una ambulancia.
Louis abrió los ojos exageradamente y paró de caminar, apretando la mano que mantenía agarrada la de Harry.
—¿Q-qué? ¿Por qué?
—Porque me estaba muriendo por ti.
El mayor soltó el aire que no sabía que estaba reteniendo y soltó una risa nerviosa mientras sobaba su mejilla izquierda con su mano libre tratando inútilmente de borrar el sonrojo.
—B-bien... tú ganas.
Harry bufó y rápidamente se acercó depositándole un beso en la mejilla con delicadeza.